El documento describe el positivismo, una corriente filosófica del siglo XIX que sostiene que el único conocimiento válido es el científico, verificado por la experiencia. Surge en Francia de la mano de pensadores como Saint-Simon, Auguste Comte y John Stuart Mill, con el objetivo de estudiar científicamente a los seres humanos y la sociedad. Según esta filosofía, todas las actividades deben realizarse en el marco de los hechos reales, y el conocimiento se basa en la observación inductiva.