Un ecosistema se compone de la biocenosis (conjunto de seres vivos), el biotopo (lugar geográfico) y las relaciones entre sus componentes. Los organismos se adaptan a factores ambientales como la temperatura y se defienden de predadores mediante camuflaje, veneno u otras adaptaciones. Dentro de un ecosistema, los organismos interactúan a través de relaciones tróficas como productores, consumidores y descomponedores, formando cadenas y redes tróficas interconectadas.