La convivencia debe regirse por valores éticos y cívicos que reconocen los derechos iguales de todas las personas y promueven la justicia social. La sociedad es plural debido a la libertad humana, lo que puede generar conflictos. Sin embargo, vivir de acuerdo con valores como el conocimiento mutuo y la cooperación permite resolver conflictos pacíficamente y crear nuevas formas de convivencia donde se escucha y acepta a todos.