René Lalique fue considerado el padre de la joyería moderna. Rompió los esquemas del diseño de joyería al tiempo que convertía el cristal en arte. Se inspiró en la naturaleza, especialmente en criaturas marinas. Trabajó en el estilo Art Nouveau y luego Art Déco, donde explotó temas de feminidad. Tuvo éxito con el cristal y abrió fábricas famosas por sus frascos de perfume.