La parábola de los talentos narra la historia de un hombre que le da diferentes cantidades de dinero a sus siervos para que las inviertan mientras él está fuera. A su regreso, el hombre recompensa a los siervos que multiplicaron su dinero pero castiga severamente al siervo que no lo invirtió y solo devolvió la cantidad original. La parábola enseña que Dios espera que sus seguidores usen sus habilidades y recursos para servirlo y beneficiar a otros.