El documento critica la postura de Gerardo Inserrator sobre la segregación en la educación. Argumenta que considerar la segregación como algo malo es un problema de envidia, ya que se enfoca en las diferencias entre lo que reciben otros estudiantes en vez de mejorar la calidad absoluta de la educación. La segregación en sí no es ni buena ni mala, por lo que no debería ser el foco del debate. Lo que realmente importa es mejorar la calidad de la educación para todos los estudiantes.