El documento define el relativismo filosófico como la posición que defiende que no existen hechos o principios universales compartidos por todas las culturas. Explica que los críticos piensan que es posible discernir algunos valores humanos compartidos entre culturas. Finalmente, discute que aunque el relativismo se aplique a decisiones de conducta, los principios éticos y derechos humanos son valores comunes a todos los hombres independientemente de cultura o decisión mayoritaria.