1. La campaña Rompiendo el
silencio
Es un proyecto educativo de prevención
contra el abuso y la violencia domestica,
promovido anualmente por la Iglesia
Adventista del Séptimo Día en ocho países
sudamericanos (Argentina, Brasil, Bolivia,
Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay).
Rompiendo el Silencio se realiza en la
División Sudamericana desde el año 2002.
Evangelismo Relacional
y Público
3. 1.Orientar a las familias, padres e hijos, educadores y alumnos, sobre
el tema, aclarando en cuanto a sus derechos y alertando sobre su
necesidad de romper el silencio y buscar, junto a los órganos
competentes, el apoyo necesario.
2.Promover la paz para un mundo mejor mediante la distribución
de panfletos, revistas y seminarios, formando una opinión pública
que la violencia en la familia es inaceptable.
3. Rescatar los valores cristianos del amor y respeto al prójimo,
fortaleciendo a las familias, que son la base de los valores.
4. Cohibir abusadores.
5. Quitar prejuicios de las personas respecto de la iglesia.
6. Preparación de terreno para evangelizar.
5. RS: ¿Qué es violencia obstétrica?
Violencia Obstétrica es cualquier
acto o intervención dirigido a la
mujer embarazada, parturienta o en
puerperio, o a su bebé, que haya
sido practicado sin el
consentimiento explícito e
informado de la mujer/matrimonio
y/o sin respeto a su autonomía,
integridad física y mental, a sus
sentimientos, opciones y
preferencias.
6. A muchas se les niega el acompañante
en el momento del parto, lo que, en el
caso de Brasil, está garantizado por la
ley desde hace más de diez años.
Otras son humilladas verbalmente por
los profesionales cuando están sintiendo
dolor en las contracciones.
Muchos exámenes de toques sin
necesidad (procedimiento doloroso e
invasivo) quedan en ayunas sin poder
comer o tomar agua, deben estar
acostadas la mayoría del tiempo (en
muchos lugares no pueden moverse,
caminar, agacharse o elegir la posición
que desean.
7. ¿Qué situaciones son comunes en la
atención a una parturienta y qué no
son necesarias?
La situación más común donde una
mujer se siente violentada es sobre su
derecho de elegir. Muchas de ellas
desean el parto normal desde el
comienzo y sus médicos van llevando
los nueve meses con el “vamos a ver”,
“si todo va bien”. La mujer cree en ese
profesional. Cuando se acerca a las 39
semanas lo temido sucede, mil disculpas
comienzan a aparecer y mucha presión
para marcar la cesárea.