El párrafo resume la obra "La Maldición" de 1894 de la escritora ecuatoriana Elisa Ayala González. Narra la historia de un joven que es engullido por un lagarto, lo que provoca que su familia caiga bajo una "maldición" y se vaya destruyendo poco a poco. Incluye una cita directa de la obra donde el padre maldice a su hijo antes de que muera.