Este poema critica la dependencia de la sociedad moderna en las corporaciones y los productos materiales en lugar de valorar lo natural y gratuito. Describe cómo las promesas de progreso a menudo conducen a consecuencias negativas como la guerra, la pobreza y la contaminación. Concluye que la humanidad destruye y consume sin replantar o replantear, y se deja guiar por fuerzas codiciosas que tratan a las personas como mercancías.
Ride the Storm: Navigating Through Unstable Periods / Katerina Rudko (Belka G...
Savia sabia (climántica)
1. Savia Sabia
Dijeron: ¡Árbol!
Pero no dijeron madera.
Dijeron ¡Dinero!
Pero no dijeron pobreza.
Dijeron: ¡Producto!
Pero no dijeron residuo.
Dijeron ¡oleoducto!
Pero no dijeron guerra.
Prometieron sanidad;
sólo dan farmacéuticas.
Prometieron velocidad;
sólo dan prisas.
Prometieron la saciedad;
seguimos sedientos
de imperiosa necesidad.
¿Qué más da?
Si hay sed compramos bebida,
si hay dolor, pastillas;
si hay guerra, tapones;
si hay inmundicia, pinzas;
si hay pobreza, cañones;
si hay madera, cuchillas.
Nos asusta lo gratuito;
el sol, el frío, febrero.
Por eso nos defendemos
en centros comerciales
cuerpo a felpudo contra la naturaleza.
Nos asusta lo fortuito,
un chaparrón de vuelta a casa.
Suerte que tenemos un paraguas de alquitrán
que lentamente se desgasta,
resbalando por la piel entre armaduras de marca.
Siempre destruimos, consumimos,
ahogamos.
Siempre derrotamos, extraemos,
acatamos,
pero nunca replantamos,
replanteamos,
forjamos, recuperamos, perdonamos,
aprendemos
2. Somos títeres animados,
dirigidos por babosos hermanos
que apuestan su dinero injustamente cultivado
en los campos de sangre y odio.
En esas estepas conocidas como mercado
florecen pensamientos con cuerpo humano.
Materia prima de la codicia y el fuego.
Es futuro nuestro presente y nuestro pasado,
será pasado el futuro de nuestro presente.
Será sabiduría nuestro desafortunado desatino.
Serán pasos nuestro errático camino
hecho al andar.