Los primeros auxilios son medidas urgentes aplicadas a víctimas de accidentes o enfermedades repentinas para aliviar el dolor y evitar un empeoramiento hasta recibir atención médica. Incluyen acciones como no mover a la víctima, realizar respiración boca a boca en caso de asfixia, enfriar y cubrir quemaduras, diluir venenos ingeridos y hacer beber líquidos a alguien deshidratado.