Resolucion de Problemas en Educacion Inicial 5 años ED-2024 Ccesa007.pdf
Riesgos del trabajo para bomberos
1. Departamento de Salud y Seguridad Social
Licenciatura en Higiene y Seguridad del Trabajo
Taller de Elaboración de Trabajo Final
El bombero voluntario en la provincia de Bs. As.
Fundamentaciones para determinar la necesidad y
pertinencia de reglamentar de manera correcta y
completa la actividad en materia de higiene, seguridad
y riesgos del trabajo.
Autor: Gabriel Omar Barone
Diciembre de 2013
2. Departamento de Salud y Seguridad Social
Licenciatura en Higiene y Seguridad del Trabajo
Taller de Elaboración de Trabajo Final
El bombero voluntario en la provincia de Bs. As.
Fundamentaciones para determinar la necesidad y
pertinencia de reglamentar de manera correcta y
completa la actividad en materia de higiene, seguridad
y riesgos del trabajo.
Director Académico
Lic. Gerardo H. Barrera
Jefe de Cátedra
Lic. Omar Tarditti
3. Agradecimientos
En primer lugar quisiera agradecer a Dios. Realmente sin su ayuda
hubiera sido prácticamente imposible que pudiera finalizar la Licenciatura en
Higiene y Seguridad del Trabajo a los 34 años de edad, en una Universidad
Pública, y debiendo repartir mi tiempo entre mi esposa, mis 6 hijos, mi trabajo,
el estudio y mi amada profesión de bombero voluntario.
Sin duda alguna mis padres, Liliana y Jorge, forjaron en mí una persona
especial y gracias a su esfuerzo constante pudieron brindarme un buen hogar
en el cual crecer y una excelente educación media técnica, cimiento necesario
y de gran valor para este tipo de formación que culmino.
Mi agradecimiento más sincero a Paublina, mi esposa, por impulsarme a
comenzar, continuar y finalizar mis estudios. Sin ella a mi lado en más de una
oportunidad hubiera dejado de estudiar, producto de los vaivenes propios de la
vida.
Recuerdo como si fuera hoy aquel mes de octubre de 2007, cuando
junto a mi esposa y mis 4 hijos mayores, Ángela, Viviana, Franco y Julieta nos
encontrábamos en casa juntando todo aquello que no usábamos para poder
venderlo y así pagar la inscripción a la carrera y los viáticos, apenas meses
después de compartir el hogar con los recién nacidos mellizos Mateo y David.
Fueron momentos difíciles para todos, desde lo económico hasta el tiempo que
tuvieron que resignar de pasar conmigo y yo con ellos.
¡ GRACIAS ENORMES A MI FAMILIA !.
No quisiera olvidarme de todos aquellos compañeros y profesores con
los cuales compartí esta etapa de mi vida. Cada cual ha dejado en mí un
recuerdo distintivo.
4. Dedicatoria
Este trabajo de investigación está dedicado a todos los bomberos
voluntarios de la Provincia de Buenos Aires. Realmente es mi deseo e
intención que sirva de aporte para poder desarrollar esta profesión tan hermosa
que elegimos con los más altos estándares de seguridad y protección posibles.
A todos aquellos en los que se encuentra la posibilidad de hacer el bien
y ayudar a otros, como nuestros legisladores, autoridades y gobernantes
dedico el presente, llamándolos a la siguiente reflexión: “Teme, pues, a Dios y
cumple sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Pues Dios
juzgará toda obra, buena o mala, aún la realizada en secreto.”1
1
La Biblia. Eclesiastés. Capítulo 12. Versículos 13 y 14. Nueva Versión Internacional.
5. Índice
Introducción………………………………………………………………….….... 1
Capítulo 1 Marco teórico…………………………..………………………........ 3
1.1 Reseña histórica de los bomberos – de sus orígenes a la edad
moderna………………………………………………………..…………….. 4
1.1.1 Los primeros bomberos oficiales de la República Argentina…....… 5
1.1.2 El inicio de la actividad en la provincia de Buenos Aires…...……... 6
1.1.3 Los bomberos voluntarios en la República Argentina……………... 7
1.2 Características de los cuerpos de bomberos. Comparativa entre los
existentes en la Provincia de Buenos Aires…........................................ 8
1.2.1 Jurisdicción………………………..…………………….…….………… 8
1.2.2 Estructura………………….……………………………………………. 10
1.2.3 Financiamiento…………….…………………………………………… 11
1.2.4 Condición laboral de sus miembros………………………....………. 15
1.3 Actividades desarrolladas por el bombero voluntario como servidor
público……………………………………………………………….………. 17
1.3.1 Los servicios………………………………………………….………… 18
1.3.1.1 Servicios de emergencia……………………..............….……….. 18
1.3.1.2 Servicios programados……………………..….………………….. 19
1.3.2 El orden interno………………………………………………………… 20
1.4 Conclusión…………………………..……………………………….……… 22
Capítulo 2 Bomberos - Análisis de los riesgos laborales en la actividad26
2.1 Riesgos presentes en los servicios de emergencia y programados….....27
2.1.1 Caídas de personas al mismo y distinto nivel………………………. 29
2.1.2 Caídas de objetos……………………………………………………… 30
2.1.3 Pisadas sobre, choques o golpes por objetos………………………. 30
2.1.4 Exposición o contacto con la corriente eléctrica……………………. 31
2.1.5 Explosiones…………………………………………………………….. 32
2.1.6 Exposición a temperaturas ambientales extremas…………………. 33
2.1.7 Exposición a productos de la combustión…………………………… 34
2.1.8 Exposición o contacto con productos químicos…………………….. 36
2.1.9 Exposición o contacto con agentes biológicos……………………… 37
6. 2.1.10 Esfuerzos excesivos y trastornos músculo esqueléticos………… 39
2.1.11 Trastornos por estrés laboral y estrés postraumático…………….. 40
2.2 El orden interno……………………………………………………………… 43
2.2.1 Ayudantía……………………………………………………………….. 44
2.2.2 Equipos y materiales…………………………………………………... 44
2.2.3 Automotores…………………………………………………………….. 44
2.2.4 Capacitación……………………………………………………………. 45
2.3 Accidentes in itínere y en trayecto………………………………………… 45
2.4 Alteraciones en la salud…………………………………………………….. 47
2.4.1 Capacidad y estado físico…………………………………………….. 47
2.4.2 Trastornos del sistema respiratorio………………………………….. 48
2.4.3 Cáncer…………………………………………………………………… 50
2.4.4 Estudios no concluyentes……………………………………………... 51
2.4.5 Mortalidad……………………………………………………………….. 51
2.5 Conclusión……………………………………………………………………. 52
Capítulo 3 Análisis legislativo orientado a Higiene y Seguridad en el
Trabajo. Su relación con la actividad del bombero………..… 54
3.1 Legislación internacional……………………………………………….…… 55
3.2 Legislación nacional referida a Higiene y Seguridad en el Trabajo….… 57
3.3 Legislación referida a bomberos voluntarios…………….…….…………. 59
3.3.1 Leyes centrales…………………………………………………..…….. 59
3.3.2 Leyes complementarias, decretos y resoluciones…..……………… 60
3.4 Áreas reglamentadas en Higiene y Seguridad. Relación con la
actividad bomberil y su legislación……………..………………………...… 61
3.4.1 Servicios de Higiene y Seguridad – Medicina del Trabajo………… 61
3.4.2 Exámenes médicos……………………………………………………. 62
3.4.3 Características constructivas de los establecimientos…………….. 63
3.4.4 Condiciones de higiene en los ambientes laborales……………….. 64
3.4.5 Instalaciones, máquinas y herramientas…………………………….. 64
3.4.6 Protección personal del trabajador…………………………………… 64
3.4.7 Seguridad en tareas específicas……………………………………... 66
3.4.8 Capacitación……………………………………………………………. 66
3.5 Conclusión…………………………………………………………………… 67
7. Capítulo 4 Análisis legislativo orientado a Riesgos del Trabajo.
Relación con la actividad del bombero voluntario……………70
4.1 Legislación internacional……………………………………………………. 71
4.2 Legislación nacional………………………………………………………… 73
4.2.1 Cobertura sobre riesgos del trabajo…………………………………. 75
4.2.2 Seguro obligatorio……………………………………………………… 75
4.2.3 Obligación de las partes………………………………………………. 76
4.2.4 Accidente de trabajo…………………………………………………… 76
4.2.5 Enfermedades profesionales…………………………………………. 77
4.2.6 Incapacidades laborales………………………………………………. 77
4.2.7 Prestaciones dinerarias……………………………………………….. 78
4.2.8 Prestaciones en especies……………………………………………... 79
4.2.9 Determinación y revisión de las incapacidades…………………….. 80
4.2.10 Deberes, derechos y prohibiciones…………………………………. 81
4.2.11 Responsabilidad civil del empleador……………………………….. 82
4.3 Conclusión……………………………………………………………………. 82
Capítulo 5 Consideraciones Finales………………….………………………. 86
5.1 Comparación entre la labor de los bomberos y otros trabajos que
presentan los mismos riesgos y se encuentran regulados………………. 87
5.1.1 Trabajadores de la Salud…………………………………………………... 87
5.1.2 Trabajadores Ferroviarios………………………………………………….. 88
5.2 Protocolos para tratamientos específicos………………………….………. 89
5.3 Programa Nacional de Prevención por Rama de Actividad……………... 90
5.4 Conclusiones del trabajo de investigación…..…………………………….. 91
5.5 Anexo...………………………………………………………………………... 95
5.6 Bibliografía…………………………………………………………………….. 96
5.6.1 Trabajos Académicos y de Organismos Públicos Nacionales e
Internacionales……………………………………………………………... 96
5.6.2 Revistas especializadas y sitios de internet……………………………...97
5.6.3 Legislación y Normativa Nacional………………………………………… 99
5.6.4 Legislación y Normativa de la Provincia de Buenos Aires……………..101
5.6.5 Normativa Internacional…………………………………………………....102
8. Página | 1
Introducción
El objetivo principal del presente trabajo es poder fundamentar la
necesidad y pertinencia de reglamentar en la provincia de Buenos Aires, de
manera correcta y completa, la actividad de los bomberos voluntarios (en
adelante BV) en materia de higiene, seguridad y riesgos del trabajo. La
finalidad que persigue es aportar una investigación profunda, actual y relevante
que sirva como punto de partida para poder complementar, en un futuro
próximo, el marco legal específico que rige la actividad. Se pretende así
abarcar todas las áreas importantes, brindándole al BV la protección necesaria
para el desarrollo de su trabajo.
Recurriendo por única vez a la primera persona en la redacción, me
presentaré al lector como bombero voluntario. Siendo integrante del cuerpo de
BV del partido de Tres de Febrero, localizado en el conurbano de la provincia
de Buenos Aires, he adquirido cierto conocimiento en los dieciséis años que
llevo de servicio. Intervine de manera directa en más de tres mil cuatrocientos
servicios de emergencia, entre incendios, auxilios, desastres naturales e
incidentes con materiales peligrosos. Atravesé distintas etapas en la vida
bomberil, cada una de ellas con determinadas prioridades aparentes,
descuidando en muchas ocasiones mi propia seguridad en función del
desconocimiento o de la minimización de los riesgos. Es por lo antedicho que
volcaré mi experiencia personal en el tema.
Prosiguiendo con la estructuración del trabajo, se analizará en forma
general las distintas actividades que realizan los BV, ya sea prestando servicios
de emergencia como así también las tareas que desarrollan en forma interna
en sus cuarteles. Se identificarán los riesgos a los que se encuentran
expuestos en dichas actividades y se expondrán aquellas causas de accidentes
o enfermedades profesionales más probadas y estudiadas a nivel internacional
en la profesión. Dicho aporte será realizado por citas referidas a distintas
investigaciones que se mencionarán oportunamente.
Se realizará un análisis de la legislación específica sobre bomberos, a
nivel internacional, nacional y provincial, identificando aquellos artículos
relacionados con la salud y seguridad de los mismos, como así también todo lo
9. Página | 2
establecido referente al modo de compensación por accidentes de trabajo
producidos o enfermedades profesionales contraídas. Se determinarán los
alcances de las Leyes Nacionales de Higiene y Seguridad (19587) y Riesgos
del Trabajo (24557 - L.R.T.) respecto a la actividad estudiada.
Finalmente, se relacionará la legislación ut supra mencionada con la
normativa argentina específica sobre bomberos voluntarios aplicable,
determinando correlaciones explícitas, grises legales existentes o ausencia
legislativa en la materia, logrando así alcanzar las conclusiones propuestas en
el objetivo principal del trabajo de investigación.
11. Página | 4
1.1 Reseña histórica de los bomberos – de sus orígenes a la edad
moderna
No existe registro explícito sobre cuando se comenzó a combatir el
fuego, pero sin duda alguna no sería errado suponer que tal acto se remonta a
hechos sin control producidos luego de su descubrimiento mismo. No obstante,
si se trata de referenciar un periodo histórico en el cual se comenzara a ejercer
la labor de extinguir incendios de manera organizada y como trabajo
propiamente dicho, se puede mencionar el imperio Romano como surgimiento
de la actividad de bombero.
El emperador Augusto Cesar, luego de un gran incendio producido en el
año 22 A.C., organizo una milicia encargada de vigilar y acudir a sofocar los
incendios que se produjeran en la capital del imperio Romano. Esta milicia
estaba compuesta por unos seiscientos esclavos, al frente de los cuales estaba
un prefecto. Se los denomino “Vigile”, por su condición de tales. Sus elementos
de lucha eran muy básicos, constituidos por cubas, hachas y algunas
escaleras.
Por el año 6 D.C., Augusto reorganizo su milicia dividiendo la ciudad en
siete cohortes, cada una regida por un Tribuno. Cada cohorte disponía de mil
vigiles a disposición exclusiva, a cargo de un prefecto de vigiles. Algunos años
más tarde, la legislación romana les permitió a los vigile obtener la ciudadanía,
tras seis años de servicios. Posteriormente, luego de sucesivas reformas, se
les dio cuarteles con viviendas para ellos, se les asigno una pensión
económica tras veintiséis años de trabajo y alcanzaron gran reconocimiento
social.2
Con la caída del imperio romano terminan los registros históricos de
organizaciones específicas dedicadas a la extinción de incendios, por lo menos
hasta la edad media. Siglos más tarde, con el gran incendio de Londres de
1.666 y en plena aparición y crecimiento de las compañías de seguro, los
propietarios de edificios se propusieron asegurar los mismos contra la
devastadora acción del fuego y las pérdidas que esta causaba.
2
Martín, F. B. (2009). 140 años de los Bomberos en Badajoz, primera parte: de la creación a principios del siglo XX,
(pp 11-13). Badajoz: [s.n.].
12. Página | 5
Esto llevo a dichas compañías a crear sus propios cuerpos de
bomberos, con el fin de proteger aquellos locales que éstas aseguraban. Tal
pluralidad provoco nefastos resultados, hasta que en 1832 las principales
aseguradoras convinieron en crear una única Brigada de Bomberos3
.
El siglo XIX vio la expansión y generalización de cuerpos de bomberos
en todo el mundo. Algunos surgieron como cuerpos voluntarios, otros como
asociaciones profesionales con miembros remunerados y otros tantos como
bomberos militares.
1.1.1 Los primeros bomberos oficiales de la República Argentina
La fundación de Buenos Aires marca un punto de partida muy relevante
en gran parte de la historia de la República Argentina, y la del inicio de la labor
bomberil en nuestro país no es la excepción.
Durante casi trescientos años, los incendios producidos en esta ciudad
se intentaban extinguir de manera precaria y no muy organizada. Los mismos
eran combatidos por los soldados de los fuertes, alcaldes o serenos, que solo
con baldes conteniendo agua, extraída de pozos de casas cercanas o desde el
mismo Rio de la Plata, procuraban darle fin al fuego desarrollado en las
construcciones de la época.
En el año 1866 el jefe de la Policía, Cayetano María Cazón, destina a
diez policías la tarea exclusiva de la extinción de incendios en la ciudad. Para
ello fueron provistos de tres bombas manuales traídas de Francia. Luego, el 2
de enero de 1870 se crea oficialmente la compañía de vigilantes bomberos,
integrada por treinta miembros, origen del actual cuerpo de bomberos de la
Policía Federal Argentina4
.
3
Martín, F. B. (2009). op. cit. (pág. 13).
4
Prevenir TV – 03/02. Historia de los primeros bomberos, PFA oficial.
Recuperado el 15/02/2013 de http://www.youtube.com/watch?v=kt4CJlX6TQc
13. Página | 6
1.1.2 Los bomberos voluntarios en la República Argentina
Luego de la política inmigratoria implementada en 1876 por el entonces
Presidente de la Republica Nicolás Avellaneda, la afluencia de extranjeros
creció de manera exponencial en el país. Una de las zonas más pobladas por
esos años, pero a su vez con escasos recursos, era el barrio de La Boca del
Riachuelo, en la zona sur de la actual Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El barrio contaba con precarias construcciones de madera. Sus calles,
en su mayoría de tierra, eran intransitables en días de lluvias o tormentas. Los
fuegos incontrolables producidos en su casco edilicio, producto mismo de los
materiales utilizados, y los problemas de acceso constituían un gran problema
para el único cuerpo de bomberos existente hasta entonces, el de la policía,
ubicado en la zona céntrica de la ciudad, bastante distante del lugar.
Impulsados por un gran incendio ocurrido en 1884, un conjunto de
vecinos del barrio de La Boca, encabezados por Don Tomas Liberti, tomo la
iniciativa de crear un cuerpo de bomberos propios que pudiera hacer frente a
los problemas por los que atravesaba el barrio y que el estado, por incapacidad
o inoperancia no podía resolver. Finalmente el 2 de Junio de ese año, se
constituía la Sociedad Italiana de Bomberos Voluntarios de La Boca, primera
institución de este tipo en el país.
Si bien en un principio sus intervenciones se encontraban circunscriptas
al barrio y en una puja constante con los bomberos oficiales, incluso con la
anulación de la institución dispuesta por el Presidente Juárez Celman, devuelta
no obstante por el también presidente de la Nación Dr. Carlos Pellegrini, con el
correr de los años se vio la importancia de dicho cuerpo, ayudando en las
tareas y en muchos casos supliendo aquellas en las que los bomberos de la
policía no podían sobrellevar.5
5
Bomberos Voluntarios de La Boca. Nuestra Historia.
Recuperado el 25/02/2013 de http://www.bomberosdelaboca.com.ar/portal/nuestra-historia
14. Página | 7
1.1.3 El inicio de la actividad en la provincia de Buenos Aires
El primer cuerpo de bomberos voluntarios creado en la provincia de
Buenos Aires fue el de Ensenada, como desprendimiento de la Sociedad de
Fomento y Socorros Mutuos Italiana, el 23 de enero del año 1896. Ubicada en
la zona portuaria de dicha ciudad, se dedicaba a extinguir los incendios
originados principalmente en las casas y conventillos de madera y chapa. Para
ello se bastaban de una bomba a mano traída desde Génova, Italia,
traccionada a caballos, en primera instancia; y luego de una bomba a vapor y
escasos materiales.6
Casi en simultáneo, el 30 de abril del mismo año, se creó la sociedad de
bomberos voluntarios de San Fernando, localizada en otra zona portuaria
bonaerense. A principio de dicho año se desata un gran incendio en un
establecimiento industrial y ante la inexistencia de un cuerpo de bomberos, los
vecinos se abocan a la tarea de extinguirlo formando grandes cadenas con
baldes de agua. Este hecho se transformó en el disparador necesario para que
la población se reuniera y comenzara a delinear la idea de la creación de un
cuerpo de bomberos voluntarios, abocados a la tarea de enfrentar los incendios
que se produjeran, ante el pedido de auxilio de los moradores del barrio.7
Finalizando el año 1897, un 27 de noviembre, se creaba la Sociedad
Cosmopolita de Bomberos Voluntarios y de Primeros Auxilios de Barracas del
Sur. Dicho cuerpo, actualmente Avellaneda, respondía a los intereses de la
población de una zona en pleno crecimiento industrial, extendida hasta las
zonas rurales de Valentín Alsina, Lanús y Villa de los Industriales, que hasta
entonces debían esperar la llegada de los bomberos voluntarios de La Boca
cuando sufrían un incendio, con las consecuentes perdidas asociadas.8
6
Bomberos Voluntarios de Ensenada. Historia.
Recuperado el 15/02/2013 de http://www.grupoprimerapagina.com.ar/info-general/la-sociedad-bomberos-voluntarios-
de-ensenada-celebra-su-aniversario/
7
Bomberos Voluntarios de San Fernando. Historia.
Recuperado el 15/02/2013 de
http://www.bomberossanfernando.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=47&Itemid=29
8
Bomberos Voluntarios de Avellaneda. La Historia.
Recuperado el 15/02/2013 de http://www.grupoprimerapagina.com.ar/info-general/la-sociedad-bomberos-voluntarios-
de-ensenada-celebra-su-aniversario/
15. Página | 8
A partir de 1900 comenzaron a constituirse otros cuerpos de bomberos
voluntarios en la provincia de Buenos Aires, acompañando las distintas zonas
portuarias o crecimientos fabriles de cada época, primero en el conurbano
bonaerense, para luego extenderse al resto de la provincia.
1.2 Características de los cuerpos de bomberos. Comparativa entre los
existentes en la Provincia de Buenos Aires
La Republica Argentina, al igual que muchos otros países alrededor del
mundo, ha implementado un sistema mixto de protección contra incendios,
desde sus orígenes. El mismo se encuentra conformado por bomberos oficiales
pertenecientes a cuerpos de fuerzas de seguridad nacionales y provinciales, y
bomberos voluntarios.
A continuación se expondrán las principales características que delinean
a dichos cuerpos, realizando una comparativa entre los mismos que permita al
lector comprender el estado actual de situación de los distintos actores.
1.2.1 Jurisdicción
La Policía Federal Argentina, como fuerza de seguridad, existe como tal
desde el año 1943, siendo su antecesora la Policía de la Capital. De esta última
se desprendió en el año 1870 el primer cuerpo de bomberos de la actual
Policía Federal Argentina (P.F.A.).
En sus comienzos, su jurisdicción se acotaba el centro de la ciudad de
buenos aires, no solamente por un tema de división territorial, sino además por
razones operativas y de recursos. Luego, la misma se extendió a todo el
territorio comprendido por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.9
No obstante lo anteriormente mencionado, su jurisdicción actual
comprende además los aeropuertos de todo el territorio nacional, todo el
9
Prevenir TV – 03/02. op.cit.
16. Página | 9
sistema ferroviario argentino y aquellas ciudades o lugares con presencia
federal, como el Centro Atómico Bariloche, por citar solo un ejemplo.
En los distintos distritos que conforman el territorio nacional existen, no
obstante, cuerpos de bomberos oficiales que dependen directamente de las
fuerzas de seguridad provinciales. La variedad de organización de dichas
fuerzas, los recursos con los que cuentan y las necesidades propias de cada
departamento hacen que la existencia de cuerpos de bomberos oficiales en
cada provincia sea tan diversa que torna muy complejo un análisis meticuloso
global del tema.
Por tal motivo, en el caso particular del presente trabajo de investigación,
se hará foco en la organización de los bomberos dependientes de la policía de
la provincia de Buenos Aires. El cuartel central de dicho cuerpo se localiza en
La Plata, capital de la provincia, siendo su jurisdicción la mencionada ciudad y
sus alrededores.
Si bien es cierto que existe presencia de bomberos oficiales en la
provincia de Buenos Aires, como se mencionara recientemente, casi la
totalidad de la misma se encuentra cubierta por los servicios de los cuerpos de
bomberos voluntarios. Cada partido cuenta con una sociedad de bomberos
local, la cual lleva el nombre de dicho partido.
Los cuerpos de bomberos voluntarios se organizan en regiones, de
acuerdo a su localización geográfica, y estas se nuclean en cuatro
federaciones distintas, todas avaladas e integradas al Consejo Nacional de
Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina.
Cada cuerpo posee jurisdicción de acción sobre el partido al que
pertenece, pudiendo prestar colaboración en otro partido si así lo solicitare el
cuerpo de bomberos local. Además, todos cuerpos se encuentran obligados,
según la legislación que los regula, a estar a disposición de la Dirección
provincial de Defensa Civil, si esta considerase necesaria u oportuna su
convocatoria, en casos de emergencias o catástrofes provinciales, sin importar
17. Página | 10
aquí su jurisdicción legal, pero quedando bajo la dirección y coordinación de
dicho organismo.
Si bien en el caso de la red ferroviaria y ciertas zonas federales o
provinciales se les atribuye legalmente jurisdicción a los bomberos oficiales, la
intervención en dichos lugares se realiza habitualmente en conjunto o como
apoyo a los cuerpos de bomberos voluntarios de la zona ya que, por
infraestructura y cercanías, estos últimos realizan las primeras intervenciones.
En el caso particular de algunos cuerpos de bomberos voluntarios
asentados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como el de La Boca, San
Telmo o Villa Soldati, estos si poseen jurisdicción legal para intervenir en forma
solapada junto a los bomberos de la P.F.A. Este aval se remonta a los tiempos
de su creación, casi en simultáneo, como fuera visto en apartados anteriores.
No obstante, en los últimos dos casos planteados, si al lugar de
intervención concurriesen tanto bomberos oficiales como voluntarios, la
legislación establece que los primeros se hallaran a cargo de la misma,
debiendo los segundos ponerse a su disposición.
1.2.2 Estructura
Es necesario mencionar que si bien los bomberos de la P.F.A. se
encuentran bajo la dirección de la Superintendencia Federal de Bomberos, los
mismos integran el cuerpo activo de miembros de la Policía. De acuerdo a
datos del año 2008, se hallan en actividad un total de 2.198 efectivos
destinados al escalafón bomberos de la P.F.A., representando un 5,7% del total
de miembros de la fuerza10
. Más de la mitad de ellos se encuentran distribuidos
y asignados a los diecisiete cuarteles y destacamentos ubicados en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, de acuerdo a las condiciones operativas que estos
requieren.
10
Auditoría General de la Nación (2008) .Informe de Auditoria. Prestación del Servicio de Seguridad a Personas y Bienes. (pág. 7).
18. Página | 11
Los bomberos voluntarios en la República Argentina disponían en el año
2008 de aproximadamente 45.000 miembros activos, nucleados en cerca de
850 cuerpos reconocidos a lo largo de todo el territorio nacional11
. En lo que
respecta a la provincia de Buenos Aires, objeto de estudio, existían al año 2009
más de 230 instituciones, con aproximadamente 12.000 voluntarios entre sus
filas en condiciones de prestar servicios12
.
1.2.3 Financiamiento
La financiación necesaria tanto para la creación como para el
funcionamiento de un cuerpo de bomberos no es un tema menor a tratar. En
este punto separaremos el análisis entre bomberos oficiales, sean de P.F.A. o
de la provincia, y los bomberos voluntarios.
Los primeros, al pertenecer a una fuerza del Estado perciben
financiación directamente de éste. Su creación se encuentra sujeta a la
necesidad operativa que considere oportuna su dirección, o en su defecto, a la
jurisdicción que tome sentido federal o provincial, según sea el caso. Son
incluidos en el presupuesto oficial de la fuerza a la que pertenecen, derivando
de este su sustento económico para llevar adelante las tareas que le son
asignadas. Dentro del mismo se incluirán su equipamiento en material rodado,
edilicio, herramientas y protección personal.
Para el año 2013, el Ministerio de Seguridad de la Nación ha fijado como
política presupuestaria para el servicio de Bomberos de P.F.A., a través del
programa 30, la suma de pesos trescientos setenta y tres millones veintiocho
mil trescientos cuarenta y ocho ($ 373.028.348)13
, de los cuales el 89%
corresponde a gastos en personal y 1,4% aproximadamente en maquinaria y
equipos.
11
BOMBEROS.ORG.AR. El domingo 2 de Junio los bomberos voluntarios celebran 129 años al servicio de la
comunidad.
Recuperado el 25/02/2013 de
http://www.bomberosra.org.ar/noticias/noticias_web.php?p_idnoticia=1436&seccion=Actualidad
12
Consejo de Bomberos Voluntarios de la República Argentina (2010). El sistema nacional.
Recuperado el 25/02/2013 de
http://www.consejodebomberos.com.ar/revista/noticias.php?p_idnoticia=1122&seccion=Revista%20de%20%20Bomber
os&ed=73
13
Ministerio de Seguridad (2013). Jurisdicción 41, Programa 30 Servicios de Bomberos. (pág. 59).
19. Página | 12
En el caso de los bomberos voluntarios, como se ha mencionado en el
presente trabajo, su creación se halla sujeta no solo a la necesidad de las
comunidades de contar con dicho servicio de emergencia, sino además a la
organización y predisposición de cierto número de personas de estos
municipios, que entregando sus horas de trabajo desinteresado en favor del
bienestar de la comunidad se dedican a sostener dichas asociaciones. Los
recursos necesarios para su puesta en marcha proceden del aporte voluntario
de vecinos o gente en general, donaciones y otros de igual carácter.
Una vez conformado el cuerpo como una sociedad sin fines de lucro,
con personería jurídica y luego de cumplimentar ciertos requisitos, la Ley
Nacional 25054 establece un financiamiento oficial para dichos cuerpos.
Respecto al total de dinero procedente de éste subsidio, en el párrafo 1 de su
artículo 13, modificado luego por el artículo 2 de la Ley Nacional 25848,
expresa que:”… El ochenta por ciento (80%) deberá distribuirse por partes
iguales entre las entidades de primer grado reconocidas por la autoridad de
aplicación, con destino exclusivo a la adquisición de materiales, equipos de
vestuarios y demás elementos destinados a la lucha contra el fuego y la
protección civil de la población, como así también a la conservación y
mantenimiento en perfecto estado y condiciones de uso de los mismos.”14
Para ello, todos los años la autoridad de aplicación se expide mediante
una resolución en la cual asigna a todas las entidades reconocidas por la Ley
Nacional 25054 una suma correspondiente a dicho año. Además, en algunos
puntos orienta y en otros exige sobre el uso de éstos fondos. En el año 2013, la
Resolución 61/13 del Ministerio del Interior y Transporte destina a las
asociaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina la suma de
pesos ciento cuarenta y nueve millones setecientos cuarenta y seis mil ($
149.746.000), distribuyendo las misma entre los ochocientos diecinueve (819)
cuerpos que se encuentran en condiciones legales de recibirla en partes
iguales, correspondiendo por consiguiente a cada uno la suma de ciento
ochenta y dos mil ochocientos cincuenta y siete con catorce centavos ($
182.857,14) en concepto de subsidio anual.
14
Ley Nacional 25848 (2003). artículo 2.
20. Página | 13
A modo de ejemplo, la mencionada resolución establece que: “En un
porcentaje no menor al CINCUENTA POR CIENTO (50%) del total del subsidio
percibido para la adquisición de equipamiento de protección personal (EPP),
equipos de respiración autónoma (ERA), compresores de aire respirable para
recarga de ERA, equipos de comunicación, herramientas de corte hidráulicas y
elementos en general para combate de incendios, rescates y demás
actividades propias del servicio público de bomberos y protección civil de la
población…”15
Se resalta el “a modo de ejemplo” citado recientemente, ya que dichas
exigencias para el destino de los recursos varían año a año, de acuerdo a lo
que considere primordial la autoridad de aplicación.
Por otra parte, la provincia de Buenos Aires también establece un
financiamiento para los cuerpos de bomberos voluntarios a través de la Ley
10917 (P.B.A.), del año 1990. El artículo 33 de la misma establece que de cada
partida anual de dicho subsidio, éste se distribuirá de la siguiente manera: el
veinticinco por ciento (25%) en partes iguales para cada institución reconocida
como tal y el setenta y cinco por ciento (75%) restante también entre todos los
cuerpos, pero teniendo en cuenta la infraestructura material y de personal de
cada uno, la superficie del partido y su población, como así también la cantidad
de servicios prestados el año inmediato anterior.
Dicha partida resultaría dividida en mejores proporciones que el subsidio
nacional, de no ser porque meses luego de que se sancionara dicha ley, el
Decreto 2266/90 (P.B.A.) promulgara parcialmente la misma, vetando
justamente el artículo en análisis argumentando en sus considerando que:”…
Que el artículo 33 del texto sancionado, violenta la facultad constitucional de
Poder Ejecutivo, establecida en el artículo 90, inciso 2) de la Constitución
Provincial, para impulsar las iniciativas que impliquen nuevos gastos dentro de
la ley de presupuesto…”16
15
Resolución 61/13 (Ministerio del Interior y Transporte). Artículo 2, anexo I, inciso a).
16
Decreto 2266/90 (P.B.A.). considerandos.
21. Página | 14
Los bomberos voluntarios debieron esperar hasta el año 2011 para que
finalmente la Provincia de Buenos Aires, reconociendo que con su insoslayable
vocación contribuyen con la gestión de gobierno, pudieran tener un subsidio
económico anual provincial para llevar adelante sus labores. Mediante el
Decreto 74/11 (P.B.A.) y la Resolución 3291/11 del Ministerio de Justicia y
Seguridad (P.B.A.) se establece un subsidio anual para los cuerpos de
bomberos reconocidos por la Dirección de Defensa Civil.
Para el año 2013, el Dec. 74/11 (P.B.A.) asigna una partida de pesos
sesenta y cinco millones ($ 65.000.000) para distribuir entre las 239
asociaciones existentes. Este decreto contempla una actualización para el año
2.014, pero no especifica ni aclara que pasara de allí en adelante. Es necesario
mencionar que la Res. 3291/11 (MJyS P.B.A.) establece una distribución
arbitraria de dicho subsidio, asignando porcentajes diversos a las asociaciones
respecto a la población existente y estimada hasta el año 2020 de las
jurisdicciones (partidos) a los que corresponden.
Extrapolando los datos oficiales presentados y de acuerdo a la
estructura actual del sistema de bomberos de la provincia de Buenos Aires,
ésta misma, de tener que absorber el sistema, debería haber destinado en el
año 2013 un presupuesto cercano a los pesos dos mil treinta y seis millones
($2.036.000.000). Dicho monto, incluso suponiendo que la estructura actual
estuviera superpoblada y bajando la misma a la mitad, se encuentra muy lejos
de los pesos cien millones ($100.000.000) aproximadamente destinados por la
provincia y el Estado Nacional en conjunto.
A modo de ejemplo, proveer a un bombero su equipo de protección
personal correspondiente compuesto por: sacón, pantalón con tiradores,
capucha ignifuga, casco, guantes y par de botas más un equipo de respiración
autónoma certificado y homologado para tareas de bomberos cuesta
aproximadamente entre pesos veinticinco mil ($ 25.000) y pesos cuarenta mil
($40.000).17
17
Ver presupuesto en anexo I.
22. Página | 15
1.2.4 Condición laboral de sus miembros
Al igual que en el apartado anterior, se realizará una clara división entre
bomberos oficiales y voluntarios, sea cual fuere su denominación específica.
Los primeros, siendo miembros de una fuerza de seguridad oficial,
poseen el carácter de trabajadores bajo relación de dependencia, siendo su
empleador el Estado Nacional o Provincial, según corresponda. El personal de
la P.F.A., por ejemplo, se halla regulado por la Ley Nacional 21965 y por su
Decreto PEN reglamentario 1866/83.
Respecto a la condición laboral es interesante observar lo que dicho
decreto reza en uno de sus artículos: “El personal del cuadro permanente, con
las excepciones determinadas en la presente reglamentación en sus artículos
85 y 86, no podrá, sin autorización expresa de la jefatura, desempeñar
funciones o tareas extra policiales, sean éstas oficiales o privadas,
remuneradas o no."18
Es necesario mencionar que dicha legislación regula todo lo
concerniente a la actividad laboral de la fuerza expuesta, no siendo de
aplicación en este caso particular la Ley Nacional 20744, conocida como Ley
de Contrato de Trabajo, en toda su extensión y articulado regulatorio. No
obstante, es innegable el reconocer el contrato de trabajo o la relación de
trabajo existente entre las partes, según expresa el artículo 1 de la última
mencionada.
En el caso de los BV, según lo expresa la Ley 10917 (P.B.A.), “todos los
integrantes de las Asociaciones de Bomberos Voluntarios, ya sean integrantes
de la Comisión Directiva o del Cuerpo Activo, desempeñarán sus funciones
específicas "ad honorem".19
Tal disposición hace que cada bombero deba tener otro trabajo,
independiente de su función de servidor público, con el fin de obtener los
18
Decreto PEN 1866/83, art. 84.
19
Ley 10917 (Provincia de Buenos Aires), art 14.
23. Página | 16
recursos necesarios para subsistir. Esto conlleva que la mayor parte del día no
halla personal en los cuarteles para concurrir a prestar los servicios de
emergencia. Cuando esto ocurre, los bomberos son convocados de improvisto
por medio de una alarma general, la cual puede ser una sirena de gran
alcance, radio llamados o equipos de radio comunicación, y acuden al cuartel
provenientes de sus trabajos formales, de sus casas o desde cualquier otra
actividad personal que estén realizando.
A diferencia de lo expuesto en la legislación de la P.F.A., la Ley Nacional
25054 establece: “La condición de bombero voluntario no puede ser
considerada incompatible con ninguna otra actividad ni perjudicial para el
hombre que la ejerce...”20
En casi todos los cuerpos de bomberos existe un persona de guardia
permanente, denominado cuartelero, siendo el responsable de recibir los
llamados telefónicos de pedidos de emergencia durante las 24 horas del día,
manejar los canales de comunicación, convocar al personal ante las distintas
emergencias que surjan y velar por las instalaciones y móviles del cuartel.
En algunos pueblos del interior de la provincia de Buenos Aires esta
figura es suprimida y los llamados son recibidos en el teléfono particular de
alguno de los miembros de la institución. Cuando esto ocurre, la persona se
acerca al cuartel y convoca al resto de los integrantes por medio de una alarma
general. Es necesario mencionar que esto es posible solo en aquellos lugares
en los cuales, por las características del mismo, existen muy pocas
intervenciones al año.
Ciertos cuarteles han implementado un sistema de guardias de
emergencia. Ésta radica en tener un reducido número de integrantes a
disposición para cualquier intervención en forma permanente, durante una
determinada franja horaria; habitualmente de noche, por ser el momento de
mayor problemática en la convocatoria.
20
Ley Nacional 25054, art 16.
24. Página | 17
Las personas que trabajan como cuarteleros reciben una remuneración
por ello y existe un contrato de trabajo formal con la institución a la que
pertenecen. Aquellos que realizan las guardias de emergencia corren con
diferentes suertes. De acuerdo a sus posibilidades económicas, unos pocos
cuerpos otorgan a quienes las realizan una remuneración como compensación,
a modo de viáticos, y otros las integran a las actividades obligatorias de la
institución, sobrecargando aún más al voluntario.
1.3 Actividades desarrolladas por el bombero voluntario como servidor
público.
Como se ha mencionado recientemente, cada bombero realiza sus
labores particulares con el fin de subsistir. No obstante, al pertenecer a una
asociación de BV reconocida oficialmente pasa a tener ciertas obligaciones que
debe cumplir.
Dentro de la provincia de Buenos Aires existen cuatro Federaciones de
Bomberos Voluntarios reconocidas como tales por el Consejo Nacional de
Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina. Tales
federaciones tienen entre sus funciones la reglamentación de las instituciones
de bomberos que la componen.
Si bien existen algunas diferencias entre las mismas, su organización es
muy similar, como así también su funcionamiento. En el presente trabajo, a
modo práctico, se tomarán los lineamientos y reglamentos expuestos por la
Federación de Asociaciones de Bomberos Voluntarios de la Provincia de
Buenos Aires (F.A.B.V.P.B.A.).
Esta misma expresa en su Reglamento N° 3, del Cuerpo Activo, que
desde el momento de su ingreso a la institución, el bombero se encuentra
obligado a cumplir con una serie de actividades, las cuales clasifica como:
Servicios y Orden Interno.
25. Página | 18
1.3.1 Los servicios
Los servicios son las prestaciones que realizan los bomberos, de
acuerdo a lo exigido por la legislación vigente, interviniendo espontáneamente
o a requerimiento en situaciones de emergencias, como ser: incendios,
accidentes, inundaciones, etc.
Además de lo mencionado, se establecen como servicios “…las
prestaciones específicas relacionadas a la prevención y difusión de la misma,
como toda otra actividad relacionada al accionar del Cuerpo, y destinada a toda
la comunidad, incluyendo a las de operatividad zonal y/o regional de los
servicios y a la capacitación.”21
Se pueden clasificar como de emergencia o programados, según la
premura y naturaleza de los mismos.
1.3.1.1 Servicios de emergencia
Los servicios de emergencia son aquellos en que, como su nombre lo
indica, no se puede producir demora en su prestación. Requieren por parte de
quien los solicita la mayor premura posible, ya que se encuentran en juego la
vida de las personas, sus bienes o el medio ambiente.
Dentro de los mismos se pueden mencionar los incendios estructurales
en general, que son los desarrollados en viviendas, fabricas, locales y
similares, principio fundador de los cuerpos de bomberos; e incendios
forestales, cualesquiera fuera su denominación o extensión.
Además, se encuentran en dicha clasificación los auxilios, dentro de los
cuales se hallan la colaboración en accidentes vehiculares o de tren, rescates
de personas a nivel o en alturas, etc.; los desastres, siendo su disparador
aquellas situaciones de emergencia que por sus características de gran
magnitud requieren del esfuerzo mancomunado de toda la defensa civil, como
21
F.A.B.V.P.B.A Reglamento de funcionamiento de los cuerpos de bomberos voluntarios. Reglamento N° 3, 03.004.
26. Página | 19
ser: inundaciones, terremotos, temporales y otros; y los incidentes con
materiales peligrosos, con todo lo que ello implica. Las colaboraciones a otros
cuerpos de bomberos en cada una de las mencionadas situaciones son otras
de las actividades que engloba este tipo de servicios.
1.3.1.2 Servicios programados
Dentro de dicha clasificación se hallan todos aquellos servicios que le
corresponde realizar a un cuerpo de bomberos, y por ende a sus integrantes
del cuerpo activo, pero que no requieren de una realización urgente. Si bien
son de carácter obligatorio para sus miembros, en la mayoría de los casos,
estos no se realizan de manera casual sino que se programan con anticipación
y se convoca al personal con debido tiempo para poder agendarlos
convenientemente.
Se pueden mencionar entre estas actividades las guardias, destinando
personal dentro del cuartel o en eventos especiales para los cuales fueran
convocados, reteniéndolos por un determinado tiempo y con el fin de estar en
apresto ante posibles servicios de emergencia.
Otra serie de servicios programados la conforman el técnico, siendo
éstas labores tendientes a la difusión de la actividad dentro de la población, la
verificación de planos, las inspecciones de instalaciones contra incendio e
informes técnicos; el comando, actividad de representación ante autoridades u
organismos del sistema bomberil; y el ceremonial, destinado también a la
representación del cuerpo, pero esta vez ante organismos públicos, fiestas
patrias, honores públicos u otros de similares características.
Finalmente, existen los servicios especiales, que son aquellos originados
por diversos hechos, no comprendidos entre los anteriores y que no siendo
obligatorios los cuerpos de bomberos pueden responder ante los mismos de
contar con personal o material necesario en su estructura.
27. Página | 20
1.3.2 El orden interno
Todas aquellas actividades para que las instituciones funcionen como tal
se realizan internamente con sus integrantes. Es cierto que existen algunas
que por su complejidad o especificidad se hace necesaria la contratación de un
servicio externo, pero se tiende a evitar ello por un tema de presupuesto.
Por lo anterior, se dividen las tareas a realizar dentro de los cuerpos en
secciones y departamentos. Dichas labores también son de carácter obligatorio
para sus integrantes. Se planifican de manera mensual y se organizan de
manera tal que cada miembro aporte sus conocimientos o habilidades
particulares, con el fin de optimizar recursos.
Tal es su obligatoriedad, que se le asigna un puntaje mensual de
acuerdo a las tareas realizadas. Este puntaje representa el 40% del total a
sumar en cada mes por un miembro. De no cumplimentar un puntaje mínimo
semestral y anual preestablecido, cada miembro es pasible de ser observado y
hasta dado de baja de la institución.
La estructura de orden interno mínima que establece la F.A.B.V.P.B.A.
se halla dividida en cuatro secciones: ayudantía, equipos y materiales,
automotores y capacitación. Dentro de las mismas se agruparan todas aquellas
tareas que debe realizar la institución para prestar los servicios a los cuales
está obligada y para los que fue creada.
La sección ayudantía se encuentra dividida en los departamentos
técnico y personal. El primero posee actividades como la prensa y difusión de
la actividad e institución, el asesoramiento técnico a industrias, comercios, y
establecimientos de la zona, la elaboración de informes técnicos referidos a su
área de incumbencia, la confección de estadísticas y el asesoramiento legal.
El departamento de personal será el encargado de realizar las
comunicaciones al mismo, organizar la entrega y mantenimiento de la ropa de
trabajo y representación, realizar los cómputos de los servicios, confeccionar y
28. Página | 21
llevar actualizados los legajos e implementar todo lo concerniente al servicio
médico de la institución.
Como se puede notar, gran parte de las tareas realizadas dentro de la
sección ayudantía son de carácter administrativas. No obstante, existen otras
como el manejo de ropa o el asesoramiento técnico que requieren de un
trabajo de campo.
La sección equipos y materiales se divide en: equipos contra incendio y
rescate, equipos de protección personal e intendencia. Si bien su separación es
menor que en ayudantía, agrupa gran parte del trabajo interno que se debe
hacer y reviste mucha importancia. De esta sección depende que todos los
elementos, equipos y materiales a utilizar en las intervenciones estén en
correcto estado y funcionamiento, que el bombero cuente con su protección
personal adecuada y suma todo el mantenimiento y limpieza edilicia.
El trabajo realizado es prácticamente todo de campo y abarca tareas de
taller, uso de productos químicos, utilización de herramientas eléctricas,
neumáticas y mecánicas, como así también un alto grado de esfuerzo físico y
postural.
Automotores es la sección dedicada al mantenimiento de todos los
vehículos de la institución. Se encarga de la verificación de su estado y se
divide entre tareas de carácter preventivo y de reparación. Dependiendo de los
conocimientos y habilidades propias de los integrantes que la componen,
dichas tareas se realizan en el ámbito institucional o son derivadas a
proveedores externos. No obstante, al igual que en equipos y materiales, la
mayor parte de las actividades desarrolladas son de campo, con utilización de
herramientas y carga física.
Finalmente, la sección de capacitación es la encargada de transmitir el
conocimiento y saberes teóricos como prácticos tanto a los miembros de la
institución como a la comunidad. Formará profesionales para que ingresen a la
institución y acompañara su crecimiento jerárquico a lo largo de su carrera
29. Página | 22
bomberil. Toda persona que desee formar parte de un cuerpo de bomberos
voluntarios deberá, entre otros requisitos, aprobar un curso de ingreso de
manera teórica y práctica, en el cual se le brindan las herramientas básicas
para poder hacer frente a la actividad que decidió abocarse.
El conocimiento impartido se encuentra regulado, en el caso de la
F.A.B.V.P.B.A., por el Consejo Provincial de Capacitación, organismo de
segundo grado dentro de lo establecido por la legislación correspondiente y
avalado por la Academia Nacional de Bomberos Voluntarios de la República
Argentina. Esta última, posee dentro de sus departamentos el de Seguridad del
Bombero.
Además de lo recientemente mencionado, la sección de capacitación
creará programas de educación para la población y brindara charlas y
conferencias en instituciones educativas, de la industria y abiertas a la
comunidad, con el fin de concientizar y entrenar a la sociedad en materia de
protección contra incendios. Si bien posee trabajo de campo, el mismo se halla
más abocado al sistema educativo convencional, con carga psicológica y de la
voz, y no tanto física.
1.4 Conclusión
A lo largo del capítulo se ha intentado exponer de manera general cual
es la situación actual de los bomberos voluntarios en la provincia de Buenos
Aires.
Para ello se comenzó explicando las razones de sus orígenes y el
porqué de su proliferación por sobre los bomberos oficiales. Tal es así, que el
Decreto Ley Nacional 1945/58, el cual reconoce el carácter de servidor público
del bombero voluntario establece en sus considerando:
30. Página | 23
“Que los cuerpos oficiales de bomberos existentes resultan en general,
insuficientes para la integración del Servicio de Bomberos que debe organizar
el Comando General de Defensa Antiaérea Territorial…”22
“Que las mencionadas asociaciones contribuyen patriótica y
desinteresadamente en la defensa de la vida y bienes de la colectividad,
constituyendo en muchos casos el único medio con que la población cuenta
para neutralizar o aminorar los efectos de los siniestros que se producen;…”23
El mismo muestra la incapacidad del estado nacional de contar, ya
desde ese entonces, en todo el territorio con bomberos profesionales
remunerados, pero a su vez la necesidad imperiosa de tener cubierta toda la
nación con un sistema de protección contra incendios y accidentes que tiene
como fin único la defensa de la vida y bienes de la colectividad, obligación esta
indelegable del primero.
Es interesante observar también lo que menciona el Dec. 74/11(P.B.A.)
en uno de sus considerandos, ya que aporta una clara visión de la
responsabilidad propia que tiene el gobierno en materia de protección contra
incendios:
”…la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, entre sus objetivos
fundamentales coloca el proveer a la seguridad común y promover el bienestar
general, determinando expresamente la obligación de la Provincia de eliminar
“los obstáculos económicos, sociales o de cualquier otra naturaleza que
afecten o impidan el ejercicio de los derechos y garantías constitucionales”
(artículo 36)…”24
A la luz de dichos fundamentos los cuerpos de bomberos voluntarios
suplen una labor propia del Estado específica e irremplazable en la sociedad y,
de no existir, el Estado mismo debería garantizar dicha función. Para ello
22
Decreto Ley Nacional 1945 (1958). Considerandos.
23
Ibidem
24
Decreto 74/11 (P.B.A.). Considerandos.
31. Página | 24
debería destinar personal y recursos que actualmente no pose y nunca ha
poseído o destinado.
Se ha analizado los subsidios entregados a los bomberos voluntarios
tanto por parte del Estado Nacional como por la provincia de Buenos Aires. Los
mismos, asignados en conjunto rondan los pesos ocho mil novecientos
($8.900) anuales por bombero. De esta forma se necesitarían prácticamente
cinco años para poder darle los elementos de protección personal básicos a
cada uno, sin contabilizar los cambios necesarios, roturas, desgastes,
vencimientos ni todos los demás gastos que debe afrontar cada institución con
el fin de tener los vehículos, materiales y herramientas necesarios y en óptimas
condiciones para prestar los servicios.
Este tipo de situaciones provocan que los hombres que componen el
sistema de bomberos voluntarios no cuenten con los recursos necesarios para
estar correctamente equipados y protegidos. Que los mismos realicen sus
labores “ad honorem” no es condición suficiente para desligar al Estado de su
responsabilidad sobre su protección personal.
Con respecto a su condición laboral se hace necesario mencionar, por
las razones citadas durante el capítulo, que le es imperioso al bombero
voluntario poseer otra actividad remunerada. Para ello, se deberá comprender
que dicha actividad no siempre representa el encontrarse bajo relación de
dependencia, sino que un porcentaje de los mismos deben desarrollar o
desarrollan sus actividades de manera autónoma o como cuentapropista. Se
hace referencia a este último punto, ya que será preponderante al momento de
analizar las coberturas que tienen los mismos ante accidentes de trabajo,
enfermedades profesionales o ausencias en sus labores remuneradas.
Finalmente, se concluye que las tareas a realizar por un bombero
voluntario se corresponden en primera instancia a prestar servicios de
emergencia en favor de su comunidad, con los riesgos implícitos y explícitos
que los mismos conllevan y que serán analizados en los próximos capítulos. No
obstante, se encuentra obligado por el sistema a desarrollar trabajos internos
32. Página | 25
propios de muchas actividades remuneradas, los cuales poseen sus riesgos
laborales asociados y en muchos casos legislados específicamente en materia
de Higiene y Seguridad del Trabajo.
33. Página | 26
Capítulo 2
Análisis de los riesgos laborales
en la actividad del bombero
34. Página | 27
2.1 Riesgos presentes en los servicios de emergencias y programados
El objeto del presente trabajo de investigación es aportar una serie de
fundamentos que permitan entender la importancia y necesidad que reviste
para la salud de los bomberos el poder regular la actividad en materia de
Higiene y Seguridad ocupacional y su cobertura en riesgos del trabajo.
Por tal motivo, este capítulo no pretende desarrollar en forma exhaustiva
todas las tareas realizadas por los mismos ni la totalidad de los riesgos a los
que se encuentran expuestos, sino abarcar algunos temas puntuales y graficar
de esta manera la necesidad planteada.
Para ello se expondrán una serie de características propias de la
actividad y se analizarán algunos de los riesgos más relevantes que presenta,
dejando abierto el tema para poder profundizarlo por medio de otro trabajo
académico.
Gran parte de la información expuesta en este capítulo corresponde a
dos fuentes bien definidas. Por un lado, se realizará un aporte fáctico, producto
de la formación y experiencia personal y profesional al respecto de quien
elabora el presente. Otro aporte, no menos relevante, surgirá de un informe
científico realizado en septiembre del año 2005 por Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) de España. El objetivo de dicho
informe fue “…analizar los estudios ya realizados y publicados por
investigadores cualificados en el tema.”25
El mismo tiende a resumir y agrupar
la información relevante en la materia publicada en más de noventa referencias
bibliográficas específicas.
Como se ha mencionado recientemente, el bombero voluntario realiza
actividades de emergencia para la salvaguarda de vidas y bienes de las
personas, sumando además la protección del medio ambiente. Entre algunas
de ellas se puede mencionar:
25
De Vicente Abad, M. A. (2005). Análisis Bibliográfico de la Profesión de Bombero. Madrid: Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo. (pág. 2)
35. Página | 28
Extinción de incendios estructurales (viviendas, oficinas, fábricas de todo
tipo, locales comerciales).
Entradas forzadas en establecimientos.
Ventilación de humos y gases en incendios.
Extinción de incendios forestales.
Rescates y salvamentos (accidentes vehiculares, de tren, en altura, en
espacios confinados).
Intervenciones en emergencias que involucren materiales peligrosos.
Actuaciones en inundaciones, catástrofes naturales, derrumbes o que
impliquen riesgo para terceros.
Asistencia a personas con alteración mental y suicidas.
Estar siempre “a disposición” para ser convocado ante una emergencia.
No obstante, se ve obligado a cumplir con ciertas actividades
relacionadas con la prevención y la comunidad, aunque no revistan el carácter
de emergencia, como así también otras tendientes al cuidado de las
instalaciones, parque automotor y materiales para incendio y rescate con los
que cuenta cada institución. Según lo antedicho, a continuación se mencionan
algunas de las labores que ejercen a menudo:
Inspecciones técnicas en materia de protección contra incendios a
locales, fábricas o establecimientos de cualquier índole.
Acciones divulgativas (capacitaciones, charlas en colegios, simulacros
en empresas, etc.).
Mantenimiento y reparación de vehículos.
Mantenimiento y reparación de materiales para incendio y rescate.
Mantenimiento, limpieza y reparación de instalaciones edilicias.
Instrucciones, entrenamiento y adiestramiento para realizar
intervenciones.
Como se puede apreciar, las actividades desarrolladas son muy variadas
y los peligros que presenta cada una también. Nuevamente es necesario
destacar que no se analizará en detalle cada actividad en particular con todos
36. Página | 29
los riesgos que conlleva, sino que se mencionarán algunos de los más
relevantes presentes en ciertas labores.
2.1.1 Caídas de personas al mismo y distinto nivel
Los accidentes por caídas al mismo nivel durante las intervenciones de
emergencia son muy habituales en los bomberos. Cuando deben trabajar en un
incendio, éstos ingresan a lugares con escasa visibilidad.
Las razones por las cuales deben trabajar “a oscuras” implican factores
ajenos a la pretensión de los mismos, ya sea por el humo generado por el
incendio o por el simple hecho de carecer de energía eléctrica el recinto,
requisito indispensable para realizar la extinción del foco ígneo con agua.
El ingresar a un sitio desconocido en ausencia de luz tiene además el
potencial de tropezar con objetos que obstruyen el camino. Otros factores
influyentes en las caídas a nivel son el trabajar con un piso mojado, la mayoría
de las veces, o resbaladizo, consecuencia de los productos que intervienen en
el siniestro.
Cuando se menciona el peligro de caída a distinto nivel se debe tener
presente que durante las intervenciones los bomberos deben acceder a los
lugares donde se desarrolla el hecho por el cual fuera convocado, sea este un
incendio o un rescate. En muchas situaciones el acceso normal y habitual al
lugar no es posible, por lo que debe recurrir cornisas, balcones, escaleras fijas
o móviles. No siempre se requiere subir, sino que en muchas ocasiones es
necesario bajar a sótanos, pozos, alcantarillas, excavaciones, etc.
El trabajo sobre techos, perfiles de paredes o simplemente en lugares
sin visibilidad (pero que presentan aberturas como huecos de ascensores o
escaleras internas) son algunas de las causas por las que sufren accidentes de
este tipo. Otro factor a tener presente es el desmoronamiento de estructuras
sobre las cuales se haya realizando su labor, por acción del fuego directo o
debilitamiento de los cimientos.
37. Página | 30
Los accidentes por caídas a nivel y a distinto nivel, en conjunto,
representaron cerca del 22,7% del total que sufrieran los bomberos en España
durante el año 2002.26
2.1.2 Caídas de objetos
Uno de los elementos de protección personal que caracteriza a los
bomberos en cualquier parte del mundo es el casco. Este elemento es tan
indispensable para trabajar dentro de un incendio como la probabilidad de que
algún objeto caiga sobre el mismo.
En las intervenciones que no sean a cielo abierto, es habitual que parte
de la estructura se desprenda de la misma y, en menor o mayor proporción o
tamaño, caiga sobre el cuerpo del bombero. En ocasiones, producto del
material que se encuentra combustionando, es posible que se derramen sobre
el personal interviniente gotas llameantes, o simplemente el mismo material
derretido, provocando severas quemaduras.
Otra situación que se produce en las intervenciones es el aumento de
peso de los materiales que soportan las estructuras, producto del agua utilizada
en la extinción acumulada como consecuencia de la falta de escurrimiento. El
colapso de las estructuras, junto con el desmoronamiento de las mismas
producen situaciones de atrapamiento para el bombero, cuando no
aplastamientos, ya sea de miembros o totales.
2.1.3 Pisadas sobre, choques o golpes por objetos
La intervención en un siniestro requiere habitualmente trabajar sobre
superficies sucias, es decir, en las que se encuentran restos de vidrios,
metales, escombros y todo tipo de material abrasivo y punzante. Este tipo de
ambientes de trabajo puede provocar heridas cortantes o contusiones en
distintas partes del cuerpo.
26
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit. (pág. 5)
38. Página | 31
Una vez más, el trabajar en lugares cerrados con ausencia de luz
potencia en gran manera la posibilidad de chocarse contra objetos estáticos o
recibir golpes de otros móviles. Debido a que las condiciones de trabajo son
muy difíciles de mejorar es necesario que el bombero cuente con un equipo de
protección personal con los más altos estándares de seguridad, además de un
correcto entrenamiento.
2.1.4 Exposición o contacto con la corriente eléctrica
Existen diferentes situaciones en las que un bombero está expuesto a la
corriente eléctrica de manera directa o indirecta. Cuando se realiza una
intervención para la extinción de un incendio, una de las primeras tareas a
realizar es el corte de suministro eléctrico del lugar, para poder utilizar el agua
como agente extintor.
Es recomendable que el suministro se corte directamente desde la caja
en donde se encuentra el medidor de la empresa proveedora del servicio, con
la correspondiente llave de seguridad. No obstante, en la mayor parte de la
provincia se hace necesario realizar el corte de los cables en la bajada misma
del poste. En el caso de establecimientos con fuerza motriz, se deberá quitar
los fusibles tipo “NH” de los tableros generales.
Un caso especial revisten los asentamientos de emergencias, con vasta
extensión en el territorio bonaerense. Allí es prácticamente imposible el corte
de energía, sencillamente porque no existe una entrada formal de la misma,
sino que hay una multiplicidad de éstas sin saber a ciencia cierta de dónde
provienen o hacia dónde se dirigen. Aquí se trabaja con el mayor de los
recaudos posibles, pero con un alto grado de exposición a la corriente eléctrica.
Otro caso habitual se desarrolla en las intervenciones sobre ferrocarriles.
Existen algunas líneas eléctricas, como la ex Sarmiento que se extiende por la
zona oeste, en las que se debe solicitar el corte de energía a la estación
terminal. No obstante, se deben colocar puentes metálicos de protección entre
el tercer riel (con tensión eléctrica) y alguno de los otros rieles. Esto se realiza
39. Página | 32
para prevenir la restitución involuntaria del suministro y lograr, si eso ocurriera,
que se genere un arco eléctrico (cortocircuito) desviando la tensión
suministrada de la formación de tren donde se encuentra trabajando el
personal. Este arco, de producirse, es de tal magnitud que potencialmente
puede generar lesiones al BV.
2.1.5 Explosiones
Las explosiones producidas en intervenciones de bomberos no se dan a
diario, pero siempre se encuentra el riesgo latente. Las causas de las mismas
pueden ser muy diversas, desde pérdidas en las instalaciones de gas, pasando
por recipientes sometidos a presión afectados por la acción del fuego, bidones
con combustibles y hasta aerosoles o inflamables expuestos al calor.
La BLEVE (expansión explosiva de vapor de un líquido en ebullición)
“…se origina por un incendio externo que incide sobre la superficie de un
recipiente a presión, especialmente por encima del nivel líquido, debilitando su
resistencia y acabando en una rotura repentina del mismo, dando lugar a un
escape súbito del contenido, que cambia masivamente al estado de vapor, el
cual si es inflamable da lugar a la conocida bola de fuego (fireball). Esta última
se forma por deflagración (combustión rápida) de la masa de vapor liberada.”27
Dicha acción ha causado serios accidentes entre el personal abocado a la
extinción.
El BACKDRAF, o explosión de humo, es mucho más habitual que las
anteriores. Se trata de una explosión de violencia variable causada por la
entrada repentina de aire en un compartimiento que contiene o a contenido
fuego, y donde se ha producido la suficiente cantidad de humo o gases súper
calentados, a causa de la combustión incompleta de los materiales que
contiene. Los bomberos suelen ingresar a este tipo de recintos realizando
entradas forzadas o ventilaciones prematuras. Es en este tipo de situaciones
donde existe el mayor riesgo de BACKDRAFT.
27
Real Decreto 1196/03. NTP 293 - Explosiones BLEVE (I): evaluación de la radiación térmica. España: Instituto
Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo.
40. Página | 33
2.1.6 Exposición a temperaturas ambientales extremas
Durante el trabajo de un bombero en un incendio, su exposición a altas
temperaturas es una constante. Existen varias razones para ello. En primer
lugar, la temperatura ambiente es muy elevada producto mismo de la
combustión. Los elementos de protección personal utilizados para el combate
de fuegos varían según el cuerpo donde se revista y las condiciones
económicas del mismo.
En muchos casos se cuenta con equipos de ropa específicos para
incendios estructurales, con gran resistencia al calor. No obstante, éstos
provocan un aumento de la temperatura corporal ya que no permiten la
evaporación de la sudoración. Los equipos de respiración autónoma no solo
protegen las vías aéreas de los contaminantes presentes en los humos, sino
además del aire caliente que se respira en el ambiente. En algunas situaciones,
al igual que la ropa protectora, llegan a ser contraproducentes. Su autonomía
de uso en personal entrenado se encuentra entre los veinte y treinta minutos.
En dicho tiempo, por contar con aire freso, el bombero realiza períodos de
trabajo con exposición al calor más largos a los recomendados.
“Éstas temperaturas extremas pueden producir distintos síntomas entre
los profesionales expuestos: quemaduras, calambres, síncope por calor, golpe
de calor e hiperpirexia.”28
Las quemaduras pueden ser producidas por diferentes causas, entre las
que se pueden mencionar: el contacto directo con las llamas, el contacto con
agua utilizada para la extinción calentada por el ambiente o el aire caliente y
humos de la combustión. Éstos últimos no solo pueden producir quemaduras
de la dermis o tejidos, sino que tienen la particularidad de ingresar al organismo
a través de las vías respiratorias del bombero cuando este trabaja sin un
equipo de protección respiratoria adecuado.
28
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit. (pág. 9)
41. Página | 34
Los calambres se producen luego de cierto tiempo de trabajo y
exposición a temperaturas elevadas, por perdida de sales y minerales
esenciales para el organismo, producto de la transpiración constante y la
inadecuada reposición de fluidos. No solo provocan dolores intensos en zonas
puntuales sino que muchas veces son los responsables de que un bombero no
pueda salir rápidamente de un sector que esta por colapsar.
El síncope por calor se produce cuando existe una deshidratación,
vasodilatación de la piel y acumulación de la sangre en las venas de los
miembros inferiores. Como consecuencia la sangre llegara escasamente al
cerebro y provocara mareos, sudoración, perdida de la visión y palpitaciones.
El golpe de calor afecta de manera directa al sistema nervioso del
organismo. Algunos autores, como Guadaño (1996), explican que sus
consecuencias son variadas en función al tiempo y a la temperatura de
exposición. Carter (1999), otro autor, recomienda que los trabajos en
ambientes con calor extremo, como un incendio, no deben superar los diez
minutos, alternando otros diez minutos de descanso. La hiperpirexia es una
variante menos compleja que el golpe de calor, donde el organismo tiende a
normalizarse de manera más rápida.
2.1.7 Exposición a productos de la combustión
Más del 50% de las muertes relacionadas con incendios se deben a la
exposición al humo y no al fuego en sí, según expresa el autor Giudotti (2001).
El humo es una mezcla de diferentes materiales, algunos subproductos de la
combustión y otras partículas no combustionadas. “Los gases de combustión
son, entre otras sustancias: monóxido de carbono, dióxido de carbono, ácido
cianhídrico, ácido clorhídrico, acroleína, óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre,
ácido sulfhídrico, ácido fluorhídrico, fosgeno, formaldehido, hidrocarburos
aromáticos poli cíclicos, materia particulada y compuestos orgánicos como el
benceno…”29
29
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit. (pág. 11)
42. Página | 35
El monóxido de carbono es el elemento más común presente en todos
los humos de combustión. Este posee mayor afinidad con la hemoglobina de la
sangre que el oxígeno, desplazando al mismo y formando carboxihemoglobina.
Esta produce hipoxia en el cerebro y los tejidos, generando en algunos casos la
muerte. Un estudio realizado en Colorado, EE.UU., mostró mediante la
monitorización personal de un grupo de bomberos, que los mismos poseían
concentraciones hasta un 25% superior al nivel de exposición laboral permitido
en dicho país (McCammon y McKenzie, 2000).
El ácido clorhídrico se genera en combustiones de materiales que
poseen cloro en su composición. Dichos materiales, como el PVC y los
revestimientos plásticos de cables, se encuentran ampliamente esparcidos en
los incendios. Este gas es un irritante sensorial y pulmonar.30
El ácido cianhídrico es veinte veces más toxico que el monóxido de
carbono y se produce como resultado de la combustión de materiales que
contienen nitrógeno. Si bien no se combina con la hemoglobina produce
hipoxia cito tóxica, impidiendo la utilización del oxígeno por parte de las
células.31
Todos los óxidos, dióxidos, ácidos y subproductos de la combustión
generados varían de acuerdo al material que interviene, y provocan en menor o
mayor porcentaje daños al sistema nervioso, respiratorio y organismo en
general. Sus concentraciones dependen tanto de la cantidad de material
combustionado como así también de la ventilación del ambiente donde se
produce el incendio.
La exposición a este tipo de gases y humos es habitual en el colectivo
de bomberos voluntarios de la provincia de Buenos Aires. La falta de
preparación y la escases de equipamiento contribuyen en gran manera a que el
personal trabaje en dichos ambientes sin la protección respiratoria adecuada.
30
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit. (pág. 11)
31
Ibidem.
43. Página | 36
Otro factor influyente en la problemática planteada lo provoca la
estigmatización que reciben aquellos bomberos “nuevos” por parte de los más
“viejos” en la profesión, por no ser “lo suficientemente hombres para entrar en
un incendio sin equipo de respiración”. Estos realizan alardes de su hombría
por “apagar incendios a la antigua, con solo un pañuelo en la cara como
protección”, desconociendo o minimizando en muchos casos a los daños que
ello les ha provocado en el organismo.
2.1.8 Exposición o contacto con productos químicos
No siempre es necesario realizar una intervención en un incendio para
estar expuesto a ciertos productos químicos, sean estos sólidos, líquidos o
gaseosos. Muchas tareas habituales que realizan los bomberos presentan
riesgos para el profesional.
Existen operaciones de búsqueda y rescate que se deben realizar en
alcantarillas, tanques, pozos y otros espacios confinados. Es altamente
probable que dichos ambientes sean deficientes en oxígeno, pero que además
presenten en su atmosfera gases tóxicos, irritantes o inflamables, producto
algunas veces de descomposición orgánica o restos de químicos utilizados
para limpieza de los mismos, como así también remanentes de la materia
prima que contenían.
En trabajos de contención realizados en derrames o fugas muchas
veces se desconoce el material con el que se está trabajando. Si bien existen
en la provincia de Buenos Aires brigadas de bomberos entrenadas
específicamente para operaciones con materiales peligrosos, son los primeros
en escena (bomberos que acuden al primer llamado de emergencia) los más
expuestos. Un factor influyente en este riesgo lo agrega el hecho de que
existen muchas fábricas y establecimientos clandestinos que no declaran los
producto que utilizan, careciendo incluso los recipientes que los contienen de
sus etiquetas o especificaciones de seguridad.
44. Página | 37
Un artículo publicado en el año 2001 por el autor Kales S.N. revela que,
luego de analizar los estudios realizados a 351 bomberos de seis parques
distintos de Massachussets, EE.UU., no se observa una diminución de la
capacidad pulmonar en bomberos de brigadas especiales que intervienen en
incidentes con materiales peligrosos.32
Concluye que el riesgo a la exposición
de agentes químicos existe, pero que se ve disminuido en gran manera por el
uso de equipamiento adecuado.
No sólo la exposición a productos químicos gaseosos produce lesiones
en los trabajadores analizados. El contacto directo por salpicaduras de
productos líquidos genera lesiones de todo tipo, desde cutáneas superficiales,
como escoriaciones o quemaduras, hasta intoxicaciones agudas por absorción
del producto mediante la piel.
El amianto o asbesto, prohibido hace tiempo en la construcción por
provocar entre otras enfermedades asbestosis, sigue presente en un
innumerable cantidad de casas y edificaciones que datan de varios años. En
las tareas de remoción de escombros para realizar la extinción final de los
incendios, o en búsquedas y rescates realizados en derrumbes o demoliciones,
es habitual hallar este material, ampliamente difundido en su momento,
presente en suspensión en el aire en forma de fibras, e inhalarlo con los
riesgos ya mencionados.
2.1.9 Exposición o contacto con agentes biológicos
En los apartados anteriores se ha hecho mención a una serie de riesgos
que, en su mayoría, se encuentran presentes en las tareas de extinción de
incendios. No obstante, como se mencionara en el capítulo I, los bomberos
voluntarios participan activamente en rescates de personas involucradas en
accidentes vehiculares y de trenes, como así también en la atención de
víctimas y el brindado de primeros auxilios.
32
Kales S. N., Freyman R. L., Hill J. M., Polyhronopoulos G.N., Aldrich J. M. y Christiani D. C. (2001). Firefighters
hearing: a comparison with population databases from the International Standards Organization. EE.UU.: Journal of
Occupational and Environmental Medicine, N° 7. (pp. 650-656).
45. Página | 38
Una vez más, por ser los primeros en acudir a este tipo de siniestros y
estar capacitados para ello, intervienen en actividades distintas a la extinción
de incendios, como ser en este caso en la rama de la atención de la salud. Por
tal motivo, muchos de los riesgos biológicos declarados en el listado de
enfermedades profesionales del Decreto Nacional 658/96 y sus modificatorios
que se mencionan para el colectivo del personal de salud, se encuentran
presentes y aplican a las actividades que desarrollan los bomberos a diario.
Ejemplos claros de este tipo de agentes son el VIH y la hepatitis B.
El VIH, virus de la inmunodeficiencia humana, que tiene como
consecuencia comprobada el desarrollo del SIDA, provoca la muerte en
muchos de los casos en los que se manifiesta. Hoy en día existen varios
métodos de tratamientos por los cuales se puede evitar la muerte provocada
por este contagio, no obstante la mayoría no evita que la enfermedad se vuelva
crónica. La hepatitis B, es una inflamación del hígado y se caracteriza por una
rápida manifestación de los síntomas.
Ambos virus ingresan frecuentemente al organismo de los bomberos por
vía parenteral, mediante el contacto con fluidos corporales. El ingreso al
organismo se puede producir por la rotura o no utilización de elementos de
protección personal. Otras formas de contagio, menos frecuentes pero no
menos riesgosas, son por medio de las mucosas o por el pinchazo o corte con
elementos que puedan tener el virus aun activo.
El tétanos, un bacilo que produce una infección aguda y potencialmente
mortal que afecta el sistema nervioso central, penetra en la herida a través de
una lesión punzante, abrasiva o quemadura. Se halla presente habitualmente
en materiales metálicos oxidados, muy comunes de encontrar al momento de
realizar maniobras de remoción de escombros en la etapa final de los
incendios. La prevención por medio de una vacuna específica es el mejor
método de profilaxis. No obstante existen otros métodos indirectos que pueden
ser utilizados, como la correcta manipulación de estos elementos, mediante el
uso de guantes y ropa protectora adecuada.
46. Página | 39
2.1.10 Esfuerzos excesivos y trastornos músculo esqueléticos
La ropa que utilizan o deberían utilizar los bomberos para realizar la
extinción de incendios provee al mismo de una adecuada protección frente a
ciertos riesgos, como fuera mencionado en apartados anteriores. A ésta se le
debe sumar para formar un equipo completo las botas, con puntera y
planchuela de acero en la entre suela, el caso, y un equipo de respiración
autónoma. De acuerdo a los modelos y características propias de estos
elementos, cada voluntario debe cargar un peso extra de entre veintitrés y
veintiocho kilos.
En Finlandia, por ejemplo, Punakallio y Lusa-Moser (1997) estudiaron la
destreza de profesionales de distintas edades con y sin equipamiento de
protección personal. En dicho estudio se comprobó que indistintamente de su
edad, el comportamiento en su movilidad era más tosco y lento cuando se
hallaban con el equipamiento puesto. Además, se notó que el grupo más joven
era más rápido y preciso en sus movimientos con su equipo completo que el
grupo de mayor edad, aun sin contar éste con la ropa protectora.33
Una vez equipado comienza el verdadero trabajo. El mismo puede
consistir en transportar herramientas pesadas para realizar entradas forzadas o
cortes de vehículos, como así también emplazar, sostener y transportar
mangueras para incendio cargadas con agua, de hasta 2 ½ pulgadas de
diámetro. A las actividades anteriores se les pueden sumar el transporte de
víctimas, el arrastrar muebles para generar vías de acceso y la remoción de
escombros.
Además de las acciones anteriores, se requiere un gran esfuerzo físico
por parte del personal en todas las tareas emprendidas, con el agregado de la
incomodidad o falta de movilidad producto de la ropa y elementos de protección
personal utilizados. La exposición a altas temperaturas y los trabajos realizados
por largos periodos de tiempo, motivados en la falta de reemplazos debido al
33
Punankallio A. y Lusa-Moser S. (1997). Ergonomics aspects in fire-fighting and rescue work. Finlandia: Tyoterveiset
Journal. (pp. 34-37).
47. Página | 40
número limitados de voluntarios disponibles en ciertas franjas horarias para
intervenir, acentúan aún más la problemática.
La Asociación Internacional de Bomberos (IAFF) describe en uno de sus
informes que las lesiones en la espalda suponen el 50% de las bajas laborales
entre los bomberos.34
Muchas son las actividades desarrolladas que pueden
causar lesiones osteomusculares. Una encuesta realizada en Nueva York,
EE.UU., entre el año 1988 y 1989, realizada a bomberos que hubieran sufrido
algún episodio de lumbalgia revelo las siguientes tareas como causas
aparentes del mismo: cortar estructuras, romper ventanas, buscar fuegos
ocultos, manipular mangueras cargadas con agua dentro de edificaciones,
subir escaleras y levantar objetos de más de 18 kg.35
Distintos autores (Benjumea, Lolo y Albadalejo, 2002) mencionan
además de las lesiones en la espalda otras lesiones externas, como las
disfunciones o limitaciones de movimientos de alguna articulación, las
sobrecargas musculares y las sobrecargas tendinosas.36
En España, por
ejemplo, los sobreesfuerzos representaron, en el año 2002, el 36,4% de la
siniestralidad laboral, siendo la forma más común de accidentes de trabajo en
este colectivo.37
2.1.11 Trastornos por estrés laboral y estrés postraumático
El estrés consiste en un sistema de reacciones que preparan al
organismo ante una situación de riesgo para la actividad física. El estrés laboral
en la actividad del bombero ha sido analizado por varios profesionales. A
continuación se presentará un resumen de tres estudios. No son los únicos
trabajos sobre el tema, pero se los cita ya que describen bien gráficamente la
problemática.
34
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit. (pág. 17).
35
Nuwayhid I. A., Stewart W. y Jhonson J. V. (1993). Work activities and the onset of first time low back pain among
Nueva York City fire fighters. Nueva York: American Journal of Epidemiology, N° 5. (pp. 539-548).
36
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit. (pág. 18).
37
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit. (pág. 17).
48. Página | 41
En el primero, realizado por Murphy (1999), se midieron variables como
el cambio en los estresores laborales definidos por los mismos trabajadores,
los síntomas de estrés, el trauma emocional y el consumo de alcohol. Los
autores concluyen que la naturaleza más estresante del bombero urbano de la
muestra está asociada significativamente con los resultados negativos para la
salud, incluyendo el potencial abuso en el consumo de alcohol.38
El segundo estudio, realizado en dos cuerpos de un estado del Noroeste
de EE.UU. (Murphy, 2002), buscaba determinar la influencia del estilo de vida
junto con otros factores protectores y de riesgo en la salud física y emocional
de los bomberos. En este caso, los autores concluyeron que las conductas del
estilo de vida de los bomberos, como ser: la actividad física realizada, el
descanso, el consumo de alcohol y de tabaco, entre otros, merecen mayor
atención por parte de los investigadores de la salud. Este factor se mostró
como determinante en los cambios de la salud del colectivo.39
Finalmente, un estudio realizado en Australia (Dean, Gow y
Skakespeare-Finh, 2003), se llevó a cabo sobre dos muestras paralelas, una
de bomberos profesionales (trabajadores remunerados) y otra de bomberos
voluntarios. En este trabajo se estudiaron las diferencias presentadas en
diestrés psicológico entre ambas muestras. La conclusión a la que se llegó es
que el tiempo de exposición a situaciones traumáticas presenciadas y la
intensidad de las mismas influyen notablemente en la calidad de la salud de los
bomberos. “Este tipo de estrés se origina como consecuencia de la exposición
repetida a sucesos traumáticos durante el trabajo diario.”40
Se realizaron varios trabajos de investigación sobre estrés postraumático
y su relación con la labor de los bomberos. En uno de ellos se observó que del
total de la muestra analizada que presentaba estas características el 39,7%
sufría de humor depresivo, un 60,3% mostraba disfunción social y un 19%
abusaba de alguna droga. Uno de los últimos informes relacionados con el
tema se realizó en Australia, en el año 2005. Allí se analizó la respuesta de
38
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit. (pp. 20-21).
39
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit. (pág. 21).
40
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit. (pág. 21-22).
49. Página | 42
sobresalto al ruido y la exposición al trauma que esto provoca. El factor
principal puesto en juego aquí fue el sonido de la alarma que escuchan los
bomberos previo a las intervenciones. Los autores concluyeron que la
respuesta auditiva es un factor de vulnerabilidad previo al trauma en casos de
estrés postraumático.41
Las condiciones socioeconómicas y laborales que presentan los
bomberos voluntarios en la provincia de Buenos Aires son muy diversas. Según
lo explicado oportunamente, el bombero posee un trabajo particular como
medio de sustento fuera del ámbito del servicio. En todos los casos responden
a profesiones, oficios u ocupaciones diferentes, dando por consecuencia que
sus clases sociales varían en un amplio espectro.
Los BV ocupan gran parte del día en su jornada laboral particular,
mientras que algunos paralelamente estudian. Como se ha mencionado en el
capítulo I, el ser bombero voluntario no lo exime de tener ciertas
responsabilidades internas en las dependencias, por lo que deben separar otra
parte de tiempo para cumplir con sus obligaciones de orden interno.
Los puntos mencionados cubren por demás las horas que ocupa
cualquier trabajador en su deberes diarios. Es interesante notar que aún no se
mencionó el trabajo propiamente dicho que realizan los bomberos y que es el
acudir a situaciones de emergencias. Éstas no tienen horarios determinados
para su intervención, ni tampoco duración específica.
El bombero se encuentra en estado de permanente alerta, no solo
durante los incendios o accidentes a los que acude, sino durante todo el día.
Se prepara mentalmente para ser convocado en cualquier momento, a
cualquier hora, incluso aun cuando está durmiendo. Es poco probable que
pueda dedicar tiempo a realizar la actividad física que debiera para hacer frente
a las distintas situaciones que vive a diario. Su vida social y familiar es acotada,
producto de la sobrecarga de actividades y de los estresores mencionados.
41
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit. (pp. 22-23).
50. Página | 43
Todo lo puesto de manifiesto en los últimos párrafos no hace más que
corroborar la potencialidad de contraer, y a veces de hasta convivir, con el
diestrés en sus vidas, a la luz de los estudios a los que se hiciera referencia al
principio del apartado.
2.2 El orden interno
Como se mencionara en el capítulo I, el orden interno corresponde a
todas las actividades que deben realizar los bomberos fuera de los servicios de
emergencia o programados. Habitualmente se dice que son las labores
“puertas a dentro” que realiza. Se coloca ese término entre comillas, ya que
muchas de ellas, en realidad, se prestan fuera de los establecimientos.
Lo importante a destacar en este concepto es que las actividades
revisten el carácter de obligatorias para dicho personal. El reglamento de orden
interno para cuerpos de bomberos de la provincia de Buenos Aires menciona
que se le asignará una responsabilidad a cada integrante y que deberá
mantener la misma al menos por un año calendario. El jefe de cuerpo tiene la
facultad de cambiar las tareas asignadas luego de ese periodo, y por otro igual.
Durante toda su carrera de bombero cada miembro deberá pertenecer a por lo
menos un área de orden interno.
Las tareas presentan distintas facetas y si bien cualquier integrante
puede participar en ellas, por lo general se selecciona la gente más idónea a
cada una según su preparación personal, oficio u ocupación. Es común que se
mantenga a cada integrante en una misma área por varios períodos, con el fin
de darle continuidad a la gestión y aprovechar al máximo los recursos.
La cantidad de horas de trabajo en orden interno no están estipuladas
de manera legal, sino que cada institución puede administrar y disponer de las
mismas según su criterio de necesidad. Las exigencias a las que estarán
expuestos los bomberos serán muy diversas, ya que los conceptos utilizados
para su selección también lo son. Además, dependiendo de la magnitud de las
51. Página | 44
instalaciones, material que posea o cantidad de servicios que preste cada
cuerpo tendrá más o menos trabajo interno que resolver.
2.2.1 Ayudantía
Los trabajos realizados en esta sección tienen un alto contenido
administrativo. Los riesgos más comunes asociados a este tipo de labores son
los relacionados con la falta de iluminación, ergonomía y sedentarismo. La
presión psicológica muchas veces juega un papel preponderante ya que la
institución se encuentra obligada a realizar una serie de presentaciones
administrativas y trámites ante entes oficiales, entregar informes de incendio a
pedido de los juzgados y otras tareas similares, donde los plazos de entrega
son ajustados y la implicancia del trabajo alta y relevante.
Aquí aplicarían todos aquellos estudios realizados sobre trabajo
administrativo, estrés laboral y ergonomía presentados para la población en
general.
2.2.2 Equipos y materiales
La sección en cuestión es tan amplia como variados sus trabajos. No
obstante, para simplificar un poco su análisis, se dirá que quienes realicen su
orden interno en la misma estarán expuestos a riesgos asimilables a personal
de maestranza y mantenimiento. Habrá bastante carga física, posturas
forzadas, uso de productos químicos, pinturas y disolventes, entre otros.
Existen además riesgos producidos por el manejo de herramientas de
mano (o taller) neumáticas y eléctricas, como ser: cortes, escoriaciones,
quemaduras, electrocución y exposición a radiaciones.
2.2.3 Automotores
Bajo esta denominación se encuentran las tareas orientadas al
mantenimiento y reparación de los vehículos y material rodante con los que
cuenta cada institución. Si bien parte del trabajo específico se debe realizar
52. Página | 45
fuera no las instalaciones, en talleres destinados a tal fin y en manos de
profesionales, otra parte no menor se ejecuta de manera interna.
Los riesgos hallados se encuentran en concordancia con los
mencionados en la sección de equipos y materiales. Si se desea profundizar
en el tema se podrá abordar la problemática desde estudios realizados para el
colectivo de personal que realiza tareas con automotores en el campo no
bomberil.
2.2.4 Capacitación
Pertenecer a esta sección implica no solo una sobrecarga de la voz,
sino además tareas de orden administrativo, como planificación y desarrollo, el
participar de reuniones periódicas y realizar largos viajes. El estado físico
también juega un papel importante, ya que de acuerdo a nivel de instrucción
que se dicte se debe armar rutinas de ejercicios y preparar maniobras de
ataque de incendios y rescates. Durante los entrenamientos, muchos
bomberos e instructores sufren accidentes de todo tipo, relacionados a las
actividades de emergencia que fueran analizadas anteriormente.
Los riesgos laborales en la docencia son abordados por varios trabajos
de investigación, de los cuales se pueden extraer datos y conclusiones que
presenten cierto grado semejanza con las condiciones de trabajo en la
estructura de bomberos.
2.3 Accidentes in itínere y en trayecto
Recientemente se analizaron los riesgos existentes en las actividades
que realizan los bomberos voluntarios, tanto en los servicios que prestan como
en el orden interno. No obstante, uno de los puntos importantes a valorar es
que dada su condición de voluntario no tienen un horario fijo de permanencia
en sus cuarteles, sino que son convocados por medio de una alarma general
cuando se los requiere para alguna intervención.
53. Página | 46
Éste no es un detalle menor a tener en cuenta. Según estadísticas de la
Superintendencia de Riesgos de Trabajo, durante el año 2.011, los accidentes
in itínere representaron el 20,1% del total registrado en la Provincia de Buenos
Aires.42
La modalidad expuesta es muy compleja de abordar, ya que los
factores presentes provienen del entorno externo a la empresa, con pocas
posibilidades de ejercer un control o gestión de los mismos.
En el caso del colectivo estudiado, este problema se incrementa por
varias razones. Una de las condiciones necesarias que se buscan al momento
de aprobar la incorporación de un bombero a su institución es que viva en las
cercanías del cuartel donde prestara servicios. El motivo de dicho requisito es
que al momento de requerirse la presencia del voluntario para prestar un
servicio, el tiempo de arribo a la base de operaciones debe ser el menor
posible.
Al momento de ser convocado por una alarma general, ya sea por
medio de una sirena, equipos de comunicación radial o cualquier otro canal, el
BV suspenderá las actividades que está realizando y se dirigirá de inmediato a
su cuartel. Esta convocatoria puede pasar a cualquier hora del día y la persona
ser sorprendida por el llamado en cualquier lugar. No existen rutas previstas de
antemano y el desplazamiento debe ser más que presuroso.
Aquí se presenta otro de los problemas o riesgos planteados: los
accidentes en trayecto. A diferencia de la mayoría de los trabajos, el realizado
por los bomberos requiere de manera habitual tener que desplazarse de un
punto a otro, es decir, desde la base operativa hasta el siniestro. Un agregado
extra es el hecho de que dicho desplazamiento se hace, si bien respetando
normas de tránsito específicas, a una velocidad superior a la establecida para
el común de la población.
42
Superintendencia de Riesgos del Trabajo (2011). Estadísticas de accidentabilidad. Recuperado el 17/04/2013 de
http://www.srt.gob.ar/estadisticas/provincia/01_pba/2011/2011si/INDEX.HTM
54. Página | 47
2.4 Alteraciones en la salud
Al igual que lo explicado en el primer apartado del capítulo, la intención
del presente no es realizar un análisis minucioso sobre todas las afectaciones
sufridas por los bomberos a lo largo de su vida laboral. La idea es poder
ejemplificar con datos concretos algunas de las alteraciones en la salud más
relevantes estudiadas en distintos trabajos científicos. Para ello será de gran
aporte, una vez más, el Análisis Bibliográfico de la Profesión de Bombero,
realizado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo
(INSHT) de España.43
2.4.1 Capacidad y estado físico
Se ha mencionado en reiteradas oportunidades a lo largo de este
trabajo que un buen estado físico es indispensable para desarrollar
favorablemente la tarea de bombero. En este sentido, se presentara a
continuación algunos estudios científicos relacionados al tema.
Un trabajo realizado entre los años 1996 y 1999 en seis parques de
bomberos de EE.UU., sobre una población de entre 21 y 58 años de edad de
sus miembros reveló como datos concluyentes una clara necesidad de realizar
evaluaciones físicas periódicas a los profesionales de emergencias. Por otro
lado también demostró que una pequeña parte del colectivo no es apto para
realizar las distintas labores, pero que este estado se desconoce
habitualmente.44
Otros estudios realizados analizaron el índice de masa corporal (IMC)
del colectivo bombero y lo compararon el colectivo de la población en general.
El IMC es un índice que evalúa el peso de una persona y si dicho peso es
saludable. La relación existente el peso de la persona y su estatura determina
el índice en cuestión. Los resultados diagnosticaron que entre el 80% y el 90%
de los bomberos presentaban, al menos, sobrepeso (la OMS considera
43
De Vicente Abad, M. A. (2005). op. cit.
44
Kales S. N., Polyhronopoulos G.N., Aldrich J. M., Artzerounian D, Gassert T, Hu H., Kesley K., Sweet C. y Christiani
D. C. (1998). Fitness for duty evaluations in hazardous materials firefighters. EE.UU.: Journal of Occupational and
Environmental Medicine, N° 10. (pp. 925-931).