El documento discute la percepción negativa que tiene la sociedad de los jóvenes y adolescentes, viéndolos como problemáticos, mal educados e irrespetuosos. Argumenta que factores personales como la falta de empleo y el abandono de los padres, así como factores sociales como los medios de comunicación y las políticas educativas deficientes, contribuyen a problemas de salud, autoestima y deterioro del entorno social entre los jóvenes.