Este documento discute la relación entre la religión y la espiritualidad humana. Argumenta que todos los seres humanos tienen una necesidad espiritual y han practicado alguna forma de religión a lo largo de la historia. También explora cómo las religiones han unificado sociedades y cómo la fe de las personas a veces supera a las propias instituciones religiosas. Concluye que los individuos deben llevar su espiritualidad de una manera pura y firme, sin aspectos triviales, y que en la actualidad las personas a menudo cambian de religión

1. Universidad de Guanajuato
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Licenciatura en Cultura y Arte
Religión y Cultura
Gonzalo Marín
Religión, Opio del Pueblo

2. Al abarcar este tema tan infinitamente controversial y complejo, una de las
preguntas que constantemente me surgen al momento de observar la enorme cantidad de
manifestaciones religiosas en esta actualidad progresista-posmodernista, si alguna vez
ha existido alguna persona absolutamente apartada de ámbito religioso, y
principalmente de carecer de una característica esencial para el ser humano como la
espiritualidad. Un ser sin órdenes clericales, un laico puro, un pagano, alguien impío, o
simplemente como se conoce comúnmente un ateo. Este cuestionamiento personal me
lleva a observar a mi alrededor, e inclusive a descubrirlo dentro de mí mismo y llegar al
atrevimiento de afirmar que ningún ser humano, (tal vez a excepción de los antiguos
seres de la época neandertal) haya evolucionado sin el sentido de la espiritualidad o sin
profesar alguna religión en el transcurso de su existencia.
Todo ser humano al interior de una civilización o de un grupo cultural cuenta con esa
parte espiritual realizando una diferencia en su existir, esto es la necesidad que
experimentar con lo divino al crear una figura suprema como eje principal de la vida y
la muerte. Cada cultura ha desarrollado una deidad distinta a las demás, desde el oriente
hasta el occidente. El filósofo griego Aristóteles (384 a.C.- 322 a.C.) dentro de toda su
gran filosofía logro crear una deidad como lo fue su Motor Inmóvil, al cual Aristóteles
lo describía como algo superior creador de todas las cosas y seres. El ser humano en
algún momento de su vida podrá romper con su creencia religiosa, pero su
espiritualidad es lo que no cambiara ni desaparecerá.
En mi experiencia personal, he crecido dentro de un ambiente religioso (católico)
donde la ley un Dios es la que gobierna en la sociedad más que cualquier otra sobre la
tierra. En la actualidad el mundo se encuentra gobernado por dos leyes, la ley del
hombre y la ley de Dios. Se podrá violar una ley civil y no tener ningún remordimiento
de conciencia, pero cuando alguien rompe con las leyes de una religión es tanta su culpa
que trata de que sea perdonado mediante conductos como la oración, o mandas las
cuales son compromisos ante Dios. Esto es lo que se llama la fe y la espiritualidad.
El nacimiento de las religiones busca que el individuo forme parte de ellas, y que
además cumpla las reglas que existen para poder profesar la religión.
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3. En la actualidad contamos con 5 religiones principales; el judaísmo, islam, cristianismo,
budismo, y el hinduismo. Estas 5 religiones han marcado la pauta dentro de las culturas
mundiales. Han otorgaron a cada cultura una ideología mucho más clara de apreciar la
vida y la muerte.
En los últimos siglos se han conformado varias organizaciones religiosas las cuales
paulatinamente han expandido su mensaje a las comunidades. Una de estas
organizaciones religiosas que al igual que todas tienen una ideología opuesta a las
demás es La iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida también
como mormones, y fundada por el estadounidense Joseph Smith (1805-1844)
considerado el profeta de este grupo causando estupor durante en vida.
Dentro de las formas elementales de la vida religiosa se puede observar en el transcurso
de la historia a las religiones como organismos que han unificado sociedades, y estas a
su vez han encontrado en la religión una ideología, una forma de vida creando
comunidades y viviendo con sus creencias religiosas. La historia tiene como evidencia
los problemas políticos por cuales han pasado, las batallas sangrientas que en el nombre
de Dios las religiones han tenido que abatir para lograr sus intereses, e inclusive
conflictos al interior de su estructura clerical.
Ambiguamente, la religión desde sus inicios ha creado normas y leyes las cuales han
sido establecidas bajo un mandato divino y dirigidas a todo aquel individuo creyente y
que ha de hacer respetar cada uno de sus mandamientos inscritos. A partir de este
precepto algunas religiones se han valido para ejercer un poder de intereses el cual va
más allá del que se le ha conferido por la ley divina. Este poder de interese en evidente
dentro de sus mismas congregaciones las cuales controlan las masas populares y grupos
culturales cautivos de su religión.
Esto ha dado motivo a las masas populares a crear y sobre todo creer en nuevas formas
religiosas las cuales venerar, y la gran mayoría han emanado a partir de hierofanías.
Esto es, la religiosidad popular, donde la misma religión permite tales aberraciones por
intereses de poder territorial por llamarlo de esta manera. . En el caso de los milagros,
millones de personas creen en su revelación. El escritor irlandés Clive Staples Lewis
(1898-1936) menciona que para la cristiandad Dios es el que realiza los milagros, el
mundo moderno creen en Dios. “Tenemos alguna razón para suponer que el mundo
moderno está en lo correcto” (Lewis, 1947: 83).
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4. Analizando estos fenómenos más detenidamente puedo definir que la fe de la gente
supera a la misma religión, lo cual significa que la sociedad es indispensable para
mantener activa y viva la religión; sociedad-religión se constituyen mutuamente.
En mi perspectiva personal, el individuo que hace ostenta devoto, debe ser un fiel
creyente sea cual sea la religión que profesa o en su caso una libre ideología. Deberá
llevar su espiritualidad como una creencia firme y pura, sin aspectos pueriles y triviales
los cuales lo mantienen rodeado de estereotipos religiosos que tergiversan su real
obligación como individuo dentro de su sociedad. En la posmodernidad actual en que
subsistimos, las generaciones buscan tranquilidad en su vida ante tanto caos del día con
día. Las diferencias entre grupos religiosos, entre sus diócesis y factores como la
disminución de los valores de sus mismos dirigentes, son motivos para que la gente
cambie a una estructura religiosa, y estas a su vez ofrecen a la comunidad un camino
distinto y acorde a sus necesidades espirituales.
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