El documento describe la pasión por Dios como la fuerza que impulsa a los cristianos a avanzar en su vida espiritual y a sacrificarse por agradar a Dios, sin importar los obstáculos. Define la pasión como un sentimiento intenso por algo eterno como Dios, en contraposición a las pasiones transitorias. Explica que la pasión permite ver los desafíos como oportunidades para ver la gloria de Dios y determinarse a obedecer su voluntad, confiando en él.