El Romanticismo surgió a finales del siglo XVIII en varios países europeos como reacción contra la Ilustración y el Neoclasicismo. Se caracterizó por priorizar los sentimientos sobre la razón y la búsqueda de libertad frente a las reglas estereotipadas. Floreció entre 1800 y 1850 y se manifestó de forma distinta en cada país, influyendo en las artes como la literatura, la pintura y la música.