1. Proactividad y autoconciencia
“No conozco ningún hecho mas alentador que la
incuestionable capacidad del hombre para dignificar su
vida por medio del esfuerzo consciente”
Henri David Thoreau
El hombre ha vivido durante años en constante
interacción con otras personas, ambientes y seres, cada uno
tiene una reacción distinta ante los diferentes sucesos que se
dan en dichas interpelaciones.
Cuando el hombre se toma un minuto para anali-
zar, reflexionar y someter los sentimientos a un juicio críti-
co, se lleva a cabo un proceso de AUTOCONCIENCIA; es
la aptitud para pensar en los propios procesos del pensa-
miento. Esta es la razón de que el hombre posea el dominio
de todas las cosas del mundo y de que pueda realizar pro-
gresos significativos de generación en generación, y es por
eso que podemos evaluar y aprender de las experiencias de
los otros tanto como de las nuestras.
La autoconciencia permite alejarse para examinar
el modo en que se “ve”: ver los paradigmas de nosotros
mismos para determinar si son principios basados en la
realidad o están en función de condiciones pues esto es
fundamental para la efectividad.
El hombre como ser social encuentra reflejado en
sus paradigmas cierto grado de condicionamiento que deter-
mina su comportamiento y sobre el que no se tiene ningún
control.
Teorías del determinismo
Existen tres teorías deterministas que tratan de
explicar la naturaleza del hombre:
El determinismo genético: dice que la naturaleza
del comportamiento se debe a los abuelos, debido a que el
ADN pasa de generación en generación.
El determinismo psíquico: propone que el com-
portamiento se debe a los padres, pues su educación y sus
experiencias infantiles establecieron lo esencial de sus ten-
dencias personales y la estructura de carácter.
El determinismo ambiental: dice que su mapa de comporta-
miento está influido por alguien o algo de su ambiente que
es responsable de su situación.
“Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento”
Eleonor Roosevelt
Los anteriores planteamientos que tratan de describir la
naturaleza humana, se basan en la teoría de estimulo respuesta de
Pablov, la cual supone que se está condicionado para responder de
un modo particular a un estimulo concreto. Esta propuesta no da
cabida a la autoconciencia, la imaginación, la conciencia moral y la
voluntad independiente, que son privilegios humanos que permiten y
otorgan la libertad de elegir; esto supone las bases del modelo reacti-
vo.
Ser reactivos significa que reaccionamos y nos sentimos
afectados y mal humorados por el clima, por las calificaciones de
nuestros hijos, por la inflación. Si nuestro entorno está bien, noso-
tros estamos bien, si nuestro entorno está mal, nosotros reacciona-
mos automáticamente como consecuencia de lo que sucede a nuestro
alrededor.
Todo esto parece chiste, pero si nos sentamos a reflexionar
más a fondo descubriremos con decepción la cantidad de cosas que
nosotros permitimos que nos afecten durante el día, durante las se-
manas y en el transcurso de nuestras vidas.
Modelo Proactivo
"Gracias a la proactividad no somos esclavos de las ac-
ciones que sobre nosotros se efectúan, sino libres ejecutores de
nuestra conducta..."
Stephen Covey
La proactividad consiste en el desarrollo autoconsciente de
proyectos creativos y audaces para la generación de mejores oportu-
nidades. Se trata de tomar un sueño y realizar todas las acciones que
sean necesarias para que se pueda cumplir.
Como seres humanos somos responsables de nuestras
propias vidas. Nuestra conducta es una función de nuestras decisio-
nes y no de nuestras condiciones. Podemos subordinar los senti-
mientos a los valores. Tenemos la iniciativa y la responsabilidad de
hacer que las cosas sucedan, “responsabilidad” hace alusión a las
palabras “responder” y “habilidad”, es decir, tenemos la habilidad
para elegir la respuesta a las distintas situaciones que se presentan.
La conducta es un producto de elección consciente del hombre; se
basa en valores y no es el producto de las condiciones ni está funda-
da en el sentimiento.
Lo anterior son las bases de la Proactividad; las personas
proactivas se caracterizan por llevar consigo su propio clima, poseen
la capacidad de subordinar los impulsos a los valores, se mueven por
valores cuidadosamente meditados, seleccionados e internalizados.
Modelo Reactivo También las personas proactivas se ven influenciadas
por los estímulos externos (sean físicos, sociales o psicológicos)
pero su respuesta a los estímulos, consciente o inconsciente, es
una elección basada en valores.
Cuando una persona vive con Proactividad comprende
que lo que hiere o daña no es lo que sucede sino su respuesta a
lo que le sucede; de hecho las experiencias más difíciles se con-
vierten en los crisoles donde se moldea el carácter y se desarro-
llan las fuerzas internas, la libertad para abordar circunstancias
difíciles en el futuro y para inspirar a otros la misma conducta.
La naturaleza básica del hombre consiste en actuar, no
que se actúe sobre él. Esto le permite elegir sus respuestas a cir-
cunstancias particulares, y además le otorga poder para crear
ciertas circunstancias.
Tomar la iniciativa significa reconocer la responsabili-
dad de hacer que las cosas sucedan, es decir que uno mismo es
quien tiene la responsabilidad de actuar y las consecuencias en
cuanto al desarrollo y las oportunidades dependen de que se siga
una u otra ruta.
Haciendo una analogía con el área de computación, ser
proactivo quiere decir que “usted es el programador”.
Círculos de influencias y de preocupación
La Proactividad se puede evaluar tomando conciencia
de la forma en que invertimos nuestro tiempo y nuestra energía,
los cuales son usados según las preocupaciones que aquejan al
hombre. Estas preocupaciones se pueden dividir en dos:
Las preocupaciones sobre las cuales no tenemos ningún control
real, que conforman el llamado “ Circulo de preocupación “
Las preocupaciones sobre las cuales se puede influir, que con-
forma el “Circulo de influencia”
Las personas proactivas se centran en el circulo de
influencia, pues es allí donde se sitúan las cosas con respecto a
las cuales se puede hacer algo, se centran en su paradigma y nace
una energía que hace crecer el circulo de influencia y así influir
en las condiciones.
La palabra paradigma se refiere al
modo en que vemos el mundo según nuestra
percepción, comprensión, interpretación;
hace alusión a los modelos mentales o mar-
cos de referencia de cada persona.
2. PROACTIVIDAD
Y
AUTOCONCIENCIA
PRINCIPIOS DE AUTOADMINISTRACION PERSONAL
Tomado del libro de Stephen R. Covey,
Los 7 Hábitos de la gente altamente Efectiva
Avenida Santa Rosa #12975, La Pintana,
teléfonos 3896659-6664-6653
Correo electrónico : sbienestar@pintana.cl
INFORMATIVO Nº 04/2010
Dado que nuestras actitudes y conductas fluyen de
nuestros paradigmas, si las examinamos utilizando la autocon-
ciencia, a menudo descubrimos en ellas la naturaleza de nuestros
mapas de comportamiento subyacentes.
El lenguaje, por ejemplo, es un indicador fiel del grado
de proactividad o reactividad que poseen las personas. El lengua-
je de las personas reactivas las absuelve de responsabilidades o
en su defecto busca transferirlas. El problema del lenguaje reac-
tivo es que se convierte en una profecía de autocumplimiento.
Refuerza el paradigma de que estamos determinados. La gente se
siente impotente y privada de su autocontrol, alejada de su vida y
de su destino. Culpa a fuerzas externas como personas, circuns-
tancias e incluso a los astros de su propia situación. El lenguaje
proactivo expresa seguridad, confianza en si mismo. Las perso-
nas proactivas asumen responsabilidades, son listas, se mueven
por valores, interpretan la realidad y saben lo que se necesita.
Control directo, indirecto e inexistencia de control
Todas las personas se ven afectadas por problemas de
diferente índole, los que caben en una de tres áreas posibles:
Area de control directo: Involucra la conducta propia. Este tipo
de problemas se resuelven trabajando sobre sus hábitos.
Area de control indirecto: Involucra la conducta de otras perso-
nas. Estos problemas se trabajan cambiando los métodos de in-
fluencia y aprendiendo nuevas técnicas de influencia humana.
Area de inexistencia de control: Se refiere a los problemas
acerca de los cuales no podemos hacer nada, suponen asumir la
responsabilidad de modificar nuestras actitudes.
Si bien el hombre es libre de elegir sus acciones, no lo
es para elegir las consecuencias de éstas, las cuales se encuentran
fuera del círculo de influencia, en el círculo de la preocupación,
y al estar gobernadas por leyes de la naturaleza cualquier cosa
puede suceder. Se pueden cometer aciertos pero también grandes
errores. El enfoque proactivo de un error consiste en reconocer-
lo instantáneamente, corregirlo y aprender de él, convirtiendo
instantáneamente el fracaso en éxito.
El hombre al elegir su respuesta a las circunstancias
influye poderosamente en estas. Al trabajar sobre el circulo de
influencia se logra que las metas o propósitos se tornen alcanza-
bles de manera que conlleve al éxito, pues el éxito no depende
de las circunstancias sino de la respuesta que se le da a estas.
El círculo de influencia logra ampliarse cuando se
actúa con proactividad, cuando el motor interno de cada persona
es movido por valores y no por sentimientos.
El enfoque proactivo consiste en cambiar de adentro hacia
afuera, ser distinto y de esta manera provocar un cambio positivo en
lo que esta afuera, esto se logra gracias a la habilidad de controlar
nuestras vidas y de influir poderosamente en nuestras circunstancias
trabajando sobre el ser. El círculo de influencia está lleno de “ser”:
puedo ser más paciente, ser sensato, ser cariñoso. El foco esta en el
carácter.
Por otro lado el circulo de preocupación está lleno de
“tener”: estaré contento cuando tenga un automóvil, si tuviera un
jefe menos estricto, si tuviera una novia mas linda. Con el enfoque
reactivo siempre se piensa que el problema está allí afuera y el para-
digma de cambio que se tiene es de afuera hacia adentro; entonces lo
que está afuera tiene que cambiar antes que cambiemos nosotros.
En este punto es sumamente importante asumir con inte-
gridad los compromisos consigo mismo y con los demás pues son la
esencia de nuestra proactividad
Gracias a las dotes humanas de la autoconciencia y la
conciencia moral, advertimos áreas de debilidad, áreas que hay que
mejorar, áreas de talento que deben desarrollarse, áreas que hay que
cambiar o eliminar de nuestras vidas. Cuando reconocemos y utiliza-
mos nuestra imaginación y nuestra voluntad independiente para
actuar sobre la base de esas percepciones (haciendo promesas, esta-
bleciendo metas y siéndoles fieles) adquirimos la fuerza del carácter
como rasgo de nuestra personalidad haciendo posible todas las otras
cosas positivas de nuestras vidas.
La autoconciencia es el análisis y reflexión critica acerca
de las circunstancias que nos afectan, la cual se basa en los paradig-
mas que se han instalado en la mente del hombre. La imaginación es
la capacidad para ejercer la creación en nuestras mentes, yendo mas
allá de la realidad presente. La conciencia moral es una percepción
interior e individual de lo correcto e incorrecto, de los principios que
gobiernan nuestra conducta, y de la medida en que nuestros pensa-
mientos y acciones están en armonía con dichos principios. La vo-
luntad independiente es la capacidad de actuar sobre la base de nues-
tra autoconciencia, libre de cualquier otra influencia.
Aquí se encuentran dos modos de tomar el control de
nuestras vidas, podemos hacer una promesa y mantenerla o estable-
cer una meta y trabajar para alcanzarla. Al proceder de ésta forma se
tiene conciencia del autocontrol, el coraje y la fuerza de aceptar más
responsabilidad por nuestras propias vidas.
Para terminar, es necesario saber que somos responsables
de nuestra propia efectividad, de nuestra propia felicidad, y, en ulti-
ma instancia, se diría que de la mayor parte de nuestras circunstan-
cias.
“ la fuente de la alegría debe brotar en la mente y quien conozca tan poco
la naturaleza humana como para buscar la felicidad en cualquier cosa que
no sea su propia disposición, malgastará su vida en esfuerzos infructuosos
y multiplicara las aflicciones que se propone suprimir”.
Samuel Johnson