El Renacimiento español se desarrolló más tarde que en Europa y duró menos, concentrándose principalmente en el siglo XVI. La arquitectura española de este periodo se divide en tres fases: el estilo Plateresco se caracterizó por una estructura gótica con decoración renacentista inspirada en el trabajo artesanal; el Purismo fue el más similar al italiano con elementos arquitectónicos como decoración; y el Manierismo se distinguió por la exageración y monumentalidad, anticipando algunos rasgos del Barroco. Figuras importantes incl