La autora comparte su experiencia como profesora de informática en un colegio de nivel medio superior. Antes de convertirse en docente, trabajó impartiendo clases en la universidad y de forma particular. Aceptó el puesto de profesora porque le interesó la propuesta y necesitaban a alguien para enseñar informática. Considera que ser profesor es una labor humanista y difícil que requiere gran responsabilidad y compromiso para formar mejores personas y profesionales. Las mayores satisfacciones son ver el éxito de los alumnos y que