Trypanosoma brucei presenta un desafío para el sistema inmunológico al cambiar frecuentemente sus antígenos, evadiendo así la respuesta de anticuerpos. También ataca específicamente a los linfocitos B e T, impidiendo su activación y paralizando la respuesta inmune mediada por células. Debido a que sus antígenos no son reconocidos, los linfocitos B y T no responden a la infección.