Este documento describe las diferentes formas en que Vicente de Paúl ayudó a los niños abandonados, galeotes y mendigos en Francia durante el siglo XVII. Trabajó con las Damas de la Caridad y las Hijas de la Caridad para establecer orfanatos y albergues para niños expósitos y ancianos. También envió misioneros para brindar asistencia espiritual a los galeotes enfermos y predicar entre los presos cada cinco años. Vicente se esforzó por aliviar el sufrimiento de los pobres y
CONTRA TODA MISERIA: LA CARIDAD DE VICENTE DE PAUL CON NIÑOS, GALEOTES Y MENDI GOS
1. CAPÍTULO XXX
LA CARIDADEN ACCIÓN:
NIÑOS, GALEOTES,
MENDIGOS
CAPÍTULO XXX
LA CARIDADEN ACCIÓN:
NIÑOS, GALEOTES,
MENDIGOS
JOSÉ María Román, San Vice nte de Paúl(I
Bio g rafía), BAC, Madrid, 1981, pp. 491-515.
2. Uno de los aspectos más significativos de la acción caritativa de
Vicente fue el de inclinarse sobre la infancia abandonada y darle, a través de
las damas y las Hijas de la Caridad, a través también de los misioneros, la
ternura de su corazón. Los niños hicieron de Vicente, de una manera muy
especial, el padre de los pobres.
Los niños que no morían de hambre o de frío durante las horas (a
veces, días) que pasaban expuestos, eran conducidos a un establecimiento
oficial, la Cuna, a cuyo frente figuraba una viuda ayudada por dos sirvientas.
La responsabilidad última del centro recaía sobre el cabildo catedralicio. La
Cuna disponía de muy pocos recursos y - lo que era peor - las encargadas
carecían del más mínimo sentido de humanidad.
Había que empezar por deshacer los prejuicios. Los expósitos eran "hijos del
"EN PARÍS SE EXPONEN TANTOS
NIÑOS COMO DÍAS TIENE EL
AÑO"
3. UN ENSAYO
Se necesitaba valor para oponerse, en nombre
del Evangelio, a toda una corriente de
pensamiento. Vicente lo tuvo. El primer paso
fue invitar a las damas de la Caridad a visitar
la Cuna. No pretendía tanto que conocieran el
mal cuanto que sugirieran remedios.
Las damas deliberaron, oraron, pidieron
consejo, y resolvieron hacer un ensayo.
Finalizaba el año 1637.
Varias Hijas de la Caridad se encargaron de la
obra.
4. "RECIBIREMOS A TODOS LOS
NIÑOS EXPÓSITOS"
Al cabo de dos años, Vicente decidió asumir
por completo la empresa, para lo cual convocó
una reunión extraordinaria de las damas. Era el
17 de enero de 1640.
Vicente preparó con cuidado su discurso.
Tenía que mover las voluntades, prevenir las
objeciones, indicar los medios. No dudó en
atacar de frente los prejuicios
pseudorreligiosos, exponiéndolos con toda
crudeza.
Al cabo de dos años, Vicente decidió asumir
por completo la empresa, para lo cual convocó
una reunión extraordinaria de las damas. Era el
17 de enero de 1640.
Vicente preparó con cuidado su discurso.
Tenía que mover las voluntades, prevenir las
objeciones, indicar los medios. No dudó en
atacar de frente los prejuicios
pseudorreligiosos, exponiéndolos con toda
crudeza.
5.
6. La caridad es una sola, servida por
todos los operarios disponibles.
En el caso de los
niños expósitos
colaboraron,
cada una a su
manera, las tres
grandes
instituciones de
Vicente. Las
damas la
patrocinaron y
financiaron; las
Hijas de la
Caridad
realizaron el
trabajo directo;
los misioneros
supervisaron y
controlaron el
funcionamiento.
7. "ESAS BUENAS DAMAS NO
HACEN TODO LO QUE PUEDEN"
En 1644 la distancia entre ingresos y gastos seguía
siendo enorme.
Faltaba de todo: ropa, alimentos, dinero...
Luisa, sobre quien recaían las preocupaciones
cotidianas de la administración, hablaba de
abandonar.
8. “La vida y la muerte de estos pequeños están en sus manos.
Si ustedes continúan encargándose caritativamente de
ellos, vivirán. Si los abandonan, morirán”
Vicente preparó un discurso para conmover, una
vez más…
9. Si los niños expósitos constituían una lacra de la
sociedad, los galeotes lo eran de la sociedad y del
Estado.
Si no era posible suprimir el mal, había por lo
menos que mitigarlo. Con todo, eran muchas las
personas y asociaciones que se preocupaban por
los galeotes, en especial la compañía del
Santísimo Sacramento. Sin embargo, algunos
problemas por cuestiones de territorialidad
parroquial tuvieron a Vicente al margen del asunto,
lo que no significaba en despreocupación.
LOS GALEOTES
10. El oficio era capaz de agotar la
paciencia de las más santas.
En 1640, las Hijas de la Caridad
entraron en acción. Eran sólo dos o
tres. Sobre ellas recaía un trabajo
pesadísimo, "uno de los más difíciles y
peligrosos", tenían que hacer la
compra, preparar diariamente la
comida de los galeotes, llevarla a los
calabozos, lavarles la ropa todas las
semanas, cuidar a los enfermos, darles
el equipo necesario cuando salían para
Marsella, fregar entonces las salas,
lavar y remendar los jergones... Eran
realmente las criadas de aquellos
terribles y exigentes amos, que se
burlaban de ellas, las hacían
proposiciones deshonestas, les decían
insolencias, las insultaban y, a veces,
las acusaban falsamente, "mientras
11. LA MISIÓN EN LAS GALERAS
A principios de 1643 Vicente envió
cinco misioneros, cuatro sacerdotes
y un hermano coadjutor, cirujano de
oficio. Al frente iba el siempre
competente y eficaz Francisco du
Coudray.
La finalidad principal de Vicente:
asistir espiritualmente a los
enfermos del hospital misionar cada
cinco años a los galeotes
nombrar y destituir a los capellanes
de los navíos.
A estos efectos, Vicente obtuvo
autorización para delegar su cargo
de capellán real en el superior de la
casa. La capellanía fue adscrita a
perpetuidad al superior general de la
12. La tercera plaga de la sociedad francesa eran los
mendigos. Los había en todas partes, en el campo y en
la ciudad, se aglomeraba a las puertas de los conventos,
cercaba los coches de viajeros a su llegada a las
poblaciones, seguía por los caminos a las gentes
acomodadas. Al lado de la mendicidad verdadera florecía
la mendicidad picaresca.
Para la sociedad en general, los mendigos eran, ante
todo, un peligro público…
"Se era asesinado porlos pobres"
LA PLAGA DE LA
MENDICIDAD
13. “MI PESO Y MI DOLOR”
El corazón de Vicente daba cuanto tenía.
“Los pobres,
¿qué pueden hacero
dónde encontrarán con qué vivir?
Ellos son mi peso y mi dolor“ SVP
14. LOS POBRES DEL NOMBRE DE
JESÚS
Un día un caballero le entregó la importante cantidad de
100.000 libras para la obra de caridad que él quisiera.
Vicente propuso al donante la fundación de un asilo de
ancianos. La finalidad de éste era proporcionar un domicilio
cómodo y acogedora trabajadores impedidos y ancianos.
Ni Luisa ni Vicente deseaban condenar a la ociosidad a los
acogidos. En los primeros años ingresaron en el asilo obreros
capacitados para enseñar su oficio a los ancianos: tejedores,
zapateros, sederos, botoneros, laneros, encajeras,
guanteras, costureras, alfilereras... La instrucción religiosa y
las prácticas de piedad, confiadas a los sacerdotes de la
Misión por deseo expreso del donante, llenaban una parte
importante de la jornada.
15. Vicente [por sí mismo o por sus misioneros, por las
damas de la Caridad o por sus Hijas, por los
sacerdotes de las conferencias y por las
congregaciones a las que inspiró y ayudó,] socorrió
CONTRA TODA MISERIA