La ley de la demanda establece que, si no cambian las demás variables, la cantidad demandada de un bien disminuye a medida que aumenta su precio. Se representa mediante una curva de demanda decreciente, que muestra la relación negativa entre el precio y la cantidad demandada: a mayor precio, menor demanda. La pendiente negativa de la curva refleja que, ceteris paribus, los consumidores procuran adquirir menos de un bien ante incrementos en su precio.