El documento habla sobre cómo Dios consuela a su pueblo como una madre consuela a su hijo. Compara la destrucción y el sufrimiento del pueblo de Israel después del exilio en Babilonia con el sufrimiento de los pueblos actuales afectados por la guerra, el terrorismo y la explotación. Insta a los creyentes a transmitir el consuelo de Dios a todos los que sufren, para que Dios pueda consolar a la humanidad entera como una madre consuela a su hijo.