San Vicente de Paúl promovió la colaboración y unidad entre las diferentes ramas de su familia vicenciana, incluyendo las Hijas de la Caridad, sacerdotes de la Misión y voluntarios laicos. Enfatizó la importancia de apoyarse mutuamente, ceder a los demás, perdonar las debilidades y mantener la paz y armonía para lograr objetivos comunes como servir a los pobres. Su liderazgo y ejemplo inspiraron la cooperación que permite que la familia vicenciana continúe su labor caritativa