San Francisco de Asís nació en Italia en 1181. Inicialmente no fue muy devoto, pero luego de una experiencia de guerra se dedicó a ayudar a los pobres. Fundó órdenes religiosas para hombres y mujeres dedicadas a vivir en pobreza y predicar el evangelio. Se le atribuyen varios milagros durante su vida y después de su muerte en 1226, como sanar a un leproso, transformar a ladrones, y calmar a un lobo feroz.