1. ¿Bio = saludable?
La Unión Europea emite una certificación para aquellos productos ecológicos que cumplen
determinados requisitos, principalmente que como mínimo el 95% de las materias primas
utilizadas provienen de agricultura ecológica. Esta certificación es obligatoria para todos
los productos preenvasados en los que se utilicen términos referentes a producción
ecológica, biológica u orgánica. En los países de la Unión Europea está prohibido poner en la
etiqueta de un producto la palabra ecológico, o cualquier sinónimo, sin que el producto esté
certificado y en consecuencia haya sido sometido a los controles pertinentes.
En general se define como “alimentos ecológicos”, también llamados orgánicos, naturales,
biológicos o bio, a aquellos que se obtienen sin la utilización de productos químicos y
respetando el medio ambiente.
Desde 2010, el logotipo ecológico garantiza la protección de los
consumidores y unos estándares comunes, y que los alimentos han
sido producidos y envasados como ecológicos en la Unión Europea.
Ahora bien, ¿podemos identificar este tipo de productos como saludables sin más? Por
quizás simple asociación, se tiende a pensar que sí. Sin embargo, el hecho de no utilizar
pesticidas químicos o criar ganado o aves pastando en libertad y sin medicamentos, por
ejemplo, no modifica las propiedades nutricionales esenciales de un alimento.
Luego debemos seguir mirando detalladamente las etiquetas nutricionales y no dejarnos
llevar por otros pictogramas, por verdes y evocadores que resulten.
Para saber un poco más:
https://ec.europa.eu/agriculture/organic/index_es
Fuentes:
www.ecobyo.com