La Constitución de 1925 estableció un sistema presidencial en Chile luego de décadas de gobierno parlamentario. Fue aprobada por plebiscito en 1925 e introdujo cambios como aumentar el periodo presidencial a 6 años y establecer la elección directa del presidente. También separó formalmente la iglesia del estado y otorgó al presidente amplios poderes legislativos para co-gobernar con el congreso.