Este documento resume las características principales del Romanticismo. En particular, destaca que fue un movimiento que dio prioridad a los sentimientos y la imaginación en reacción al racionalismo neoclásico. Aborda temas como el deseo de libertad, la idealización y el desencanto con la realidad, y la evasión a través de la naturaleza, el pasado y la muerte. También presenta brevemente a tres destacados autores románticos españoles: Larra, Bécquer y Espronceda.
romanticismo, poesía romántica, prosa romántica, teatro romántico, Espronceda, Rosalía de Castro, Bécquer, Maria José de Larra, José Zorrilla, características del romanticismo español, siglo XIX
romanticismo, poesía romántica, prosa romántica, teatro romántico, Espronceda, Rosalía de Castro, Bécquer, Maria José de Larra, José Zorrilla, características del romanticismo español, siglo XIX
3. • Movimiento artístico y cultural que ejerció
una gran influencia en Europa desde finales
del Siglo XVIII hasta mediados del Siglo XIX.
• Este movimiento supuso una reacción total a
la razón impuesta por el Neoclasicismo, dando
prioridad a los sentimientos, a las emociones,
a la fantasía,…
4. RECHAZO DE LA RAZÓN
• Se reivindica la imaginación.
• El artista es un ser favorecido por un don sobrenatural
que le hace ser capaz de ver en su interior y poder
comunicar a los demás mortales lo que ellos no pueden
contemplar.
• Se fomenta también la exaltación de los sentimientos.
5. EL SENTIMIENTO DE REBELDÍA Y LIBERTAD
•El deseo de libertad se manifestará en la lucha del hombre
romántico contra el absolutismo, en el rechazo a las normas
hasta ahora vigentes y en su deseo de manifestarse
libremente.
•Aparición de personajes que son símbolo de esa rebeldía
contra lo establecido: Don Juan Tenorio, el estudiante de
Salamanca, Frankenstein, etc.
6. VISIÓN IDEALISTA DE LA REALIDAD
•
El artista sobrevalora la realidad, la idealiza (cree en la
libertad, el progreso, la patria, la justicia….) El resultado de
este proceso es el desencanto y la frustración, al no ver
satisfechas sus inquietudes.
• Surgen también los ideales nacionalistas, que darán pie a la
recuperación de las lenguas y tradiciones de cada país.
7. DESENGAÑO Y EVASIÓN
EVASIÓN EN EL
ESPACIO: los autores
proyectan sus propios
sentimientos sobre la
naturaleza. Será un
espacio natural
tormentoso, oscuro,
escarpado, cargado
de misterio. Por otra
parte, muchos
autores van a
localizar sus obras en
lugares exóticos y
alejados para así
evadirse de la triste y
decadente Europa.
EVASIÓN EN EL
TIEMPO. El
pasado, y la
Edad Media en
concreto.
EVASIÓN EN EL
MUNDO DEL
SUEÑO. El artista
encontrará en los
sueños la
posibilidad de eludir
la realidad
ordinaria.
El desengaño, provocado
por no poder alcanzar los
ideales a los que aspiran en
la realidad en la que viven.
EVASIÓN EN EL MISTERIO.
Los
románticos
siempre
estarán abiertos al enigma, al
misterio y a lo desconocido.
Literariamente, este interés
por lo misterioso se manifiesta
en
el
gusto
por
una
escenografía característica: la
noche,
los
ambientes
sepulcrales, las ruinas, las
calles de las viejas ciudades
medievales, etc.
EVASIÓN POR MEDIO DE LA MUERTE. El suicidio es un tema recurrente, y se
produce tanto en la realidad (Larra) como en la ficción (Don Álvaro, Werther).
8. EL AMOR: Aparecerá de formas muy diversas: como un ideal inalcanzable,
como una pasión incontrolada,…
LA MUERTE: considerada como una liberación de la vida, como la única salida
al desengaño y al pesimismo de su existencia.
MOTIVOS HISTÓRICO-LEGENDARIOS: El Romanticismo español se interesó
más por la Edad Media que por cualquier otra etapa del pasado. De ella recogió
motivos y personajes muy diversos (reyes godos, árabes, castellanos,...).
LAS COSTUMBRES Y EL FOLCLORE: gran interés por las tradiciones y
costumbres del lugar en el que se vivía.
LAS RUINAS: Símbolo de la caducidad e inconsistencia de la vida.
9. LA NATURALEZA: Será el reflejo de los sentimientos del poeta.
EL DESENGAÑO: Éste se produce ante los ideales frustrados.
LA FUERZA DEL DESTINO Y LOS OBSTÁCULOS QUE
ENCUENTRA EL SER HUMANO
EL ANSIA DE LIBERTAD: Rebeldía ante las normas establecidas.
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11. • En España, dadas las circunstancias políticas
del país, el Romanticismo, propiamente dicho,
tuvo escasa duración, llegando a su máximo
apogeo en torno a 1835.
• Hubo un segundo Romanticismo hacia 1860,
gracias a dos grandes figuras de la literatura:
Bécquer y Rosalía de Castro.
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15. BREVE BIOGRAFÍA
Mariano José de Larra y Sánchez de Castro (Madrid,
1809–Ibídem, 1837) fue un escritor , periodista y político
español y uno de los más importantes exponentes del
romanticismo español. Escribe bajo los seudónimos
Fígaro, Duende, Bachiller y El pobrecito hablador. sitúa
España en el centro de su obra crítica y satírica. El 13 de
agosto de 1829 se casó con Josefa Wetoret. El
matrimonio fue desgraciado y acabaría en separación
pocos años después; tuvieron sin embargo tres hijos: Luis
Mariano de Larra, que fue un afamado libretista de
zarzuelas, entre ellas El barberillo de Lavapiés, y Adela y
Baldomera, que tenían cinco y cuatro años,
respectivamente, cuando Larra se suicidó, en 1837. Larra
se pegó un tiro en la sien el 13 de febrero de 1837 en su
casa madrileña de la calle de Santa Clara, un lunes de
Carnaval tras recibir la visita de su amante, la poderosa
Dolores Armijo, pidiéndole las cartas de amor que ella le
había enviado, porque quería salvar su matrimonio.
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Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar riela
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:
Navega, velero mío
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
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Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Allá; muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí; tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pechos mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
A la voz de "¡barco viene!"
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,
quizá; en su propio navío
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.