Los reinos germánicos que se establecieron después de la caída del Imperio Romano de Occidente conformaron la personalidad de Europa Occidental durante la Edad Media. Evolucionaron en monarquías feudales y autoritarias que con el tiempo dieron origen a los primeros estados-nación en torno a ellas. Socialmente, en países como España y Francia, el origen germánico pasó a ser un rasgo de honor para la nobleza que los distinguía del resto de la población. La economía se ruralizó y las ciudades declinaron