El poema resume la historia de los dioses aztecas y su creación del mundo. Describe a los dioses principales como Ometecuhtli y Omecíhuatl, creadores de todo, y a dioses específicos como Tláloc, Chalchiuhtlicue, Xiuhtecuhtli y Quetzalcóatl. También habla de cómo los españoles destruyeron los templos y cambiaron la religión y lengua de los aztecas al cristianismo y el castellano. El poema finalmente bautiza al mar que existía antes

1. Monterrey, Nuevo León, Lunes 31 de Agosto del año 2,009 Por: Alma Leal Poema dedicado al maestro Lucio Lara Plata. Mi maestro Coordinador del Diplomado de Museología, Museografía y Gestión de Museos, 2ª. Edición, impartido en Monterrey, Nuevo León, México. De Marzo del 2,009 a Marzo del 2,010. (Año del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución). EN UN ATARDECER En un atardecer, Sobre las olas del mar Para luego volver Se fue Por aquellas ondas inescrutables Del principio de los tiempos Para fundirse con los Dioses Por ellos mismos creados Y renacer Sus Dioses no hablan Son mudos, son de piedra Pero adentro de ellos y nosotros Late el espíritu ancestral. Tú y yo somos de carne y hueso, Sustentados por la semilla de la Madre Tierra Por Coatlicue, y Chicomecóatl, por Xilonen, Tláloc y su esposa Chalchiuhtlicue, Por todos sus Dioses de la Naturaleza. Xiuhtecuhtli, Tonatiuh, Huehuetéotl, Xochipilli y su esposa Xochiquetzal, Ehécatl Quetzalcóatl, el morador del Templo Redondo. Y nuestras dualidades, Quetzalcóatl, Tezcatlipoca, Huitzilopochtli, Nanahuatzin, Tecuciztécatl, Y por sus Dioses Creadores, Ometéhotl originario del Omeyocan, el desdoblado en 3, Ometecuhtli y Omecíhuatl, Creadores a su vez de la pareja primigenia, Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl, Padres de los 4 hijos Dioses, Arquitectos de nuestro mundo terrenal El de los 4 soles o etapas Vividos por ellos, revelados a nosotros Y testimoniado en sus Códices, los que nos cuentan, nos relatan de su historia Mexica. Y por sus Sacerdotes Guardianes de sus templos. Allí se hacía el Ritual de la vida, Del florecimiento, de los vivos, Del Sacrificio por sus Dioses, Y por Mictlantecuhtli, El que cuida el inframundo, El que recibe a los que logran salvar los 9 escalones hacia abajo, El lugar de los muertos, El que otorga un lugar al que merece ir acompañando al Dios Tonatiuh Al despuntar el alba en su recorrido hasta el Cenit, Acompañados por Xólotl, El perro azul, El gemelo precioso de Quetzalcóatl. Otras identidades nos denuncian como incrédulos de su Creación del mundo Y como buenos Curadores creamos y recreamos su mundo quitándoles sus Dioses Y otorgándoles otros de nuestra propia Creación. Nosotros, tú y yo, no somos ellos, Ni fuimos lo que somos, Ni somos lo que fuimos, Pero sí éramos lo que ellos fueron Y sí somos lo que ellos aún son y lo que ellos fueron. No te nombro para que no reaparezcas. Porque en nuestra propia Creación hay más vacío que sustento No existe justificación que reivindique el olvido en la memoria. Y a veces la memoria nos exige levantar a nuestros muertos Para que sus huesos nos sirvan de bastón y no nos encorvemos, Para caminar en una recta que no existe, Porque ya no está la alineación orientadora de las luces de sus Dioses, Nuestros Dioses del Pasado y del Presente. Porque son los mismos. Mientras el hombre nuevo del Quinto Sol perdure en esta Tierra. Y ahora nos piden que no los destruyamos Sabiendo de antemano que se pueden destruir hombres Pero no a éstos, sus Dioses verdaderos. Los Dioses de la Naturaleza están allí, Intrínsecos. Verdaderos como son, Ellos nos han creado Pero sólo algunos hombres merecedores, Los merecidos que creó Quetzalcóatl Pueden trascenderlos y representarlos y comprenderlos, Cuidarlos y respetarlos. Y aún así, Supieron ser humildes En su condición de hombres adoradores, Hombres obedientes a los designios de sus Dioses. Continuará……………………………….. EN UN AMANECER Se oye el llamado del caracol marino Se aspira el Copal, el incienso aromático Traído por Pochtecas desde la costa lejana Ya se apagan las lumbres de los Templos Para dejar que Tonatiuh y los Guerreros Anuncien su llegada con la luz anaranjada. En las canchas de pelota ya hacen su ceremonia de la guerra Y en el Calmécac, los estudiantes aprenden sus leyes Para llegar a ser los Jueces, Impartir la justicia de los Dioses Y cuidar a los Templos de la Gran Tenochtitlan. EN UN ANOCHECER La noche llegó de improviso Y su corazón latió desmesuradamente Al ver dos jades verdes centelleando su mirada El jaguar moteado originario de esta Selva Se volvió sobre sus pasos y siguiendo sus instintos Atacó en silencio y con sigilo a un desprevenido. EN LA CEREMONIA DE 52 AÑOS. En el centro de la Tierra, y en lo alto, en el Huizachtépetl, La Lumbre de la Hoguera…………….. …………………………..premonición Es todavía su tiempo, el del Fuego Nuevo Apuntando, anunciándose el atado de los años Y el entierro del dios Sol Tonatiuh a los 4 puntos cardinales. 5 días aciagos. La gente resguardada en su Calli Todo a obscuras, en silencio, sin teas, abandonados todos A la incertidumbre y a la esperanza colectiva Y luego la promesa del Huey Tlatoani Los Calendarios, los rituales adivinatorios, Tochtli, Calli, Técpactl, Ácatl Luna, Sol, Tierra, Siembra, Una nueva lengua………………………… …………………………..Premonición Los símbolos, los colores, amarillo, verde jade, Nombrados los 4 puntos cardinales con colores Negro, blanco, rojo, verde, amarillo Y en medio de todo El Dios Creador del Sol Xiuhtecuhtli Aparecen nuevos, Pintados con la cuenta de los días, los meses y los años Antiguos símbolos de los fundadores de la Gran Tenochtitlan Prometiendo certidumbre de vida plena para otro siglo, Manteniendo en secreto………………………la Premonición Que se volvió otro siglo, de otro tiempo, con otra gente, Los días aciagos llegaron El Fuego Nuevo no se los advirtió. Se truncó el tiempo, su tiempo, su fuego nuevo se volvió contra ellos E incendió sus corazones. Los Cuauhxicallis quedaron vacíos. Los Templos destruidos. La lengua náhuatl se volvió “Castilla” En los nuevos alumnos del Colegio Imperial de la Santa Cruz de Santiago Tlatelolco Se hizo el Sincretismo Tal como el Calendario de El Exiguo Suplió su historia con las fechas tomadas al Paganismo. Continuará………………….. ÚNICO MAR. DE CHALCHIUHTLICUE. Yo, Alma Minerva Leal Benavides Con mi nombre y apellidos, bautizada por mi Madre, te bautizo hoy. A tí, Mar Único, de Chalchiuhtlicue Porque antes no tenías nombre, y hoy no existes. Lo innombrable no lo conocemos, Y sin embargo, como dijo Galileo, estuvo allí. Cuando la tierra y las aguas luchaban entre sí Todavía no se vislumbraba Ometéohtl Ni Tláloc, ni su esposa Chalchiuhtlicue Quizá podríamos decir Que era un único mar. Toda el agua moviéndose sin diques, Sin tierra que la contuviera o le cerrara el paso. Con sus propias corrientes, viajaban del Golfo hacia el Norte, Siempre el Norte en la Tierra ha marcado nuestro rumbo Así como el Oriente ha propiciado la vida, el alimento, el maíz, Y el Ocaso nuestro tiempo de descanso temporal, Aunque el Sur nos contenga ya por siempre. Y en el centro Xiuhtecutli, en el 13avo. Cielo el Creador de todo Ometéhotl, en el 9º. Subsuelo, el inframundo, y en la entrada Mictlantecuhtli. También del cielo, Tláloc, propiciador de la lluvia, Y de las aguas contenidas en ríos, lagunas y mares interiores Su esposa Chalchiuhtlicue. Los tlaloques del Dios Tláloc de Teotihuacan La Ciudad donde se crearon los Dioses. Pero antes de su tiempo, en el tiempo verdadero De la Creación de la Tierra y de los Mares, Un único Mar Que no era ni el Pacífico, ni el Atlántico. Hace 90 millones de años la tierra fue ocupando Su lugar, llevadas sus islas donde hoy reposan Cuba, Puerto Rico, la antigua Guanahaní Y la antigua Hispaniola, entre otras. La tierra cerrando y dividiendo el Mar Único En el centro, uniendo tierra Norte con Sur Del Continente aún sin nombre Que bautizara en 1507 el alemán Waldsmüller En honor de Américo Vespucio. Unido por primera vez el Continente hace 3 millones de años Y al no tener el Mar un nombre propio Hoy en Septiembre del año 2,009 El día 4 de Septiembre y en honor a mi Madre De origen alemán como Waldsmüller Yo, su hija Alma Bautizo al mar inexistente Como el Mar Único, ó de Chalchiuhtlicue. FIN.