1. Antes que nada, tal y como dice el autor. “Es importante que los capítulos de este libro se
consideren como fundados unos a otros y con un efecto acumulativo”. Ya que es esto lo que
refuerza su argumentación sobre este tema, que trata sobre las causas de estilos de vida
aparentemente irracionales e inexplicables, y empieza mostrando cómo se puede dar una
explicación científica a estos enigmas.
Primer enigma: La madre vaca: ¿Por qué hay gente muriéndose de hambre en la India,
mientras hay vacas gordas, las cuáles los indios rehúsan comer?
Los hindúes veneran a las vacas porque son el símbolo de todo lo que está vivo, así, no hay
mayor sacrilegio para un hindú que matar a una vaca.
Estos animales tienen unos privilegios en la India. Estas vacas no son utilizadas como en los
países occidentales para producir leche y mucho menos para llevarlas al matadero. A vistas de
un agricultor una vaca estéril y seca siempre puede volver a dar leche, y mientras tanto se
aprovechan sus excrementos. Y aunque siempre llega un momento en el que la vaca no puede
ser útil, los hindúes no las matan aun sabiendo que esto es una práctica que perjudica su
economía sin explicación ninguna salvo de los tabúes religiosos. Para evaluar el significado
económico de estos tabúes, debemos considerar lo que significan estos en el contexto de
sequías y escaseces periódicas.
El amor a las vacas con sus doctrinas sagradas protege al agricultor contra los cálculos
“racionales” a corto plazo. Los occidentales no comprenden esto. No entienden que deben
haber leyes que protejan a las vacas, simplemente por proteger al agricultor, aunque se diga
que es por la religión y un animal sagrado.
El autor piensa que más allá del amor a las vacas, a los hindúes no les saldría rentable
comérselas o enviarlas al matadero cuando están viejas. Este animal proporciona leche,
transporte, combustible para cocinar, material para construir casas, que puede dar a luz
bueyes para ayudarte a arar el campo...puede convertirse en el único recurso que los ayude a
sobrevivir. De ahí que el animal sea considerado sagrado y símbolo de la vida. Esto no quiere
decir que el amor a las vacas no tenga ningún efecto sobre la proporción de machos y hembras
o sobre otros aspectos del sistema agrícola.
Porcofilia y porcofobia: A continuación, hablaremos del enigma del cerdo ya que nos obliga a
tener que explicar por qué algunos pueblos aborrecen el mismo animal que otros aman.
La porcofobia es bien conocida por judíos, cristianos y musulmanes. Los judíos y musulmanes
no comen de este animal (unos por ser un ser impuro y otros por ser un animal con un status
igual que el de una persona). Las razones teológicas para explicar este caso resultan
incoherentes e incongruente. Otros declaran que no se comen cerdos por ser, anteriormente,
un animal sagrado. Pero esta teoría tampoco se sostiene.
El autor, piensa que la Biblia y el Corán condenaron la cría de cerdo por ser una amenaza para
el ecosistema natural y cultural de Oriente Medio. Explica que la prohibición divina de la carne
2. de cerdo constituyó una estrategia ecológica acertada. Ya que en épocas de Isaac en Néguer, el
cerdo no conseguía adaptarse al clima ni a la vida de los pastores. Esta teoría desmantela la
supuesta impureza del cerdo en sentido religioso. Como sucede con el tabú que prohíbe comer
carne de vaca, cuanto mayor es la tentación, mayor es la necesidad de una prohibición divina.
Pero no todas las prácticas alimenticias sancionadas por la religión tienen explicaciones
ecológicas. Hoy en día, no hay una causa económica y ecológica para que lo sigan haciendo,
por lo tanto la única causa que puede impedir comer cerdo para judíos y musulmanes, es el
tabú reñigioso.
Para entenderlo, volvemos a los amantes de los cerdos. Por ejemplo un tribu de Nueva Guinea
(maring) , que realiza un ritual llamado kaiko, una matanza de cerdos para comérselos. Esto
tiene una explicación, la tentación por comer su carne (por su sabor, propiedades…). Y por otro
lado una población excesiva de cerdos, perjudica su ecosistema y su vida social.
Los “maring” luchaban contra tribus rivales. (Son tribus que practican el infanticidio, más
comúnmente el infanticidio femenino, pero aunque se trate de una práctica horrenda pues su
único fin es criar hombres guerreros). El significado adaptativo de la guerra de los maring no
puede radicar en el efecto bruto de las muertes en combate sobre el crecimiento de la
población, la guerra actúa como regulador efectivo del crecimiento de la población regional,
pero por abandonar las áreas de los huertos de primera calidad y el incremento de la tasa de
mortalidad infantil femenina.
En la región habitada por los maring, los huertos deben quedar en barbecho durante un
mínimo de diez a doce años consecutivos. Los festivales del cerdo se celebran también cada
diez o doce años. Esto no puede ser una simple coincidencia y ahora podemos responder a la
pregunta: "¿Cuándo tienen los maring cerdos suficientes para dar gracias a los antepasados?"
La respuesta es: "Tienen cerdos suficientes cuando el bosque ha vuelto a crecer en el área de
los antiguos huertos del grupo vencido".
El estudio de la guerra primitiva nos lleva a la conclusión de que la guerra ha formado parte de
una estrategia adaptativa vinculada a condiciones tecnológicas, demográficas y ecológicas
específicas.
El macho salvaje: Si prescindimos de la concepción y de la especialización sexual relacionada,
la asignación de roles sociales en base al sexo no se deriva automáticamente de las diferencias
biológicas entre hombre y mujer.
En muchas culturas primitivas, existe el machismo, como en los yanomamo . Los cuáles
muestran su supremacía sobre la mujer e forma violenta, ya sea hacia ella o entre dos
hombres (en un duelo). El factor mistificador del infanticidio y la guerra entre los yanomamo
es la ausencia aparente de presión demográfica y una superabundancia aparente de recursos.
Los yanomamo se han comido el bosque (no sus árboles, sino sus animales) y están sufriendo
las consecuencias en forma de intensificación de la guerra, traición e infanticidio, y una brutal
vida sexual.
Las mujeres matan a sus hijas en favor de que haya más varones, por su fuerza y todo lo que
conlleva. Uno u otro sexo debe ser adiestrado a ser dominante, Ambos no pueden serlo a la
3. vez. Estas consideraciones llevan al autor a una ligera corrección del paradigma de los
movimientos de liberación de la mujer: «la anatomía no es el destino».
El potlatch: El objeto del potlatch era donar o destruir más riqueza que el rival. Se trata del
“consumo conspicuo” y “despilfarro conspicuo” que explican con exactitud el deseo intenso de
“no ser menos que los vecinos”.
El impulso de prestigio está presente hoy en día, por ejemplo en los ciudadanos de Estados
Unidos y también en tribus aborígenes. El autor pretende demostrar que el potlatch de la tribu
kwakiutl no era el resultado de caprichos maniacos, sino de condiciones económicas y
ecológicas definidas.
Tanto para los jefes del potlatch como para los “grandes hombres”, el prestigio es su única
recompensa. Pero bien, es cierto que la donación de festines competitivos crea una extensa
red de expectativas económicas y actúa como un compensador automático de las
fluctuaciones anuales en la productividad. Pese a la tensión competitiva manifiesta del
potlatch, éste servía en los tiempos aborígenes para transferir alimentos y otros objetos de
valor de centros con alta productividad a aldeas menos afortunadas. Esto demuestra la base
práctica que tiene el potlatch.
Cualquier tipo principal de sistema político y económico utiliza el prestigio de una forma
característica. Tras la aparición del capitalismo, la adquisición competitiva de riqueza se
convirtió en el para alcanzar el status de «gran hombre». Sólo que en este caso los «grandes
hombres» intentaban arrebatarse la riqueza unos a otros, y se otorgaba mayor prestigio y
poder al individuo que lograba acumular y sostener la mayor fortuna. Más tarde a clase alta
capitalista recurrió al consumo y despilfarro conspicuos.
La sustitución de la reciprocidad por la búsqueda competitiva de status hizo posible que
poblaciones humanas más extensas sobrevivieran y prosperaran en una región. Podemos
llegar a la conclusión que muchas sociedades primitivas rehusaron aumentar su esfuerzo
productivo y no lograron incrementar la densidad de su población precisamente porque
descubrieron que las nuevas tecnologías de “ahorrar trabajo” significaban que tenían que
trabajar mucho más, así como sufrir un descenso en los niveles de vida.
El “cargo” fantasma: Está relacionado con el intercambio redistributivo y el sistema de
“grandes hombres”, aunque no se aprecie directamente.
Es fácil descartar las creencias cargo como el delirio de mentalidades primitivas: los líderes
profetas son granujas consumados que se aprovechan de la codicia, la ignorancia y credulidad
de sus hermanos, pero no se sabe cómo se manufactura y se distribuye la riqueza industrial. Lo
que sugiero es que hay en realidad un misterio del cargo y que los nativos están justificados en
su intento de resolverlo.
Para ello, se centra en el caso de los cultos del área Madang de la costa norte de Nueva Guinea
australiana. Los europeos llegaron y colmaron de regalos a los nativos, por lo que estos
consideraban a los hombres blancos como sus antepasados.Durante mucho tiempo, mediante
la religión y el evangelio se engañaba a los nativos para que continuaran creyendo que debían
trabajar para el hombre blanco. Se les ocultaba el “secreto del cargo”.
4. Posteriormente, pasadas las dos guerras, los nativos consideraban a los misioneros
embusteros rematados. Los occidentales se aprovechaban de los nativos, para mí, ese era su
único fin.
Lo que era difícil captar es que había un vínculo entre la riqueza de que gozaban australianos y
americanos y el trabajo de los nativos. Sin una mano de obra nativa barata y sin la
expropiación de las tierras nativas, los poderes coloniales nunca se habrían vuelto tan ricos.
Por lo tanto, los nativos tenían derecho a los productos de las naciones industrializadas aun
cuando no pudieran pagarlos. El cargo era su forma de expresar esto. Ése, es su verdadero
secreto.
Mesías: Estoy de acuerdo en que se observan semejanzas entre los “cultos” cargo y las
primitivas creencias cristianas. Pero existen diferencias importantes. Los cultos cargo buscaban
el derrocamiento de un orden político establecido específico y Jesús de Nazaret no se interesó
por esto.
Nos parece imposible que este enigma también tenga su solución en los asuntos prácticos de
los pueblos y las naciones. Para resolver el enigma del primitivo estilo de vida cristiano, hay
que entender la base de la creencia judía en un mesías.
Como el cargo, el culto del mesías vengativo había nacido y era recreado continuamente en
una lucha por derrocar un sistema explotador de colonialismo político y económico. Se
reclamaba la figura de un mesías militar vengativo (judíos) para recuperar sus tierras.
La figura del mesías se puede ver como un “jefe” o impulsor revolucionario. Diversas figuras
mesiánicas aparecieron una y otra vez en la época de Jesús. Podemos decir que la revolución
judía contra Roma fue provocada por las desigualdades del colonialismo romano, no por el
mesianismo militar judío. Ambas partes emprendieron la guerra por razones prácticas y
mundanas. En mi opinión, el culto del mesías vengativo, al igual que el cargo, estaba adaptado
a las exigencias prácticas de una lucha colonial.
Pero cabe destacar que el mesías pacifico del cristianismo aparece en el momento más
inverosímil ya que el culto a Jesús se desarrolló mientras la conciencia militar-mesiánica se
aceleraba. ¿Por qué un mesías pacífico?
El secreto del príncipe de la paz: Esta pregunta nos abre un nuevo capítulo. Una sencilla
solución práctica a la pregunta planteadas al final del capítulo anterior consiste en que Jesús
no era tan pacífico como se suele creer, y que sus verdaderas enseñanzas no representaban
una ruptura fundamental con la tradición del mesianismo militar judío.
Tanto Jesús como Juan el Bautista tenían semejanzas. Los relatos del evangelio mentían sobre
el modo de actuación de Jesús. , pero existen dichos y hechos contradictorios que vinculan a
Juan el Bautista y a Jesús con la tradición militar-mesiánica y los implican en la guerra de
guerrillas. El evangelio intentó cambiar el equilibrio de la conciencia de estilo de vida del culto
a Jesús en la dirección de un mesías pacífico
No es lógico que en esta época con este contexto, Jesús, fuera un mesías que evangelizaba
pacíficamente. Pablo predicó que Jesús era un mesías pacífico por conveniencia.
5. Escobas y aquelarres: El autor distingue dos enigmas diferentes en la brujería. En primer lugar
se plantea el problema de por qué alguien debería creer que las brujas volaban por el aire en
escobas. Y después se plantea el problema, de por qué esta noción llegaría a ser tan popular
durante los siglos XV y XVII.
Las personas acusadas por brujería eran torturadas y posteriormente sentenciadas a muerte.
Sin tortura no puedo comprender cómo la locura de la brujería pudo cobrarse tantas víctimas,
no importa cuántas personas creyeran realmente que volaban hasta el aquelarre.
De nuevo, la actuación de la Iglesia tuvo algo que ver. Con la aparición de sectas contrarias al
cristianismo, se aprobó la existencia y la posterior persecución de brujas.
Las brujas realizaban un tipo de ungüento (atropina), que les provocaba alucinaciones como:
sensación de viajar a un lugar lejano (aquelarre), relaciones con hombres jóvenes(demonio) y
sensación de volar ( escobas). El bastón o escoba, servía para aplicar la planta que contenía
atropina a las membranas vaginales, así como para proporcionar la sugestión de cabalgar
sobre un corcel.
Los ungüentos alucinógenos explican muchas de las características específicas de la creencia
en la brujería. La tortura explica la propagación de estas creencias. Sin embargo, persiste el
enigma de por qué tuvieron que morir 500.000 personas por crímenes cometidos en los
sueños de otras personas.
La gran locura de las brujas: Para explicar este fenómeno, hay que nombrar los brotes de
fervor mesiánico que se produjeron Europa. Durante el siglo XVI y la primera parte del XVII se
dio origen a no menos de 40 sectas diferentes y a docenas de levantamientos militar-
mesiánicos. ¿Hay una explicación práctica del desarrollo paralelo de la protesta social
mesiánica y la locura de la brujería? Un punto de vista convencional consiste en que la propia
brujería constituía una forma de protesta social, pero no es del todo correcto.
¿Por qué se empleó tanto esfuerzo en suprimirla, especialmente en un momento en que la
Iglesia estaba siendo empujada hasta los límites de sus recursos por la gran ola militar-
mesiánica del siglo XV? Deberíamos preguntarnos por qué los inquisidores estaban tan
obsesionados en crear la brujería.
El significado práctico de la manía de las brujas consistió en desplazar la responsabilidad de la
crisis de la sociedad medieval tardía desde la Iglesia y el Estado hacia demonios imaginarios
con forma humana. El clero y la nobleza (clases dirigentes) creían que la brujería era peligrosa.
Podemos comprender mejor esto comparando la manía de las brujas con su antítesis
contemporánea, el mesianismo militar.
La manía de las brujas era el reverso del mesianismo radical militar. Era la bola mágica de las
clases privilegiadas y poderosas de la sociedad. Este era su secreto.
El retorno de las brujas: El resurgimiento inesperado de actitudes y teorías consideradas
durante largo tiempo como incompatibles con la expansión de la tecnología y la ciencia
occidentales se asocia al desarrollo de un estilo de vida conocido bajo el nombre de
«contracultura». En la antropología de la contracultura, la conciencia primitiva se resume en
6. el chamán. La superconciencia chamánica no es sino la conciencia de las brujas considerada de
modo favorable en un mundo que ya no se ve amenazado por la Inquisición.
La contracultura realiza afirmaciones que se extienden mucho más allá de la supuesta
conservación de la moralidad individual. Sus defensores insisten en que la superconciencia
puede transformar el mundo en un lugar más amistoso y más habitable. Una conciencia tan
desconectada de las realidades prácticas y mundanas es, de hecho, brujería más que política.
La contracultura simplemente presenta, de una forma algo modificada, el desprecio tradicional
que los teóricos cristianos expresan por los bienes de este mundo. Por definición, la
contracultura es el estilo de vida de la juventud alienada de clase media educada en la
universidad.
Se ha mostrado en los capítulos anteriores cómo formas sucesivas de mesianismo en Palestina,
Europa y Melanesia canalizaron enormes impulsos revolucionarios que pretendían una
distribución más justa de la riqueza y el poder. También hemos visto cómo la Iglesia y el Estado
renacentistas utilizaron la locura de las brujas para encantar y confundir a los partidarios
radicales de la comunidad. ¿Dónde encaja la contracultura dentro de este panorama?
La Conciencia III presenta todos los síntomas clásicos de la elaboración onírica de un estilo de
vida cuya función social es disolver y fragmentar las energías de la disensión. Así, el retorno de
las brujas no es un simple capricho inescrutable.
Estoy de acuerdo con el autor en que “nuestra manía actual de las brujas (como su predecesor
medieval) embota y confunde a las fuerzas de la disensión, como el resto de la contracultura,
pospone el desarrollo de un conjunto racional de compromisos políticos.” Y ésta es la razón
por la que es tan popular entre los grupos más opulentos de nuestra población. Esta es la
razón por la que ha vuelto la bruja.
OPINIÓN PERSONAL: Sinceramente, considero que la religión juega un papel fundamental en
todos estos enigmas. En cada uno de estos las condiciones místicas y tabúes religiosos están
presentes. (Antes que nada, no quiero criticar ninguna religión ni me opongo a ninguna de
ellas).En el caso de la porcofobia, considero que las religiones deberían revisar sus escrituras,
simplemente para actualizarlas a nuestro tiempo (como hicieron ellos en su momento) para
que los seguidores vivan más acorde.
Para los maring, la guerra es una causa justificada para su existencia, ya que sin ella, se
acabarían sus recursos. Seguido de la guerra de los maring, se habla sobre la supremacía del
hombre, del macho salvaje. En este capítulo se plantea un problema que ha estado siempre
presente en algunas culturas e incluso ahora tiene una gran repercusión y es el infanticidio
femenino, las mujeres son despreciadas y maltratadas desde la infancia y se emprenden
guerras para capturar mujeres y poder criar hombres guerreros. Sin duda, un tema, que da
vergüenza ajena que persista hoy en día.
Al igual que el potlatch, (una forma de reunir los esfuerzos productivos de mucha gente para
redistribuirlos de diferentes maneras), que se puede observar en la actualidad, en las
7. potencias occidentales que ejercen su poder sobre países subdesarrollados. Estas potencias
que hacían uso de su “cargo” fantasma, los nativos podían ver que los grandes hombres no
trabajaban mientras que para ellos adaptarse al sistema significaba trabajar a cambio de una
miseria.
Respecto a la figura del mesías judío, pienso que fue una estrategia que movilizó la resistencia
de masas, ya que el pueblo judío había estado, a lo largo de la historia, “sufriendo”. Ya que ha
sido uno de los pueblos más perseguidos, esclavizados y explotados, los judíos anunciaban la
llegada de un mesías “militar” que los salvara. Después de explicar esto, el autor se plantea la
figura de un mesías pacífico, y explica como los autores del Evangelio, cambiaron la figura de
Jesús de un mesías militar a un mesías pacífico.
En el tema de las brujas, estoy de acuerdo con el autor, en que es muy probable que la mayor
parte de las “verdaderas brujas” (los viajeros habituales) nunca fueron identificadas y la mayor
parte de las personas que morían quemadas eran víctimas inocentes. Este fenómeno de la
gran locura de brujas, fue un hecho deliberado, que buscaba provocar un temor en la
población y un recelo hacia los demás que impidiera su asociación contra los poderes
institucionales y les dotara de una posición dominante.
Desde mi punto de vista, me ha resultado interesante los diferentes enigmas sobre los que el
autor ha reflexionado aun sabiendo que no todo tiene una explicación lógica, ya que no todo
se puede explicar desde nuestro punto de vista.