2. Vinculada con la edad, es una categoría
que remite a lo biológico.
La condición de edad, ya no permite
contener la complejidad de
significaciones vinculadas a la
adolescencia.
Es una categoría histórica y no
meramente biológica.
Los enclasamientos por edad ya no
poseen competencias y atribuciones
uniformes y predecibles
4. El adolescente es un extranjero de su
tiempo. Lo extranjero es una figura de lo
Otro, en el sentido de lo extraño… lo no
familiar.
Lo extranjero inquieta. Después, ante eso,
habrá diferentes respuestas.
La adolescencia, inquieta a los adultos (…)
también inquieta a los adolescentes.
5. Extranjero para sí:
Hay un real que empuja, el real de la
pubertad, y no se sabe qué hacer con
eso. Éste es el problema. Hay algo que
empuja al encuentro con el Otro sexo,
pero no se sabe cómo. Primer encuentro
con lo imposible de la relación sexual. La
inhibición, el acting out, el pasaje al acto,
son las respuestas más habituales (…) la
emergencia pulsional puede inquietar
tanto al adolescente como a los adultos
que están a su cargo.
6. Extranjero para los padres:
Para los padres, se trata del encuentro con
el niño que deja de ser, aquél que empieza a
presentarse como un desconocido.
Extranjero por momentos en su hogar,
extranjero a sus ojos. Tanto en sus
comportamientos como en el diálogo.
Momento de modificación del lazo que
existía.
7. Extranjero en lo social:
Las tribus urbanas son su manifestación
más evidente y signo de que inquietan es
que se hable tanto de ellas; en los medios
de comunicación, en los chistes, en las
conversaciones nostálgicas.
También existen versiones preocupantes
que patologizan o demonizan al
adolescente.
8. ¿Qué puede generar esta
extranjeridad en la
construcción del vínculo
pedagógico?
9. Lo extraño puede virar a lo siniestro, por
ejemplo, llevar a la xenofobia cuando se
interpreta lo extranjero como amenazante.
También con lo extranjero se puede
establecer una relación amable, por decirlo
de un modo simple. Incluso lo extraño,
puede, en su diferencia portar rasgos
atractivos (…) se puede idealizar.
Cada tiempo y cada comunidad genera sus
figuras de lo Otro, así como establece un
tipo de relación.
11. La adolescencia es una etapa de metamorfosis
en tiempos de metamorfosis.
Representa un enigma, tanto para el propio
adolescente como para la sociedad. Esa
característica enigmática es tratada en cada
época de manera diferente.
Es necesario concebir a los adolescentes como
sujetos plenos de derechos y de cuidados por
su condición de tales, es decir como sujetos
que puedan vivir sus vidas con dignidad en
términos de educación, salud, vivienda y
seguridad, dejando de lado perspectivas que
los piensan como aquello inacabado, como
pura carencia.
12. Si algo caracteriza lo adolescente en su
interrelación con lo adulto, es la búsqueda
de autonomía, de un espacio propio para
desarrollar la propia vida. Una búsqueda de
autonomía que supone recorridos marcados
por las condiciones de época.
La búsqueda de autonomía no se reducen a
tener trabajo, independencia económica y
emancipación familiar con nuevo domicilio,
sino a un conjunto de decisiones en
diferentes ámbitos de la vida individual y
social
14. Metáfora:
Compara la metamorfosis de la adolescencia
con la perforación de un túnel que se excava
por sus dos extremos simultáneamente, por un
lado el mundo infantil y por el otro el mundo
adulto. Atravesar este túnel implica una
transformación, cambios que van ocurriendo en
las elecciones de objeto y en la construcción de
nuevas identificaciones. Cada adolescente va a
vincularse a una experiencia subjetiva y a una
vivencia particular y por lo tanto no se puede
estandarizar ni generalizar su modalidad o la
forma que adquirirá su desenlace.
16. La adolescencia no es una enfermedad,
es una etapa entre los sueños de la
niñez y las realizaciones del adulto,
durante la cual el adolescente descubre
lo que hubo de fracasado en la
generación anterior.
17. Entendía al adolescente en un contexto y en
una relación con los adultos.
La crisis abarca a unos y a otros: el adulto
que es capaz de afrontar los
cuestionamientos que le impone el
adolescente sale transformado de ese
encuentro, de los efectos de ese conflicto.
Afrontar no es soportar pasivamente, ni
reprimir. Es acompañar. Ejemplo, ofrecerle a
un adolescente nuestra presencia física,
atención, mirada, apoyo, ponerse a la
escucha, permitirse ser interpelado.
19. Es un tiempo de crecimiento, de tentativas
no regladas, de búsquedas incesantes (…) a
los adolescentes algunas cosas les quedan
demasiado chicas, otras, demasiado
grandes.
21. La adolescencia es una crisis vital (…)
donde las posibilidades se multiplican,
siempre y cuando podamos entrar en
esa crisis (…) Requiere, para entrar en
ella, ciertos contextos que hagan
tolerable esa situación de cambio.
25. El joven, para los adultos, es una metáfora
inquietante. Nos remite a aquello que nosotros
ya no somos. Ellos son los que fuimos o
quisimos ser cuando éramos jóvenes. Aparecen
así generando en nosotros lo temible de la
ambivalencia: por un lado nos fascinan y por
otro nos resultan repelentes (…) Los jóvenes de
hoy nos repelen en tanto son testigos. Ellos dan
testimonio en nuestro interior de proyectos
frustrados, de creatividades castradas, de
deseos insatisfechos, de ideales negociados,
de fantasías destrozadas.
27. Es el período de pasaje que separa a la
infancia de la edad adulta y tiene como
centro la pubertad.
Simbólicamente representa un segundo
nacimiento.
28. Sus límites son vagos. El estado de
adolescencia se prolonga según las
proyecciones que los jóvenes reciben de
los adultos y según lo que la sociedad les
impone como límites de exploración. Los
adultos están ahí para ayudar a un joven a
entrar en las responsabilidades
29. El complejo
de la langosta
“LAS LANGOSTAS, cuando cambian de
caparazón, pierden primero el viejo y
quedan sin defensa por un tiempo,
hasta fabricar uno nuevo. Durante ese
tiempo se hallan en gran peligro. Para
los adolescentes viene a ser la misma
cosa...” El peligro es que siempre hay
congrios dispuestos a devorárselas.
31. Propone pensar la adolescencia como
una “travesía”.
Con el término travesía, intenta hacer
énfasis en el camino, en el deambular y
el destino es incierto”.
33. Sospecha… ha dejado o está dejando de
ser una etapa del ciclo vital para
convertirse en un modo de ser que
amenaza por envolver a la totalidad del
cuerpo social.
35. Cronológicamente, es el lapso
comprendido desde aproximadamente los
12/13 años hasta los primeros años de la
tercera década, con grandes variaciones
individuales y culturales.
37. Definen a la juventud, como etapa de la
vida, aparece particularmente diferenciada
en la sociedad occidental sólo en épocas
recientes; a partir de los siglos XVIII y XIX
comienza a ser identificada como capa
social que goza de ciertos privilegios, de
un período de permisividad, que media
entre la madurez biológica y la madurez
social.
38. Según Urresti (2008) comprender a los
jóvenes actuales, exige abandonar
comparaciones para dejar de juzgarlos
por lo que hacen o dejan de hacer
respecto a los jóvenes de generaciones
anteriores, y pensarlos “(…) en su
relación con la situación histórica y
social que les toca vivir, pues más que
de un actor se trata de un emergente”, a
partir de nuevas formas de enlace al
semejante – adultos y pares.
39. Video para la reflexión
“CONOCES MI NOMBRE. NO MI
HISTORIA”