María Fernanda estaba confundida sobre si las personas son únicas o iguales. Su profesor de religión dijo que cada persona es única, mientras que su profesora de ciencias sociales dijo que todas las personas son iguales. María Fernanda observó a muchas personas y no encontró dos idénticas, excepto dos hermanos gemelos. Aunque los gemelos se veían idénticos físicamente, sus personalidades y gustos eran muy diferentes. María Fernanda concluyó que aunque algunas personas pueden parecer iguales físicamente, cada persona es única.