Este documento resume la poesía española de posguerra y de las décadas de 1940 a 1970. Describe los principales movimientos poéticos de cada período, incluida la poesía arraigada y desarraigada de los años 40, la poesía social de los años 50, el grupo poético de los 50 y la poesía vanguardista. También presenta biografías y obras clave de poetas importantes como Miguel Hernández, Dámaso Alonso, Blas de Otero, Gabriel Celaya, Ángel González y Jaime Gil de Biedma.
2. MIGUEL HERNÁNDEZ (I)
(Orihuela, 1910 - Alicante, 1942) destacó por la hondura y autenticidad de sus versos, reflejo de su compromiso
social y político.
Nacido en el seno de una familia humilde y criado en el ambiente campesino de Orihuela, de niño fue pastor de
cabras y no tuvo acceso más que a estudios muy elementales, por lo que su formación fue autodidacta.
Su interés por la literatura lo llevó a profundizar en la obra de algunos clásicos, como Garcilaso de la Vega o Luis
de Góngora, que posteriormente tuvieron una marcada influencia en sus versos, especialmente en los de su etapa
juvenil. También conoció la producción de autores como Rubén Darío o Antonio Machado. Participó en las
tertulias literarias locales organizadas por su amigo Ramón Sijé, encuentros en los que se relacionó con la que
luego fue su esposa e inspiradora de muchos de sus poemas, Josefina Manresa.
Con veinticuatro años viajó a Madrid y conoció a Vicente Aleixandre y a Pablo Neruda; con este último fundó la
revista Caballo Verde para la Poesía. Las ideas marxistas del poeta chileno tuvieron una gran influencia sobre el
joven Miguel, que se alejó del catolicismo e inició la evolución ideológica que lo condujo a tomar posiciones de
compromiso beligerante durante la Guerra Civil.
Tras el triunfo del Frente Popular colaboró con otros intelectuales en las Misiones Pedagógicas, movimiento de
carácter social y cultural. En 1936 se alistó como voluntario en el ejército republicano. Durante la contienda
contrajo matrimonio con Josefina Manresa. El fallecimiento de su primer hijo (1938) y el nacimiento del segundo
(1939) se añadieron como motivo inspirador de su obra poética.
3. MIGUEL HERNÁNDEZ (II)
OBRAS:
◦ El rayo que no cesa (1936): la vida, la muerte y el amor (éste como hilo conductor del poemario) son los
ejes centrales de un libro compuesto mayoritariamente por sonetos y deslumbrante en su conjunto,
aunque destaca alguna elegía como la dedicada a la muerte de Ramón Sijé, escrita en tercetos
encadenados y considerada una de las más importantes de la lírica española de todos los tiempos.
◦ Durante la Guerra Civil cultivó la llamada poesía de guerra: su fe republicana se plasmó en una serie de
poemas reunidos en Viento del pueblo (1937), que incluyó la "Canción del esposo soldado", dirigida a
su mujer, y otras creaciones famosas, como "El niño yuntero".
◦ Mientras se hallaba en la cárcel escribió Cancionero y romancero de ausencias, donde hizo uso de
formas tradicionales de la poesía popular castellana para expresar en un estilo conciso y sencillo su
hondo pesar por la separación de su mujer y sus hijos y la angustia que le producían los efectos
devastadores de la guerra. Poema: “Nanas de la cebolla”.
4. AÑOS 40: POESÍA ARRAIGADA
La Guerra Civil (1936-1939) había causado que España se dividiera en dos (los
vencidos y los vencedores). De la parte de los vencedores (triunfo del
General Francisco Franco) nació este tipo de poesía, de formas tradicionales y
búsqueda del equilibrio. Expresa optimismo ante la vida. Los temas principales son el
amor, la familia, la religión, el paisaje... Sus autores tienen una visión luminosa y
supuestamente coherente y ordenada del mundo. Se autodenominan como la "juventud
creadora", contraria a cualquier enfoque negativo existenciales del resto de la poesía
existente en la época. Son también llamados garcilasistas por la revista Garcilaso, y
porque vuelven sus ojos a Garcilaso de la Vega y otros poetas clásicos. Sus formas son
muy clásicas, al menos técnicamente: sonetos, tercetos...
Leopoldo Panero: “Escrito a cada instante”.
Luis Rosales: “Larga es la ausencia”. La casa encendida
5. AÑOS 40: POESÍA DESARRAIGADA
Esta corriente conectó desde el principio y claramente con la poesía impura de preguerra y se
caracterizó por el desarraigo existencialista, la angustia vital, el nihilismo y el vacío, sentimientos
que vienen dados por distintas causas, pero la mayor sin duda la traumática experiencia de
la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial.
A esta poesía rehumanizada le corresponde un estilo duro, quebrado y violento, pero también
directo y sencillo, menos evasivo en los temas y menos preocupado por los arreglos estéticos.
Desdeña el estrofismo y el clasicismo propios de la poesía arraigada y del Garcilasismo y prefiere
como vehículo el verso libre o el versículo.
6. Dámaso Alonso
(Madrid, 1898-1990) Poeta y crítico español. Miembro como poeta de la llamada Generación
del 27, destacó además como eminente crítico, de fama mundial, por sus estudios estilísticos.
Fue alumno de Ramón Menéndez Pidal en el Centro de Estudios Históricos, lugar que
desempeñó una función básica en su vasta y profunda formación intelectual. Enseñó lengua y
literatura españolas, tanto en universidades extranjeras como nacionales: Berlín, Cambridge,
Valencia (1933-1939) y Madrid (1939-1968).
Hijos de la ira (1944) se considera su obra mayor. En ella el poeta lanza un grito de angustia y
cólera ante el espectáculo de dolor y miseria que ofrece el mundo circundante. Dominado por
esos sentimientos, el libro ofrece una visión cruel y amarga de la vida, metaforizada como un
"horrible viaje" o una "pesadilla sin retorno".
Poemas: “Insomnio” y “Mujer con alcuza”.
7. AÑOS 40: POESÍA VANGUARDISTA
POSTISMO: "El ismo que viene tras todos los ismos". Con esta denominación querían significar
que este movimiento venía a ser la síntesis de todas las vanguardias literarias precedentes.
Carlos Edmundo de Ory: “En un café”.
CÁNTICO fue el nombre que recibió un grupo de artistas, fundamentalmente poetas (pero
también pintores), que publicaron en 1947 una revista con ese título, Cántico, en Córdoba. Sus
miembros más destacados fueron los poetas Pablo García Baena, Ricardo Molina, Julio
Aumente, etc.
8. AÑOS 50: POESÍA SOCIAL
Los integrantes de este movimiento ven la poesía como un instrumento para intentar cambiar el
mundo, denunciar la realidad que les rodea y concienciar a sus lectores de la injusticia social. La
poesía social busca la defensa de los débiles y desamparados.
9. Blas de Otero
(Bilbao, 1916 - Madrid, 1979) Poeta español. Su obra, que parte de la angustia metafísica para
desembocar en lo social y testimonial, es una de las más importantes de la lírica de posguerra, y un
ejemplo del llamado "exilio interior" que caracterizó a buena parte de la resistencia contra el
franquismo ejercida desde la propia España.
Ancia es quizá la mejor parte de su obra: poesía bronca y "desarraigada" (en calificación de su
prologuista Dámaso Alonso), de imprecación religiosa y de intensa desolación existencial; expresión
asimismo de una poderosa energía verbal, con predominio de formas clásicas (en especial el soneto),
agresiva imaginería y juegos conceptistas, coexistencia de niveles léxicos dispares (culto, coloquial),
hábil recurso a la armonía imitativa, empleo del collage. Esta lengua poética singularizará siempre su
poesía, a pesar de los cambios.
Pero fue Pido la paz y la palabra (1955) el libro que señaló más claramente un cambio de rumbo en
su lírica, que a partir de ese momento puso en segundo plano su escepticismo existencial para
proclamar una nueva fe en la solidaridad humana y afirmar la necesidad de la esperanza salvadora.
◦ “Pido la paz y la palabra”.
◦ “A la inmensa mayoría”.
10. Gabriel Celaya
(Seudónimo de Rafael Múgica Celaya; Hernani, 1911 - Madrid, 1991) Poeta español, uno de los más
representativos de la poesía social de los cincuenta. Cursó el bachillerato en San Sebastián y la
carrera de ingeniero industrial en Madrid. En esta última ciudad vivió en la Residencia de
Estudiantes, experiencia que dejó en él un recuerdo imborrable. Sus primeras tentativas como poeta
no fueron aceptadas en modo alguno por su familia, razón por la cual eligió escribir con seudónimo.
Su producción, adscrita a la corriente de poesía social, es la expresión de experiencias colectivas,
cargada siempre de un propósito de denuncia para el cual recurre a un deliberado prosaísmo. Autor
muy prolífico, de casi un centenar de obras: Las cartas boca arriba (1951), Cantos iberos (1954),etc.
◦ “La poesía es un arma cargada de futuro”.
11. AÑOS 60: GRUPO POÉTICO DE LOS 50
Unen la reivindicación social con una nueva lírica y preocupación por el lenguaje, así como
incorporan reflexiones metafísicas y filosóficas. No siguen, por ello, una línea academicista. Les
liga su condición de intimistas.
El periodo coincide con una cierta apertura del régimen franquista y con la traducción por vez
primera de muchas obras de autores extranjeros como T. S. Eliot o Paul Celan. La mayor parte de
estos autores se agrupan en círculos de amigos en las ciudades de Madrid o Barcelona.
12. Blas de Otero. José Agustín Goytisolo. Ángel González. José Ángel Valente. Alfredo Castellón (i-d,
detrás).
Jaime Gil de Biedma. Alfonso Costafreda. Carlos Barral. José Manuel Caballero Bonald (i-d, delante).
13. Ángel González
(Oviedo, 1925 - Madrid, 2008) Poeta español. Adscrito a la Generación del 50, el tono irónico de su obra
implica la superación de la poesía social de posguerra. Hijo y nieto de enseñantes, estudió Magisterio en
su ciudad natal mientras cursaba la carrera de Derecho como alumno libre, obteniendo el título de
licenciado en 1949.
Su recurso al escepticismo y la ironía como instrumentos de crítica de la sociedad española destacaba ya
en su obra Áspero mundo. Era un medio de eludir la censura.
Una selección de los poemas recogidos en Tratado de urbanismo (1967) anunció la segunda etapa en la
poesía del autor, caracterizada por una disminución del contenido narrativo y una mayor atención a lo
esencial e íntimo.
A partir de 1968 utilizó el título de Palabra sobre palabra para las sucesivas ediciones de su obra
acumulada.
◦ “Inventario de lugares propicios al amor”.
◦ “Eso era amor”.
◦ ”Todo amor es efímero”.
14. Jaime Gil de Biedma
(Barcelona, 1929 - id., 1990) Poeta español. Destacado representante de la Generación del 50 y unido por razones de
afinidad intelectual y de amistad con algunos de sus miembros (en especial Carlos Barral y el poeta en catalán Gabriel
Ferrater), su poesía se inspira, con arriesgada sinceridad, en la experiencia civil y en su historia personal. La expresión
franca y libre de convenciones con que aborda los temas (entre ellos, y fundamental, el erótico), la ironía o el
escepticismo inteligentes de que hacen gala sus versos, la andadura narrativa y el toque de sabio prosaísmo son virtudes
que justifican el papel sumamente destacado que ocupa en la poesía moderna, a pesar de la brevedad de su producción.
Nacido en una familia de la alta burguesía, realizó estudios de derecho y estuvo a punto de ingresar en la carrera
diplomática. Trabajó en una importante empresa de tabacos que lo llevó a residir largas temporadas en Filipinas. Su
primer libro de versos importante fue Compañeros de viaje (1959), en el cual el magisterio de Luis Cernuda y W. H.
Auden sirvieron al autor para trascender los enfoques de la poesía social de aquellos años, y aportar un punto de vista
distanciado, subjetivo e irónico.
En las obras siguientes, Moralidades (1966) y Poemas póstumos (1969), se acentuó esta tendencia: ofreció una visión
sarcástica de la clase burguesa y criticó la historia reciente de España desde su propia experiencia, con una voz personal a
la vez desencantada y lúcida. Recurrió a un lenguaje coloquial que en ocasiones puede parecer prosaico, y desgranó así
sus temas preferidos: el universo de la infancia, el amor entendido como un impulso hedonista y el paso del tiempo.
Sus tres principales libros de poemas fueron agrupados, junto con algunas composiciones nuevas, en Las personas del
verbo (1975).
◦ “Contra Jaime Gil de Biedma”.
◦ “Antes de ser maduro”.
◦ “No volveré a ser joven”.
16. A PARTIR DE LOS AÑOS 70
Los Nueve novísimos poetas españoles es un libro del crítico José María Castellet (1926-2014)
publicado en Barcelona en 1970, en el cual reúne obras de los poetas que consideraba como los más
renovadores.
Incluye a Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, José María Álvarez, Pere Gimferrer,
Félix de Azúa, Vicente Molina Foix, Guillermo Carnero, Ana María Moix y Leopoldo María Panero
(“Diario de un seductor”).
Algunas de las características presentes en sus obras son:
◦ Ruptura con la poesía anterior.
◦ Influencia del modernismo, vanguardismo y simbolismo.
◦ Exhibicionismo cultural.
◦ Preocupación por el lenguaje.
◦ Empleo de la escritura automática.
Ejemplos
17. A PARTIR DE LOS AÑOS 70
La otra sentimentalidad o La nueva sentimentalidad o incluso La poesía de la experiencia, es el
concepto poético nacido en Granada en el año 1983 de la mano de tres poetas: Luis García
Montero, Javier Egea y Álvaro Salvador.
El concepto de otra sentimentalidad se queda en un nivel local y al ampliar los poetas que adoptan
los presupuestos, el término también se amplía y acaba integrándose en la poesía de la experiencia. Y
es que no solo hubo poetas granadinos, sino que también los hubo gallegos: Ramiro Fonte;
catalanes: Joan Margarit; valencianos: Vicente Gallego o Carlos Marzal; gaditanos: Felipe Benítez
Reyes; madrileños: Benjamín Prado; ...
En la actualidad, este concepto de otra sentimentalidad ha ido desapareciendo, pero los dos poetas
que aún siguen vivos continúan, de una forma u otra, fieles a los presupuestos teóricos iniciales. Y es
que la poesía no es cosa de héroes, sino de gente de la calle. La poesía es para todos, no solamente
para un grupo reducido. A un nuevo momento histórico, un nuevo concepto. Y la otra
sentimentalidad lo deja claro: la experiencia de una persona se integra en la experiencia colectiva.
Luis Alberto de Cuenca: “El desayuno”.
Luis García Montero: “Impertinencias”.