La payamédica María Cristina Severini eligió su profesión porque reunía su amor por el arte, el hospital y el aspecto social y solidario. Se siente satisfecha cuando ayuda a los pacientes, y sabe qué hacer con cada uno tras revisar su historia clínica y social. Lo que más le gusta es ver cómo los pacientes mejoran su estado de ánimo y tolerancia al tratamiento médico gracias a su trabajo. El momento más lindo fue ayudar a una paciente durante dos años hasta su recuperación completa.