El Sábado Santo es un día de reflexión y silencio en conmemoración de la soledad de María. No se celebran sacramentos excepto la comunión como viático. Por la noche se lleva a cabo la Vigilia Pascual con la liturgia del fuego nuevo, las lecturas bíblicas, la liturgia bautismal y la liturgia eucarística para celebrar la resurrección de Cristo.