La arquitectura inca se caracterizó por su impresionante labrado de piedra, donde encajaban a la perfección sin usar cemento. Usaban la técnica del amollinado para darle forma a las piedras y lograr una compresión entre ellas. Construían muros inclinados y con formas trapezoidales para mantener el equilibrio y evitar derrumbes, colocando las piedras más grandes en la base. Los techos los hacían con vigas de madera y cubiertas de paja en diferentes formas como de una, dos o cu