La falla de San Andrés es una zona de fractura entre las placas tectónicas del Pacífico y Norteamérica que se extiende desde el norte de California hasta el Golfo de California. La fricción entre las placas genera energía que se libera durante los terremotos. Los científicos creen que un gran terremoto podría ocurrir en los próximos 30 años a lo largo de la falla y causar daños masivos en Los Ángeles.