El poema celebra la victoria de la vida, el amor y la paz sobre la muerte, el odio y la violencia. Pide que se derrame el espíritu sobre la gente para que haya paz, canto y alegría, y para que se levanten los pobres liberados. También pide que los hombres canten nuevas canciones, que las mujeres determinen su destino, y que los niños jueguen libremente. Concluye pidiendo que América sea un solo pueblo resucitado y renovado en Cristo.

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Pregón por la Vida
Gilmer Torres Ruiz
Danos la paz, el canto y la alegría
danos el aire, el fuego y la poesía.
Embriagadnos en la danza de la vida
acudid a mis venas y a mi boca,
hablad por mis palabrasy mi sangre.
En esta noche
la vida triunfó sobre la muerte.
Que amanezca el sol sobre los campos
que despierten los que duermen en la noche
que la vida estremezca nuestros cuerpos
que se abran las tumbas de los muertos.
Que la tierra germine nuevos surcos
que los pobres se sacien de sus frutos
que se alcen los rostros humillados
que se paren los pueblos conquistados.
¡Que se levanten los pobres liberados,
que se levanten!
Danos la paz, el canto y la alegría
En este día,
el amor triunfó sobre el odio.
Que los hombres susurren nuevos cantos
que se acaben todos sus quebrantos
que las mujeres alumbren su destino
que sus manos construyan el camino.
Que los niños jueguen con la brisa
que sus ojos dibujen su sonrisa
que desborden los espacios siderales
la ternura y el fulgor de sus cristales.
¡Que se derrame el Espíritu en nosotros,
que se derrame!
Danos la paz, el canto y la alegría
En esta hora,
la paz venció a la violencia.
Que se borren las distancias, las fronteras
que se acaben los colores, las banderas
que haya trigo en los campos de batallas
que las flores adornen las murallas.
Que bebamos agua fresca en el arroyo
que podamos respirar el aire puro
que se encuentren las miradas fraternales
que se estrechen las manos amigables.
¡Que nuestra América sea
un solo pueblo resucitado!
«El que está en Cristo
es una criatura nueva.
todo lo antiguo ha pasado;
todo se hizo nuevo»