1. Gabriela González 12°L
Nombre: Gabriela González
Tema: Origen de la Pollera según Edgardo A. de León Madariaga
ORIGEN DE LA POLLERA:
Las crónicas registradas en los archivos de España, Colombia y otros países
que poseen datos sobre la historia de Panamá no tienen datos sobre los
vestidos usados por las mujeres en la Época Colonial, porque ese aspecto
no era de interés para ellos.
La definición de pollera según el Diccionario de la Lengua Castellana:
Pollera: Brial, guardapiés especie de saya antigua, falda.
Al pensar en la pollera como una falda amplia, con bastante vuelo es
evidente que las tribus Guaymíes son una mezcla de Payas, Nica con incas,
ellos usaban pollera antes de la conquista española.
Con respecto a las telas empleadas en Europa para confeccionar vestidos se
puede decir que la zaraza de percal inglesa es la tela muy usada para las
faldas o pollerones de las gitanas.
En el ensayo monográfico La Pollera Panameña de la profesora Dora de
Zarate, explica que según las investigaciones que obtuvo del Museo
Español, que de allí existe un traje de gitano exacto a una pollera de zaraza
actual.
En cuanto a la blusa o camisa sufrió muy pocas modificaciones hasta llegar
a parecerse a la camisa de pollera.
Con la presencia del vestido de percal, está claro que se trata del origen de
nuestra pollera de diario usada por las campesinas.

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En la región de Azuero: Se trabaja la camisa con una sola arandela
trabajada en punto de cruz, bordada, sombreada.
En Las Tablas y San José han conservado la pollera en la provincia
santeña.
En Herrera y Veraguas: Usan la camisa de dos arandelas, encajes de
torchon para acompañar a la pollera de zaraza.
En muchas de las modas vigentes en Europa durante la conquista se usaba
en el cuello una cruz de oro o una medalla sujeta a una cinta de terciopelo.
El origen del vestido de zaraza, la basquiña y la chambra se pudieron ver en
transcurso de la historia, la misma trayectoria cultural.
Durante dos siglos hubo un auge comercial, en donde las puertas del comercio y la
economía eran famosas con las ferias que fueron un acontecimiento trascendental
del siglo XVII. Su influencia está íntimamente relacionada con nuestro pasado
colonial.
Mediante esta actividad comercial las telas, encajes y trencillas se fueron
incorporando a los adornos de nuestro traje nacional.
La prueba de la existencia de aquellos artículos en el comercio de las Ferias: está en
el fragmento del libro “Portobello Relicario de Piedra” de Manuel María Alba.