El documento argumenta que los padres divorciados tienen derecho a participar en la crianza de sus hijos. Actualmente, los jueces y fiscales limitan el tiempo que los padres, especialmente los padres hombres, pueden pasar con sus hijos después del divorcio a solo un fin de semana cada quince días y la mitad de las vacaciones escolares. El documento cuestiona las razones para esta práctica y afirma que la única solución justa es la custodia compartida que otorga a ambos padres igualdad de derechos y responsabilidades en la crianza