La sonda Phoenix aterrizó con éxito en las planicies árticas de Marte, donde envió las primeras imágenes de esta región mostrando un terreno con forma de polígonos quebrados y patrones similares a los de las regiones glaciares en la Tierra, lo que indica la posible presencia de hielo debajo de la superficie. Phoenix comenzará una misión de 90 días para analizar si la región polar norte tiene condiciones para el surgimiento de vida.