La ingeniería industrial y las tecnologías de la información (TI) se complementan para ayudar a las empresas manufactureras a mantenerse competitivas. Las TI permiten optimizar procesos como la cadena de suministro y la productividad de la línea de producción al identificar y corregir ineficiencias de manera más rápida y económica que los métodos tradicionales. Existe un beneficio mutuo entre la ingeniería industrial y las TI, ya que las técnicas de la primera requieren de las segundas para implementarse plenamente en el mundo real.