Una red de alta velocidad permite compartir e intercambiar información a velocidades entre 10 y 100 Mbps, y las más utilizadas hoy en día son ópticas y están basadas en los estándares SDH y SONET. Las redes de alta velocidad serán elementales en el futuro debido al crecimiento constante de la demanda de ancho de banda. Las redes académicas de alta velocidad se conectan entre sí para ofrecer servicios de investigación y desarrollo sin tráfico comercial.