2. Tener paciencia es estar dispuesto a trabajar en el proceso
de crecimiento. Lo bueno, lo positivo y lo verdadero no
pueden lograrse inmediatamente o de manera automática;
requieren tiempo y un proceso. A veces debemos
actuar, pero otras veces tenemos que esperar. A menudo la
gente trata de hacer que las cosas sucedan a la fuerza. En
ocasiones ésta da resultado, pero en esos casos no nos
queda el sentimiento de haberlo logrado realmente. Si cada
centímetro del éxito se obtiene mediante una batalla o
conflicto, la victoria es vana.
3. ¿Cómo trabaja el jardinero? Selecciona el terreno y, según la temporada,
siembra las semillas apropiadas. Él disfruta de su trabajo: labra la tierra,
esparce las semillas y más tarde riega la planta; sin embargo, en última
instancia sabe que es la naturaleza la que manifestará su milagro de vida.
El jardinero debe estar siempre atento, asegurándose de que haya
suficiente agua, que no ataquen los insectos; pero no puede dominar el
proceso. Él coopera y colabora con la naturaleza, pero no debe interferir. El
jardín más hermoso es el producto de la asociación entre él y la
naturaleza. Él acata sus leyes, comprendiendo cuándo ha de participar y
cuándo esperar.
4. El jardinero debe comprender la ley del equilibrio; de otra manera hará
demasiado o muy poco, y la belleza y productividad del jardín se verán
mermadas. El jardinero debe respetar el tiempo; debe tener la paciencia
de esperar la estación adecuada para sembrar, porque si determinadas
semillas se plantan en el momento equivocado o en el lugar erróneo de
nada servirá la atención que se les brinde. Sin embargo, no basta con
tener paciencia; si no se entiende lo que es apropiado, la paciente espera
no concuerda con la verdad de una situación.
5. Debemos sembrar las semillas de las acciones correctas y regarlas con
responsabilidad y atención, pero nunca forzar las cosas por deseos
egoístas. Estos deseos arruinan la cosecha que deseamos recolectar. No
puede haber éxito con respecto a la felicidad y el bienestar si
constantemente estamos interfiriendo y manipulando lo que deberíamos
dejar en paz. Tenemos que trabajar mostrando respeto hacia el proceso
natural; con este respeto, el bien inherente surge de todas las cosas.
6. LA AUTORIDAD EN EN
EL AULA, EL
AUTORITARISMO Y SU
ROL FACILITADOR
7. INTRODUCCION
DIFINICION DE AUTORIDAD
La autoridad se ha definido de varias maneras:
1) Atributo de una persona
2) Cargo u oficio que otorga un derecho a dar ordenes
3) Relación entre los cargos de superior y subordinados
4) Cualidad que ase una orden se cumpla, y como base
de un comportamiento
8. LA AUTORIDAD EN EL AULA
El viejo debate sobre la falta de disciplina en las aulas y la
autoridad del profesor ha reverdecido con los casos de
bullying y, en las últimas semanas, con la cuestionable
propuesta de dotar a los docentes de autoridad legal que
implica un castigo mayor a los agresores y otorga el
principio de veracidad ante un juez en caso de conflicto
para afrontar las situaciones complicadas que cada día se
presentan en los centros educativos.
Pero en la primera línea están los profesores y nadie mejor
que ellos conocen lo que realmente está ocurriendo en las
aulas, en qué medida es evitable y de qué modo la
sociedad puede intervenir.
9. No se debe confundir la autoridad con el viejo
autoritarismo, son conscientes de que la sociedad ha
cambiado y que este cambio se ha dejado sentir con
especial intensidad en la escuela. Hasta el punto de que
no descartan que se haya podido perder cotas de
autoridad imprescindibles para encauzar adecuadamente
el proceso formativo de los alumnos. Pero consideran
que no se trata de la reconquista del «ordeno y mando»
de la antigua escuela, sino de la recuperación de la
autoridad moral basada en el respeto mutuo, así como
en la capacidad y la competencia pedagógica e
intelectual del profesor. Unas cualidades que suponen un
esfuerzo añadido a la labor docente y que no siempre
son reconocidas por la sociedad, empezando por los
padres de los alumnos.
10. ¿DETERIORO DE LA AUTORIDAD?
La escuela, reflejo de la evolución social.
-¿Hasta qué punto estiman que se ha podido deteriorar la
autoridad docente?
- D. Losada. La escuela es un reflejo de la sociedad. La
sociedad está cambiando y la escuela tiene que
adaptarse. Esto genera intereses diferenciados en la
relación entre docentes y discentes. Pero respecto a si
se está deteriorando la autoridad docente, creo que no
más que en otro tipo de profesiones. Por otra
parte, cuando se habla de autoridad docente se
relaciona este concepto con el de autoritarismo. Cuando
hablamos de autoritarismo nos referimos a decisiones
salomónicas por parte del profesor, sin debate y sin
reflexión, y cuando hablamos de autoridad nos referimos
al diálogo.
11. - J. Irizar. Coincido en que el cambio es general. Un
cambio que se acelera tras la muerte de Franco y que
afecta a toda la sociedad pero especialmente al mundo
de la escuela. Es cuando irrumpe un profesorado joven
con una mentalidad anti autoritaria. A veces creo que
nuestra generación perdió la perspectiva y confundió
autoritarismo con autoridad e hizo dejación de la
autoridad.
12. - D. Losada. Efectivamente, sin autoridad es imposible
desarrollar un proceso de aprendizaje correcto.
- J. Torres. En este momento existe una escuela donde
todos los docentes somos del siglo XX y los alumnos, del
siglo XXI. Yo no creo que se haya producido un deterioro
de la autoridad, sino que el rol de la autoridad es
diferente, y cuesta más. Anteriormente el alumno
entraba en clase con miedo. La escuela franquista que
yo he conocido era una escuela autoritaria y represora;
en estos momentos es una escuela mucho más
participativa, en la que se crean equipos de trabajo y
donde el profesor tiene un rol diferente. Y ese rol que el
profesor tiene que ganarse. La autoridad se basa en el
respeto y si él respeta, le respetarán. Esa dicotomía del
respeto mutuo es importante para recuperar la
denominada pérdida de autoridad.
13. - P. Urretavizcaya. Pero sí creo que la sociedad ha
cambiado. Puede que en algunos aspectos sea más
permisiva y que dentro de las familias haya más
situaciones de conflicto. Pues bien, todo llega a la
escuela. Así que nosotros tendremos que buscar resortes
para responder a esa situación con autoridad. Y suscribo
que el respeto mutuo es la base de esa autoridad.
- D. Losada. No se puede obviar que, efectivamente,
conflictos sí hay. Pero es cierto que muchas veces tienen
más eco en los medios los aspectos negativos que las
experiencias positivas. Respecto a si muchas situaciones
complicadas se solucionan internamente desde el centro,
yo creo que debe ser así; el centro debe ser la primera
línea de contención. Y en cuanto a las familias, ¿son un
factor que pueda minar esa autoridad docente? Pues en
algunos casos, sí. Aunque no es lo habitual. ¿Y cómo?
Pues en virtud de esos estilos paternales permisivos
donde no hay límites.
14. LA CAPACIDAD DEL DOCENTE
- D. Losada. Los problemas no vienen de que el profesor
no tenga competencia sobre aquello que deba de
dar, sino más bien del hecho de utilizar una misma
metodología y no diversificar, o no crear vías de
participación. Un profesor puede reconocer a un alumno
que no conoce un determinado tema, pero debe añadirle
que no se preocupe, que ya lo buscará con él. La figura
del profesor omnisapiente debería estar rebasada en el
siglo XXI. Hay que hablar de competencias de búsqueda
de la información. Lo que más nos cuesta a los docentes
es hallar metodologías inclusivas e intentar adecuarlas a
todo el alumnado.
15. LA CONQUISTA DE LA AUTORIDAD
-¿Cómo se conquista la autoridad en el aula?, ¿la
implantarían por decreto?
- D. Losada. La autoridad se la tiene que ganar cada
cual. Debe de aportar un rol creativo, implicando al
alumnado. Si genera eso seguramente se va a ganar a
sus alumnos.
16. - J. Irízar. El profesor tiene que ganarse la autoridad
moral. Nuestra generación, y posiblemente la que nos
sigue, ha tenido miedo a la autoridad, porque la
relacionaba con el autoritarismo. Tiene que perder el
complejo y comprender que es un instrumento
profesional de primer orden.
J. Torres. Menciona al pedagogo Jaume Carbonell sobre
la propuesta de la presidenta de Madrid, Dice, y yo lo
suscribo, que «el reconocimiento de la autoridad no se
impone por decreto, sino que se logra día a día a partir
de la ejemplaridad moral, la convicción y pasión de lo
que se enseña, la empatía pedagógica, la escucha y la
relación de confianza y respeto mutuo. Nada que ver con
el amiguismo, el coleguismo o el paternalismo».
17. AUTORITARISMO
El término autoritarismo surgió después de la Primera
Guerra Mundial y es uno de los conceptos que como el
de dictadura y totalitarismo se han utilizado en oposición
al de democracia. Sin embargo, los confines de dichos
conceptos son poco claros y a menudo inestables en
relación con los diversos contextos. Con respecto a los
regímenes políticos, el vocablo autoritarismo se utiliza
con dos significados: el primero comprende los sistemas
no democráticos, incluyendo los totalitarismos; el
segundo, más específico, se antepone al totalitarismo y
comprende los sistemas no democráticos caracterizados
por un bajo grado de movilización y de penetración de la
sociedad. Este último significado se vincula, en parte, a
la noción de ideología autoritaria.
18. La aplicación más amplia del significado de autoritarismo
se encuentra en los estudios sobre la personalidad y las
actitudes autoritarias.
El autoritarismo es, en términos generales, una
modalidad del ejercicio de la autoridad en las relaciones
sociales, por parte de alguno o algunos de sus
miembros, en la cual se extreman la ausencia de
consenso, originando un orden social opresivo y carente
de libertad para otra parte de los miembros del grupo
social.
El autoritarismo consiste en un sistema basado en una
obediencia incondicional hacia la autoridad, y para que
esto suceda suele estar a la cabeza de un sistema
autoritario un líder.
19. EL DOCENTE COMO FACILITADOR
DEL APRENDIZAJE
Como conductor de un grupo el docente tiene obligación
de responder a las expectativas puestas en el curso y a
la confianza que los alumnos han depositado en él. El
éxito de un curso, el progreso y el mayor o menor
rendimiento del grupo depende en gran manera del
estilo de conducción aportado por el docente.
Un buen docente ha de saber equilibrar la relación
afectiva que mantiene con sus alumnos con la exigencia
en la carga de trabajo y esfuerzo que ellos tienen que
hacer. De ahí que las relaciones entre alumnos y las de
estos con el profesor deban darse en un clima distendido
de trabajo, motivando al esfuerzo y resaltando los
logros, pero también atendiendo a necesidades y
circunstancias individuales y reconociendo la
peculiaridad de cada uno de los alumnos.
20. Los métodos modernos de enseñanza abogan por la
actividad y la participación de los alumnos en el propio
proceso de aprendizaje. Un estilo de dirección
autoritario, que no permite la intervención del alumno
en su proceso, o excesivamente informativo, que no de
opción al alumno a expresarse, son inadecuados, acaso
estén obsoletos en la Formación Ocupacional, y desde
luego en cualquier tipo de formación con adultos. En la
misma secuencia de presentación de contenidos yendo
de lo conocido a lo desconocido, partir de la experiencia
concreta del alumno, y por tanto contar con ella, crearía
la sensación cierta de que el alumno es importante y el
docente lo reconoce, y lograría una mayor motivación y
participación del alumno.
21. Usar un estilo informativo, sin necesidad de mostrar
rasgos autoritarios, a la vez que un método expositivo o
de clase magistral, puede ser conveniente en
determinados momentos por falta de tiempo o
desconocimiento previo de la materia por parte de los
alumnos.