El documento describe la construcción de puentes romanos. Los romanos primero estudiaban el régimen del río y luego construían la parte sumergida usando puzolana, una ceniza volcánica que fragua bajo el agua. El puente de Alcántara en España muestra la maestría romana, con arcos calculados para avenidas cada 200 años. Los romanos generalmente usaban un número impar de arcos para marcar el eje de simetría.