El documento describe la relación entre la Revelación divina, la Sagrada Escritura y la historia del pueblo de Israel. La Revelación de Dios se manifiesta a través de la historia del pueblo elegido y se transmite en la Escritura. La Escritura recoge el testimonio de aquellos que contemplaron la presencia salvadora de Dios en la historia y quisieron transmitir su experiencia de fe. De esta forma, la Revelación, la Escritura y la historia del pueblo están íntimamente ligadas, mostrando el plan salvífico de
Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
La Palabra de Dios ante los desafíos de la cultura actual
1. a experiencia del hombre a la luz de la
Revelación se ve grandemente marcada por la
acción de Dios en toda su historia.
El Antiguo Testamento es el
testigo de la Alianza que Dios mismo
hace con la porción de su heredad, el
pueblo de Israel, a quien ha elegido
como predilecto para que ellos vean
sobre sí mismos y transmitan de
generación en generación las proezas
que realiza el Dios que vino a
liberarlos de la esclavitud de Egipto,
del faraón.
Dios, que es eterno, se hace
historia manifestando su acción en los
hechos concretos del pueblo, esta ha
sido una Alianza que surge de la
iniciativa y voluntad divina, nace de lo
más profundo de las entrañas de Dios,
donde, sobre todo, muestra su fidelidad, ante la cual el
pueblo no corresponde sino con reproches e idolatrías,
violentando así la Alianza, pero Él no los deja en el
olvido, los guiará por siempre jamás.
Ya desde los inicios de la asunción de la tierra
y su distribución entre las doce tribus, la realidad del
pueblo empieza a verse marcada por el indiferentismo,
por la ambición entre los mismos israelitas, desde
entonces florece la injusticia social, porque los menos
favorecidos o familias pequeñas obtendrían menos, y
las más numerosas obtendrían grandes posesiones a
como también tendrían más posibilidades de trabajar la
tierra, y el resto se vería asediado por la pobreza. ¿No
son estos pobres también parte del pueblo predilecto de
Dios? ¿Por qué tienen que vivir el suplicio de la
indiferencia y la marginación? ¿Acaso Dios permitió
este mal?
Es aquí donde se alza la voz profética que
anuncia el tiempo de gracia del Señor, pero también
denuncia vigorosamente la injusticia de quienes son
oprimidos, de los más pequeños, de los pobres del
Señor. Ante esta perspectiva de la injusticia social, al
leer las páginas de los profetas Amós y Ageo, tal parece
que esta historia se actualiza en nuestros días, a los
pobres los tendremos siempre entre nosotros, porque
quien más tiene oprime al más pequeño, y hasta incluso
le quita lo poco que pudiera tener. Más los pobres no
están solos, sobre ellos aguarda la
bienaventuranza de una mejor
recompensa que los espera donde el
ladrón no roba ni la polilla corroe.
Un gran peligro que acecha a
los cristianos desde dentro y fuera, es la
sombra del ateísmo. ¡Vivir como si
Dios no existe! es el veneno que va
matando poco a poco el interior del
hombre y, por tanto, de la sociedad, le
hace olvidarse de la necesidad que tiene
de encontrase consigo mismo, y peor
aún, vive indiferente ante la necesidad
de su prójimo.
El ateísmo en sus diversas
formas, es enclaustrarse en la vaga idea de que Dios es
un problema, del cual para poder solucionar las cosas
hay que deshacerlo de una vez por todas; así, el hombre
queda a la intemperie confiado de sus propias fuerzas y
sumiso en la arrogancia de no querer reconocer la
posibilidad de encontrar las soluciones a las diversas
necesidades sociales y personales, sin obviar la
necesidad de Dios en su vida, que venga a reordenar la
casa.
Desde esta experiencia de relación entre Dios y
el hombre, de los testimonios transmitidos de viva voz
y que han sido puestos por escrito, llegando así a
conformarse con el pasar del tiempo lo que hoy
conocemos como Sagrada Escritura, se aprecia en este
hermoso conjunto que aquello que Dios inició con el
pueblo de Israel y que quiso extenderlo a toda la
humanidad, esto es, el plan de salvación, se renueva y
se actualiza en el corazón de los fieles que hasta
nuestros días esperan el retorno glorioso del Señor.
Juan José Guevara Castro
Responsable de Diagramación y Diseño
L
2. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página2
La palabra del Señor permanece por siempre.
Ésta es la palabra que os ha traído el evangelio
» (1 P 1, 25). Una
Palabra que es capaz de hacer
feliz el corazón del hombre. Una
felicidad real y continua, no una
desesperación ilusoria.
Pero ¿a qué viene todo
esto? Salimos al paso de una
cultura llena de inseguridad en la
que el caos, la muerte, la guerra y
las aberraciones políticas y
religiosas ya no son una novedad,
una cultura angustiada de
insensibilidad. Ajena y separada
del proyecto de Dios. En la cual
el creerle a Dios resulta una
ilusión para unos pocos y por
ende se crean sustitutos de la
divinidad.
En consecuencia tendremos una cultura
positivista y pragmatizada que hunde sus raíces en la
frustración, la inseguridad y la adicción desenfrenada al
placer narcótico. De alguna manera es una cultura
aferrada en hacer lo que se puede mientras se pueda, e
ignorar el proyecto de Dios, incluso conscientes de que
todo es fútil y que sin ÉL carece de sentido.
A esta adicción la llamamos el más alto nivel
de vida social, buena vida e incluso buena esperanza.
Amamos estar distraídos en visiones magníficas, las
vibraciones del sonido y nos excitamos en el bagaje de
discursos ficticios y pasatiempos ilusorios en el que
procuramos que el tiempo sea más breve.
Son tantos signos y manifestaciones sociales
que solo puedo detenerme para nombrar una cultura
que se basa en la ambigüedad. Son muchas las cosas
que suceden en el mismo momento y cada una sigue su
propia dirección como una contraposición tan radical
en la que somos capaces de promover la vida y
financiar la muerte sin que esto parezca una doble
moral.
Si bien es cierto “por las vísperas se saca el día” pero
nuestros signos actuales solo representan un desafío y
no una premonición del futuro. Por primera vez
estamos viviendo en el caos y la oscuridad. Es un
desafío a la fe de los creyentes, una fe cada vez más
pisoteada e incluso prostituida en los centros de
ocultismo y leyendas mágicas.
Con todo es fácil
percibir, que a pesar de ser una
cultura ambigua y ansiosa,
estamos necesitados de
espiritualidad, una espiritualidad
que llene los vacíos del
individualismo y convenza
nuestro afán de razón y
autosuficiencia, que ponga
quietud a la ambición del
profesionalismo sin sentido que es
capaz de perder los mejores
momentos de la vida por
conseguir una miseria salarial.
Ante estos desafíos, que encausan
nuestra era digital, Jesús sigue siendo
la respuesta a las inquietudes humanas. Pero no solo
una respuesta sino la razón de la auténtica felicidad del
hombre. Porque él “es la Palabra divina que ilumina la
existencia humana y mueve a la conciencia a revisar en
profundidad la propia vida” (VD 99).
Del mismo modo, la Palabra de Dios debe
instaurar en nuestros corazones un verdadero
compromiso con la rectitud de la justicia desde la que
se denuncie “sin ambigüedades las injusticias y
promueva la solidaridad y la igualdad” (Cf. VD 100)
entre todos los seres humanos. Corresponde
principalmente a los jóvenes hacer brillar con sus ideas
a una cultura que hunda sus raíces en la verdad y la
transparencia, pero sobretodo en la fraternidad y la
concordia.
Esta actuación de la Palabra de Dios en el
mundo debe ser un verdadero motivo para el
compromiso de acogida y cercanía con los más
necesitados, principalmente con los emigrantes a los
que “se les ha de ofrecer mejores condiciones de vida,
salud y trabajo” (VD 105).
En este mismo sentido, los cristianos estamos
llamados a seguir siendo inspiradores de la cultura,
constructores de nuevas sociedades, defendiendo los
valores fundamentales. Biblia, fe y cultura no han de
«
3. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página3
ser una tricotomía distanciada sino una unidad
vinculada con lo sagrado.
En consecuencia hemos de seguir afirmando
que la Palabra de Dios sigue siendo una respuesta a los
desafíos a los que el hombre se enfrenta. Pero la Biblia
no es, en ningún modo, un libro de recetas ambiguas, es
ante todo una Palabra que inspira el corazón del
hombre y le prepara para el diálogo con su Señor.
Como es natural, la Biblia también debe ser
leída desde nuestra realidad histórica, porque en ella
encontramos la Palabra actuante, real y presente en
cada época y en cada nación y en ella encontramos la
solución a todos nuestros problemas y la iluminación
para todas nuestras realidades.
Sin embargo, no hemos de prestarnos al
fanatismo en el que muchos han caído. La Biblia que
narra la historia sagrada de Dios y su pueblo no ha de
ser un arma contra tu prójimo, no es una fuente para
sacar argumentos de abogacía contra quien no confiese
tu fe o no practique tu espiritualidad. Es ante todo una
Palabra para ponerse en acción.
Con el envío de Jesús al maestro de la ley,
después del episodio del buen samaritano, “vete y has
tú lo mismo” (Lc 10, 37) quiero hacer manifiesto el
profundo deseo de nuestra y misión de nuestra revista:
que las Sagradas Escrituras sean realmente una
experiencia de encuentro con el Dios vivo que se ha
manifestado plenamente en Jesucristo.
En definitiva, que este numeral de nuestra
revista SEMINARIUM sea para muchos una ayuda
para emprender el camino del encuentro y también sea
un punto de impulso para recobrar el ánimo y
perseverar al lado de la Palabra divina. Recordemos
que la verdadera respuesta a los desafíos de nuestro
tiempo no está en las distracciones cotidianas y
tampoco en los devocionales consecuentes sino en el
corazón enamorado que ama con todas sus fuerzas. Por
ello que cada lector se ponga en marcha, presuroso a
enamorarse de las letras sagradas de la Biblia, de ella
brotará la conversión y el auténtico amor al prójimo, el
Espíritu de Dios se encargará de lo demás.
Finalizo recordando que el auténtico
discipulado cristiano es fruto de una llamada constante
y de una respuesta inmediata que se auténtica al pie de
la cruz, junto al crucificado. Es un camino que se
orienta exclusivamente al amor manifestado en la cruz
frente al contraste paradójico de la fácil felicidad y las
extravagantes ideas triunfalistas de un mesianismo sin
cruz.
Que María, la mujer dichosa por creer,
escuchar y poner por obra la Palabra del Padre (Cf. Lc
1, 45; 11, 28), nos auxilie y nos encamine al encuentro
con la Palabra de Dios que se ha hecho carne en su
seno virginal y nos ha transformado en herederos del
Reino.
Con afecto fraterno.
Pbro. Félix Mejía Jirón
Secretario Académico del Seminario Nacional
Equipo de formadores, junto a los seminaristas de cuarto año de
teología celebrando el día de San Juan María, día del sacerdote.
Decir sí es cada día más difícil: Al
principio tenemos muchas
expectativas, queremos dar todo a
Cristo, hasta la sangre si
fuera necesario. Con el tiempo, así
como en el amor, las cosas se
van enfriando, el Sí dicho en el pasado
poco a poco se va convirtiendo en un
recuerdo lejano de un tiempo que no
vuelve. A veces tenemos la impresión
de que nos arrastramos con
dificultad mientras esperamos el día de
la ordenación (o la muerte si no es
mucho pedir). A pesar de ser un reto,
decir que sí cada día vale más la pena.
Así las cosas dejan de ser una carga
para asumir la hermosa dimensión de
la grandeza de lo que esperamos.
4. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página4
ENTRE LA REVELACIÓN DIVINA Y LA MEMORIA HISTÓRICA DE UN PUEBLO
CARLOS JOSÉ OBANDO BERMÚDEZ
SEMINARIUM03 (2016) 4-6
Resumen:
ablar o escribir sobre la
Sagrada Escritura conlleva
necesariamente referirse a
ella también como revelada; cualidad
que, unida al carisma de la
inspiración, la hace Sagrada, la
constituye como Palabra de Dios.
Escritura y Revelación, a su vez, son
realidades que acontecen en una
historia concreta: la del pueblo
elegido.
Palabras clave: Escritura, Tradición, Revelación,
Historia, Palabra de Dios, Canon.
Introducción.
En la Escritura la autocomunicación amorosa
de Dios al mundo se funde con la historia del pueblo de
Israel revelando su plan salvífico para toda la
humanidad. En palabras de Junco Garza “Las
Escrituras son el testimonio de hombres y mujeres de fe
que han sabido contemplar la presencia salvadora de
Dios en la historia diaria, han podido discernir la voz
del Señor para el momento actual y han querido
transmitirnos su experiencia de fe para que también
nosotros creamos” (2008: 31).
1.- Una precisión conceptual.
La caracterización de una escritura como
Sagrada significa que ese escrito o, más bien, conjunto
de escritos es normativo para la fe de un determinado
grupo religioso. En ellos se concretiza la vivencia que,
como experiencia religiosa, caracteriza verticalmente
la fe en Dios y la interacción en sentido horizontal de
los miembros de la comunidad creyente.
En la comunidad cristiana, la Sagrada
Escritura, junto con la Tradición,
constituye el fundamento para la
elaboración del cuerpo doctrinal que el
Magisterio, ayudado por la reflexión
teológica, propone al conjunto de los
creyentes para ser creído en las
fórmulas dogmáticas, celebrado en la
liturgia y practicado en la moral.
La revelación se define como la
manifestación y autocomunicación que Dios hace de sí
mismo al pueblo elegido, con el cual ha establecido una
alianza que lo lleva a ser compañero de viaje en cada
una de las vicisitudes de su historia como grupo
humano. La Revelación es una realidad más amplia que
la Escritura, ya que esta última es una concretización de
aquella que, de acuerdo a la teología católica, se
encuentra contenida también en la Tradición. Por esto
mismo la Revelación, al igual que el concepto de
Palabra de Dios, desborda el ámbito de la Escritura.
La Sagrada Escritura, además de cauce de la
Revelación, es la explicitación de la historia de las
intervenciones de Dios en favor de su pueblo. En la
historia se va dando la revelación y, por medio de ella,
el Señor va realizando su plan de salvación para Israel
y todo el género humano. Por esta peculiaridad de la
historia bíblica, no se la puede entender en el sentido de
la historiografía moderna, para la cual es importante la
exactitud cronológica de los acontecimientos. En la
Biblia, la importancia del acontecimiento no está en el
mismo sino en su significado como expresión de la
revelación de la voluntad salvífica de Dios. La historia
bíblica no busca informar de algo sino formar y
H
LAS SAGRADAS ESCRITURAS:
5. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página5
fortalecer la fe del pueblo de Dios. El autor inspirado
(Hagiógrafo)1
no pretende narrar simplemente unos
hechos, sino mostrar en ellos la acción de Dios en la
historia, poner de manifiesto su referencia al misterio
de salvación (De la Potterie, 1967).
2.- La Sagrada Escritura: Historia de la Palabra
divina y la palabra humana.
La trascendencia y validez perenne de la Biblia le
vienen de su ser Palabra de Dios. En la Escritura Dios
nos habla “por medio de hombres y en palabras
humanas” (DV 12). Como Palabra Divina, la Escritura
no está ligada a un tiempo y un espacio determinados, a
una cultura o contexto social específicos sino que a
través de ella Dios, por medio de su Hijo Jesucristo,
ofrece a los hombres y mujeres de todas las épocas y
culturas la salvación gratuita. Ella contiene la verdad en
orden a la salvación (DV 11b).
La
conciencia de
esa validez
de la Sagrada
Escritura,
que traspasa
los límites
del tiempo,
no nace de
una mera reflexión intelectual sobre la Palabra de Dios
sino de la experiencia que el pueblo de Israel y la
Iglesia tienen del actuar favorable de Dios en su
historia. Ese actuar de Dios hace que esta (historia) deje
de ser profana y se convierta en historia sagrada,
historia de salvación, y que el tiempo pase de mera
cronología a kairós2
, es decir, también el adquiera un
significado salvífico.
1 Del griego aghioi-graphoi (escritoressagrados);en sentido
amplio se llaman así todos los autores-escritores de los
libros de la Biblia, va que las obras que escribieron son el
fruto de la colaboración con Dios, autor principal; así pues,
están elaboradas por ellos bajo la inspiración de Dios;
constituyen el canon.
2
En griego antiguo καιρός, kairós es un concepto de la
filosofía griega que representa un lapso indeterminado en
que algo importante sucede. Su significado literal es
Tanto para el Antiguo como para su Nuevo
Pueblo, Dios realiza esa transformación de la historia y
el tiempo por medio de su Palabra. Pues, para la
mentalidad hebrea dabar (palabra) significa tanto una
palabra pronunciada o escrita, como un suceso de la
naturaleza o de la historia (cf. Gn 22,1; 1 Re 2,41). De
allí que tanto dabar en hebreo, como logos en griego,
puedan traducirse por ‘palabra’ y por ‘acontecimiento’.
El sentido bíblico de palabra incluye la palabra y la
obra, el decir y el hacer. La palabra crea el mundo y da
origen a la historia (cfr. Gen 1; Jn 1,1-18).
La palabra es esencial al ser humano, en cierta
manera es lo que lo define como tal, y de manera
semejante a la palabra divina la palabra humana
también ‘es creadora de historia’. Pero a diferencia de
la palabra divina, que es esencialmente acción (Is
55,10-11), la palabra humana crea la historia
documentándola, fijándola. Esto el hombre lo realizó en
primer lugar mediante la tradición oral, grabándola en
su memoria, pero en el caso de la historia bíblica, y de
la humanidad en general, esto se llevó a cabo también
mediante la escritura.
La Sagrada Escritura, es el testigo privilegiado
que nos da a conocer las vicisitudes de las relaciones de
Dios y su pueblo y de la interacción de Israel con los
pueblos vecinos. En ella encontramos el origen y la
historia del Antiguo y del Nuevo pueblo de Dios. La
inquebrantable fidelidad amorosa de Dios y la
respuesta, no siempre positiva, de sus elegidos. Como
palabra humana la Sagrada Escritura tiene su propia
historia. Testigo privilegiado de ella es el Canon3
Escriturario. La Biblia, lo sabemos hoy, no cayó del
cielo, cada libro, cada bloque literario, cada Testamento
tiene su historia. Algunos libros tuvieron una corta
historia redaccional pero la de otros fue compleja y de
larga duración en el tiempo (p.e. el libro de Amós o el
de Isaías). Sometida a las vicisitudes de la conciencia
de la comunidad creyente que fue descubriendo en ellos
«momento adecuado u oportuno»,en la teología cristiana se
lo asocia con el «tiempo de Dios», tiempo de la salvación.
3 Canon Bíblico es el conjunto de libros de la historia
del pueblo judío que la tradición judeocristiana considera
divinamente inspirados y que por lo tanto constituyen
la Biblia. El canon bíblico cristiano está constituido por los
cánones del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento.
6. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página6
la voz de Dios para su vida, lo que la llevó a descubrir
su carácter sagrado y a aceptar su normatividad como
guía en el camino hacia la salvación. Esta historia
también tuvo sus altos y bajos y quedó manifiesta en el
hecho de que algunos escritos sólo fueron aceptados
como sagrados cuando se constató/aceptó por parte de
distintas comunidades eclesiales, su carácter inspirado,
su validez para la vida de fe y se consagró su uso
litúrgico (p.e. los libros considerados deuterocanónicos
del canon cristiano). La historia del canón bíblico
cristiano quedará ‘cerrada’ con los decretos del
Concilio de Trento y la sanción positiva del Concilio
Vaticano I y II respectivamente.
3.- La Sagrada Escritura: Síntesis de revelación e
Historia.
Una característica fundamental de la
Revelación es su historicidad. Dios se revela en la
historia por medio de hechos acaecidos y palabras
pronunciadas (cfr. DV 2). Este carácter histórico de la
revelación es puesto de manifiesto por los profetas,
quienes comunican lo que Dios les ha revelado y
mandado comunicar mediante oráculos y acciones
simbólicas, algunas de las cuales forman parte de su
existencia cotidiana (valga mencionar la experiencia de
Oseas cuya vida misma se hace profecía en los
capítulos 1-3 de su libro). De esta manera la revelación
se convierte en el contenido de la historia bíblica y la
historia, a su vez, en el ámbito en que la revelación
acontece y el medio por el cual se transmite. Se da una
fusión entre revelación e historia: la historia se hace
revelación y la revelación se hace historia siendo ambas
resignificadas por la acción comunicativa y eficaz de la
Palabra de Dios.
La síntesis entre revelación e historia es
testificada y perpetuada en la Sagrada Escritura que se
constituye así en un medio privilegiado, aunque no el
único (baste recordar lo que la DV afirma sobre el
papel de la Tradición en el número 8) para conocer y
profundizar “sólida, fielmente y sin error la verdad que
Dios hizo consignar en dichos libros para nuestra
salvación” (DV11b).
El Concilio Vaticano II, apelando a la analogía
de la encarnación, afirma que esta síntesis se realiza
gracias a la condescendencia divina por la cual “la
Palabra de Dios, expresada en lenguas humanas, se
hace semejante al lenguaje humano, como la Palabra
del eterno Padre asumiendo nuestra débil condición
humana, se hizo semejante a los hombres” (DV 13).
4.- Conclusión.
La Biblia como palabra humana surge y está
sujeta a los condicionamientos históricos y culturales
en que se escribió, su calidad literaria depende de las
“facultades y talentos” (DV 11) del hagiógrafo, lleva
pues en ella la marca de la historia del pueblo en que
surgió. Para comprenderla es necesario estudiarla a
nivel histórico y literario, teniendo en cuenta todo el
contenido y unidad de la misma. Sin embargo, para
descubrir lo que Dios quiso comunicarnos por medio de
ella es fundamental una actitud de fe, leerla e
interpretarla con el mismo Espíritu con que fue escrita;
recurrir a la Tradición y la analogía de la fe, bajo la
guía del Magisterio de la Iglesia.
Sumario
La Biblia es Palabra hecha libro. Está sujeta a
las cualidades de ‘su autor’ y a las limitaciones de la
cultura y contexto histórico en que fue escrita. Sin
embargo a semejanza del Verbo hecho carne es
también Palabra reveladora del plan salvífico de Dios
para la humanidad.
Seminaristas delaDiócesis deJuigalpa junto al P. Sebastián, el díade la
entregade Monografías.
7. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página7
ESPIRITUALIDAD DE
LOS POBRES DE
YHWH
DRA. MARGARITA GÓMEZ M.R.I
SEMINARIUM03 (2016) 7-9
a Sagrada Escritura contiene la historia de
salvación que Dios fue escribiendo en la
historia humana al ir acompañando a su pueblo
Israel en su caminar histórico. Dios eligió a Israel para
que fuera su testigo en medio de las naciones, para que
diera testimonio en su vivir de cada día, de un Dios
libertador, un Dios que llamaba a todos los pueblos a
acoger su mensaje de justicia, de paz y de amor.
Los descendientes de los patriarcas, de
Abrahán, Isaac, Jacob, estaban en Egipto, sufrían la
esclavitud, no tenían nada propio, eran simplemente
cosas, objetos, no se les reconocía su dignidad de ser
personas, seres humanos. Dios los sacó de esta
situación de ser nada y los llevó al Sinaí, la montaña
sagrada, para hacer con ellos una Alianza. Dios les
invitó, les ofreció el ser su familia, si le aceptaban
como su Dios, ellos serían pueblo sacerdotal, nación
santa (Cf. Ex 19,6). La oferta era para todos, en el Sinaí
nacía un pueblo de iguales, un pueblo en donde cada
persona tenía la misma dignidad, no había privilegios,
no cabía el dominio de unos pocos sobre la mayoría de
los demás. La Alianza forjaba un pueblo en donde no
cabían desigualdades sociales, en donde todos podían
tener acceso a los bienes de la tierra.
Al entrar en la tierra prometida el país se divide
entre las tribus, y cada familia recibe una porción según
el número de personas que la forma (cf. Jueces.13). Es
un reparto ideal, pero ya desde el principio surgen las
desigualdades, las diferencias. Las familias que son
más numerosas tienen más hombres para trabajar el
terreno que se les ha dado, tienen más posibilidades de
prosperar. Hay que tener en cuenta que en el país de
Canaán, en el que entraron, hay diversidad de terrenos,
unos más fértiles que otros, por tanto, la tierra no va a
producir igual a la hora de cosechar el fruto del trabajo,
unos tendrán grandes cosechas, mientras que otros
apenas podrán subsistir.
Comienzan las
desigualdades. Los que más
tienen más quieren, los que
tienen poco incluso lo poco
que tienen lo van
perdiendo.
Los profetas, en
nombre de Dios, denuncian
las situaciones de
injusticias que se van
multiplicando en Israel. A partir del siglo octavo A.C.
los profetas reciben la palabra de Dios para que
denuncien las injusticias que sufren los más débiles de
la sociedad. En el siglo octavo en el reino del Norte, los
profetas que claman en favor de los débiles son Amós y
Oseas, y en el reino del Sur, Isaías y Miqueas. La
Alianza no se respeta, hay grandes desigualdades, no se
observa el derecho ni la justicia, como resultado la
mayoría de la población cae en la pobreza. La lengua
hebrea utiliza estos tres términos para hablar de las
personas pobres:
- El pobre que pide limosna, (ebion)
- El pobre que vive en la miseria (dal)
- El pobre hundido, humillado (ani)
Lo que tienen en común estas personas es su
estado de total carencia de bienes, no pueden
labrarse un porvenir, viven en la desesperanza, no
tienen donde cobijarse, no tienen quien los proteja
y defienda. Los profetas se hacen eco de esta
opresión y la denuncian:
Escuchen esto,vacasde Basán... que oprimen
a los débiles (dal-Iim), maltratan a los pobres
(ebionim)... (Am. 4, 1). Ay de los que dan leyes
L
8. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página8
inicuas, y de los que escriben leyes tiránicas,para
apartar del tribunal a los pobres (aniuim) de mi
pueblo y conculcar el derecho de los desvalidos
(dal-lim) (Is. l0, 1-2). El profeta Isaías habla del
Mesías como de aquél que: juzgará con justicia al
humilde (dal-lim) y con equidad a los pobres
(anauim) de la tierra (Is. 11,4).
Toda esta situación de injusticia clama Dios.
Él no es ajeno al dolor de los pobres y sale en su
favor. Los reyes, los sacerdotes, los poderosos, el
pueblo, todos sufrirán las consecuencias de
haberse apartado del Dios de la vida. La gran
potencia en ese momento histórico, Asiria,
invadirá el territorio del reino del
Norte y lo arrasará; el reino del
Sur sobrevivirá, pero tendrá que
pagar un gran tributo a los
asirios. La causa de esta
destrucción ha sido ocasionada
por haberse apartado de su Dios
quebrantando la Alianza. En su
predicación los profetas pedían
que retornasen a su Dios, pero
no escucharon sus palabras. Lo
que Dios pedía a su pueblo era que respetase el
derecho, amara la lealtad y caminara
humildemente en su presencia (Miq. 6,8).
En toda destrucción siempre hay un resto, a
este resto el profeta Sofonías lo identifica como un
pueblo de “pobres”. Empieza a forjarse no
solamente la idea sino la realidad de los pobres, se
habla de ellos con el término anauim, bajo este
nombre se designan a todos aquellos que se
sienten indefensos, que saben que no tienen a
nadie que les defienda y en su indigencia y
vulnerabilidad se acogen a su Dios, a él se confían
y en él esperan.
Busquen a Yahvé, ustedes, los pobres
(anauim) de la tierra, que cumplen su Ley;
busquen la justicia, busquen la pobreza (anauah),
y tal vez quedarán al abrigo el día de la ira de
Yahvé (Sof. 2,3).
En el año 587 un nuevo imperio de Babilonia
destruyó Jerusalén llevándose al exilio al rey, a su
corte, y a los que tenían algún oficio que podría
representar una amenaza para los babilonios. Para el
532 un nuevo imperio surge, el imperio persa con Ciro,
este permite al pueblo judío retornar a su tierra. Se da
un nuevo comienzo. El libro del Deuteronomio (que
aparece en este periodo) reconoce que siempre habrá
pobres, y afirma que es obligación el cuidar de ellos.
No faltarán pobres en esta tierra;por eso te doy yo este
mandamiento: Debes abrir tu mano a tu hermano, a
aquél de los tuyos que es indigente y pobre en tu tierra
(Dt. 15,11)
La experiencia del destierro ha abierto una
nueva perspectiva. Ya no se trata de
los pobres sociales, sino de los
pobres que todo lo esperan de su
Señor. Los salmos son expresión de
la espiritualidad del pueblo de Israel,
expresión de su oración, solo Él
puede rescatarlos, ponen toda su
confianza en el Señor. El pobre sabe
que sólo su Dios le protege y le
protegerá por eso acude a Él en el
día del peligro; en su indigencia, en
su pobreza, el pobre abre su corazón y confía en la
fidelidad de su Dios, en su cuidado paterno.
Sólo en Dios encuentro descanso,
De Él viene mi salvación;
Sólo Él mi roca, mi salvación,
Mi baluarte; no vacilaré. (Salmo 62,2)
Esta espiritualidad ya estaba presente y vivida
en profundidad por el profeta Jeremías. Fue perseguido
por los de su pueblo, por su familia; sintió el abandono
de su Dios, de quién él se había fiado, vivió la pobreza
existencial y siempre, siempre, acudió al Señor para
que le salvara y fortaleciera (cf. Las confesiones de
Jeremías 11:18–12:6, 15:10–21, 17:14–18, 18:18–23 y
20:7–18).
Esta espiritualidad de los pobres de Yahvé
continúa en el pueblo de la Nueva Alianza. Jesús es el
pobre que vive su total dependencia del Padre. Todo
9. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página9
cuanto hace lo hace porque vive en la presencia del
Padre, su querer es hacer la voluntad del que le ha
enviado, su alimento es la palabra que escucha
pronunciar al Padre. Todas sus acciones vienen
precedidas por su ponerse en presencia del Padre: sana,
perdona, da de comer, acoge a pobres,… Por eso Jesús,
al presentar el Reino de Dios (Mt 5,1ss), habla de los
pobres: bienaventurados,dichosos, los pobres porque
de ellos es el Reino de los cielos. Los pobres son
aquellos que se abren al Reino, que ponen toda su
confianza en el Señor, que se saben dependientes de
Dios, al igual que Jesús depende en todo del Padre
también ellos. La pobreza es saberse criaturas, amados
por Dios Padre en el Hijo por el Espíritu. Jesús es el
modelo de esta pobreza espiritual que se traduce en
opciones de vida. El pobre es aquella persona que pone
su confianza en el Padre, que está a la escucha de la
Palabra y la obedece; el pobre es aquel que vive en
obediencia filial, sabe que todo es don, todo es gracia.
Otro modelo de ser pobre lo vemos en MARÍA,
la joven de Nazaret que recibió el anuncio del Ángel
Gabriel. Alégrate, agraciada por el Señor… La joven
nazarena se sabía dependiente de Dios, ella escucha,
acoge la Palabra y pronuncia su sí, un sí sencillo,
sincero, un sí que reconoce su pobreza, su indigencia,
su total dependencia de Dios. He aquí la esclava del
Señor, hágase en mí según el querer de Dios. María de
Nazaret se deja inundar por el Espíritu, y va en misión
a estar con su pariente Isabel, y allí dos mujeres
enriquecidas por la obra de Dios en ellas, se abrazan y
dan gloria a Dios. María canta el Magnificat, cántico en
el que proclama la grandeza de su Dios y la pequeñez
de su esclava. En este Cántico la joven agraciada, llena
de la bondad de su Dios, reconoce y alaba al Dios de
sus padres, al Dios que ha obrado siempre en favor de
los pobres. Con este cántico María se sitúa en el centro
de la historia de salvación. Ella es la encarnación de los
“pobres de Yahvé”, Ella reconoce las maravillas hechas
por Dios en favor de su pueblo en todos los tiempos.
MARÍA, la Madre de Jesús, es nuestra madre, “es la
Madre de los pobres, de los humildes, de los sencillos,
de los que esperan siempre en Dios”. Su pobreza, como
la de Jesús nos enriquece a todos.
Sumario
Este artículo hace una presentación de la
pobreza desde el punto de vista social y espiritual en el
Pueblo de la Alianza. El camino recorrido para llegar a
una espiritualidad vivencial de la pobreza existencial
como total dependencia de Dios atestiguada por Jesús y
María. Jesús es el pobre que pone toda su confianza en
el Padre y propone vivir el Reino de Dios desde una
aceptación radical de vivir en dependencia total de la
voluntad del Padre, obedeciendo a su Palabra,
desprendidos de todo y de todos. La pobreza que se
pide al discípulo es centrar el corazón y la mente en el
Padre, dejando a Dios ser Dios en el diario vivir.
Bienaventuradoslos pobres, ellos ya viven el Reinado
de Dios.
Los pobres de YHWH en el siglo XXI son los niños, los
huérfanos, los marginados y los enfermos
“Antesde
crear el
mundo,
Dios
amaba”,
“Diosama
siempre.
Dioses
amor”
“Ustedes son mi esperanza” PP. Francisco
10. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página10
ENGELS JOSÉ HOYES AGUILAR
SEMINARIUM03 (2016) 10-14
EL PROFETA AMÓS
El texto 5, 14-20
uscad el bien, no el mal, y viviréis y estará
realmente con vosotros,
como decís, el Señor, Dios
de los ejércitos. 15
Odiad el mal,
amad el bien, instalad en el tribunal
la justicia: a ver si se apiada el
Señor, Dios de los ejércitos, del
resto de José. 16
Así dice el Señor,
Dios de los ejércitos: En todas las
calles hay duelo, en todas las calles
gritan: ¡Ay, ay!; los campesinos
llaman para el duelo y el luto a
expertos en lamentaciones; 17
en
todas las viñashabrá duelo, cuando
pase entre vosotros, dice el Señor [8
que creó las
Pléyades y Orión, convierte las sombras en aurora, el
día en noche oscura; convoca a las aguas del mar y
las derrama sobre la tierra; su nombre es El Señor;
9
lanza la destrucción contra la fortaleza, y la
destrucción alcanza a la plaza fuerte.] 18
¡Ay de losque
ansían el día del Señor! ¿De qué os servirá el día del
Señor si es tenebroso y sin luz? 19
Como cuando huye
uno del león y topa con el oso,o se mete en casa,apoya
la mano en la pared y le pica la culebra. 20
¿No es el día
del Señor tenebroso y sin luz, oscuridad sin
resplandor?
1. Contexto
a. Contexto vital del Autor
El profeta Amós es un ganadero del reino del sur
(Judá) nació en Tecua, hacia el 750 y desarrolla su
actividad profética en Jerusalén (Reino del Norte) en
tiempos de Jeroboán II, época de gran prosperidad y
marcada por injusticias sociales, sincretismo religioso y
opresión de los más pobres. Por su trabajo, es posible
que haya recibido una formación cultural y literaria. No
es un profeta de nacimiento ni perteneció a ninguna
escuela profética.
El texto en sí mismo
El libro que contiene la profecía de Amós se
encuentra posterior al profeta Joel y anterior al profeta
Abdías. El texto que estamos tratando es del capítulo
cinco versículos catorce al veinte con
una trasposición4
de los versículos 8-9
entre el versículo 17 y 18. // Después de
una exhortación al arrepentimiento
como medio para librarse de la justicia
divina (v.5), el profeta describe el duelo
por la caída en ruinas y la devastación
del país (v. 16). Este duelo que es
universal lleva consigo el lamento de
todos (v. 17) porque es el día terrible de
YHWH, contrario a lo que esperaba
Israel, es día de destrucción de la que
nadie se escapa (v. 18). Posterior al texto tenemos el
típico «ay» del profeta, sus cinco visiones, una
narración del día de YHWH como destrucción y un
posible añadido posterior del día de la restauración.
b. Contexto actual
El profeta Amós nos separa miles de años y parece
que la realidad en la que vivimos sigue siendo
semejante a la que vivió el profeta. Tenemos la misma
división de clases: pobres y ricos, marginados y
opresores, grandes centros con maravillosas
construcciones y barrios arrasados por la pobreza, el
sincretismo religioso y el silencio ante la injusticia
siguen siendo latentes.
2. Temas claves S
Los temas claves de los que se ocupa el profeta se
encuentran contenidos en este texto: el derecho, las
riquezas de los que viven a estilo feudal que han
alcanzado sus bienes con engaños. La opresión de los
débiles, pobres y necesitados que son tratados como
objetos. Esta es una injusticia ante YHWH y hace que
4 Trasponer, adelantar o insertar un texto en medio de otro.
B
11. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página11
no acepte ninguna clase de ofrendas. Se exhorta a la
búsqueda del bien y el odio al mal. La trasposición en
el texto de los versículos 8, 9 del mismo capítulo 5
indica cuál será el proceder de YHWH y con qué poder
es contra el que el pueblo de Israelse enfrenta. Israel se
está enfrentando contra el Dios Creador que garantiza
la estabilidad del universo, Él que puede destruir contra
toda fortaleza. Finalmente llegamos al día del Señor
que no es como Israel lo espera, más bien, es lo
contrario de lo que ha esperado por mucho tiempo.
3. Comentario del texto
El texto parte de una llamada de atención y una
invitación a la conversión que ciertamente se encuentra
vinculado con el terreno de la justicia. Solo si de verdad
se produce un cambio de mentalidad y de corazón, que
sea manifiesto en las acciones, el Señor estará con
ellos. Israel ha quebrantado las normas del decálogo,
se ha dejado influenciar por el lujo y el dinero y ello les
ha llevado a la opresión de sus propios hermanos,
incluso, a tenor del propio derecho. Esta es la causa de
la denuncia de Amós, el lujo de los ricos que no tienen
conciencia y les falta solidaridad (6, 4-6) y porque,
claramente, muchas riquezas han sido adquiridas
explotando a los pobres (4, 1; 5,11). El profeta
reconoce el corazón endurecido de Israel y que no hay
una esperanza de conversión, esto adelanta los
acontecimientos y el profeta alza la voz anunciando una
catástrofe definitiva que será el castigo futuro que es a
la vez cercano e inminente. Este duelo que ha
pronunciado la boca del profeta se hace escuchar por
todos los rincones del campo y la ciudad necesitará
quienes lloren la catástrofe porque, no quedará ninguno
en aquellas tierras, los que no sean apresados por la
espada caerán en manos del opresor y serán
desterrados. Esto sucederá «aquél día» en que Él Señor
pasará tomando cuentas en medio de su pueblo. Como
hemos hecho una trasposición para resaltar los atributos
del señorío cósmico e histórico de YHWH para el que
no hay fuerza humana que pueda hacerle frente. Esta
profecía se cierra con un oráculo5
de esperanza como
una antítesis a lo que ya hemos dicho, después del
castigo de los pecadores y la restauración de la justicia
(9, 8-10), llegará la restauración final (9, 11-15) que es
lo contrario de lo que se anuncia para el castigo. Este
tinte de esperanza armoniza e ilumina los nueve
capítulos de vibrantes denuncias de la profecía de
Amós.
4. Interpelación histórica
En nuestra realidad histórica suele ocurrir la misma
situación del profeta, el auge y enorme desarrollo
económico a base de la tecnología y la industria del
mercado trae consigo un desequilibrio social que
inmediatamente establece una dicotomía entre el
asalariado y el empresario, entre el rico y el pobre y
más radical aún entre los que tienen lo necesario y los
que viven en la miseria, en definitiva, entre el opresor y
el oprimido.
También sucede con aquellos que gestionan
proyectos en favor de los “demás”, cada vez buscan su
propio beneficio que se hace notar en su bienestar y su
lujo reinante. Los que están aún lejos de esta escala
social no participan de estos beneficios, al contrario,
con su trabajo y sacrificio hacen que esta estructura se
mantenga.
Nuestros Estados con el fin de mantener el status6
dentro de una sociedad globalizada y de un mercado
libre costean enormes proyectos invirtiendo cantidades
de dinero, muchas veces, innecesarias que trae consigo
una crisis que logra superarse o por lo menos sostener
una economía a costa de los impuestos de la inmensa
mayoría de pobres que trabajan la tierra o sirven en las
empresas para ganar con dignidad el costo de la vida.
Este es el “precio de sangre” que nos toca vivir y
pagar cotidianamente para conquistar un mundo sin
límites en el poder de la macro industria del mercado y
5 Transmisión del mensaje profético o declaración solemne
hecha en nombre del Señor.
6 Posición social que una persona tiene dentro de un grupo o
una comunidad.
En África miles de niños mueren de hambre
12. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página12
la tecnología, el sacrificio de la mayoría por el
bienestar de unos pocos.
Muchos abandonan sus campos y ya no buscan las
cosechas porque cada vez es más costoso producir que
comprar lo que necesitas para sobrevivir, se produce
con ello la indiscriminada migración para los que no se
dedican a la mendicidad como fruto del fracaso ante la
sociedad injusta. Estamos en esta realidad hoy, como la
misma vivida por el profeta Amós, una realidad de
“éxodo rural” de los numerosos campesinos y
profesionales que buscan alternativas y refugio en las
ciudades como única alternativa para sobrellevar la
carga familiar.
El profeta ya levantó la voz ¿Qué haremos nosotros?
Podríamos llevar un mensaje de esperanza y
misericordia, sin embargo es más claro profetizar que
en medio del caos en que vivimos pronto tendremos el
paso de YHWH y pedirá cuentas de lo que hemos
hecho, pero ese día no es como lo esperamos, es el día
en que no quedará piedra sobre piedra.
EL PROFETA AGEO
1. El texto: Ageo 1, 15b – 2, 1-9
Contexto
a. Contexto vital del Autor
El profeta Ageo se encuentra específicamente en
un período delimitado y se hace notar en su obra. Su
actividad profética extendida desde el día primero de
agosto hasta el 18 de diciembre del 520 a.C. esto
cuadra específicamente con el segundo año del reinado
de Darío. Poco sabemos del profeta aunque algunos
reconstruyen una imagen de un anciano o por lo menos
de un hombre entrado en edad. No conocemos sí nació
en Palestina o si nacido en Babilonia haya vuelto con
los desterrados. Sin embargo una referencia de 2, 10-14
hace notar que sería de la casta
sacerdotal.
La profecía de Ageo es
el inicio del último período
profético que se realizaría
posterior al exilio de Babilonia.
El tema central de esta profecía
será la reconstrucción del
Templo y de la Ciudad. El
opúsculo7
del profeta Ageo se
encuentra entre los libros de
Sofonías y Zacarías de quien es contemporáneo. Nos
ofrece una valiosa información sobre las dificultades
materiales y espirituales a las que la comunidad judía se
enfrentará tras la vuelta del exilio.
El texto que vamos a estudiar es el centro de la
7
Tratado (libro) científico, religioso o literario de corta
extensión.
narración del profeta Ageo, es el segundo de cuatro
oráculos. El mensaje del profeta en el texto se dirige a
Zorobabel gobernador de Judá, Josué sumo sacerdote y
al Resto del pueblo, es decir al segundo grupo que
había retornado del exilio. El contenido es reflexivo y
cuestionador. Mientras los judíos se afanan por
construir sus casas el templo está olvidado y muchos se
lamentan por el pasado esplendoroso.
Temas claves
La profecía de Ageo, aunque breve,se ocupa de
temas trascendentales en la historia de la reconquista o
reconstrucción de la ciudad por parte del pueblo del
post-exilio. En este texto de 1, 15b-2, 1-9 se
encuentran expresamente recogidos. Por un lado
tenemos los destinatarios que son los jefes del pueblo y
el pueblo en sí mismo (2, 1-2.), el
tema del templo y su esplendor
(vv.3.9), el mensaje de ánimo y
esperanza (vv. 4-5), la soberanía
de Dios sobre las naciones y sus
tesoros (vv.7-8) y el mensaje
escatológico (vv. 6-7) con el que
cierra este oráculo.
Comentario del texto
Como ya hemos dicho anteriormente, el tema del
Templo y la realidad escatológica serían los temas
fundamentales de este pasaje. Sin embargo la
reconstrucción del templo es lo más importante de
acuerdo con la realidad histórica, ya que era el signo
evidente de la presencia de Dios y su actuación en la
historia. El profeta no se deja llevar por temas morales
como lo hacen los demás profetas posteriores al exilio,
Profeta Ageo
13. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página13
a él le preocupa la reconstrucción del Templo y en ello
remarca la mayor importancia.
b. La realidad presente, el tema del Templo.
El tema
adquiere mayor
sentido cuando
nos percatamos
de la realidad
histórica, el
pueblo se
encuentra en
crisis y
desanimado tras
la vuelta del
destierro porque
encuentran una realidad desértica, sin duda era un
nuevo éxodo, era volver a iniciar y esto implicaba la
nostalgia por los tiempos gloriosos del pasado y el
esplendor del Templo. Ante esta situación la gente se
ocupaba de sus cosas y se desocupaba del Templo. El
Profeta da un giro a la realidad apelando a la jerarquía
de valores que el pueblo elegido debe tener para con su
Dios; de aquí surge la insistencia del profeta. Ha
transcurrido poco tiempo del primer oráculo y un
segundo oráculo de aliento viene sobre el pueblo, el
pueblo desanimado no trabaja bien, los trabajos que
orientaban al templo eran muy pocos y se
desilusionaban al recordar el templo Antiguo (v.3). En
realidad el tema central era la promesa davídica en
cuestión su descendiente no tiene un reino consolidado
y una ciudad con sacerdotes y sin templo para ofrecer
sus sacrificios. Esta profecía tiene un tinte específico y
es la presencia de Dios en medio del pueblo, estos no
están solos (v. 4c), que hace que este recobre el ánimo
(v.4a) porque lo que YHWH ha pactado con Israel en el
Sinaí nunca perderá su vigencia (v.5). En esta situación
es que resuena con mayor potencia la profecía
escatológica y esperanzadora de Ageo.
c. La realidad futura, la irrupción8
escatológica9
Ciertamente la profecía adquiere mayor sentido y
plenitud con esta promesa mesiánica escatológica que
se tratará de la teofanía (manifestación) de Dios. Pero
no se trata de algo cercano o inmediato (v.6) sino que
se llegará un día sin fecha específica pero cuyo preludio
8 Aparición violenta y repentina de algo.
9
De la escatología:realidadesúltimasdel ser humano,la
segunda venida del Señor.
es la realidad que circunda Israel. Es un día histórico
que trasciende el poder del hombre y sobrepasa la
autoridad de los reinos terrenales. Es el día de la
manifestación cósmica universal (v.6-7) en la que
YHWH se hace presente y cuyo resultado será la traída
de las riquezas y la devolución de lo que le pertenece a
YHWH Señor (v.8) de todo cuanto existe. Los
resultados son claves las riquezas de las naciones, la
gloria del Señor y la paz y la prosperidad del pueblo
(v.9).
Como hemos notado en esta sección Dios anuncia
el día en que el templo se llenará con su Presencia. Es
un día futuro que inspira al profeta a motivar a sus
contemporáneos a abrir un horizonte cuya mirada esté
más allá de las adversidades y la pobreza del presente,
esta mirada sería la gloria escatológica del Reino de
Dios hacia el que se orienta la nueva comunidad
israelita alrededor del segundo templo.
Interpretación histórica
El mensaje del profeta Ageo es muy sencillo y
puede introducirse para nuestra interpelación con la
pregunta: ¿Cuáles son nuestras prioridades ante la
realidad que nos rodea? Debemos ser conscientes de
que estamos en la época mesiánica y somos los
herederos de estas promesas anunciadas por el profeta.
d. Sobre el Templo
Sin duda alguna la gloria que superaría el Templo
de salomón, sería la gloria que se manifestaría en este
Templo que mandó condicionar posteriormente con la
ayuda de Herodes. Pero no será mayor gloria por ser un
templo majestuoso y espléndido sino porque el
Verdadero Templo que se destruye y se reconstruye en
tres días (Cf. Jn 2, 19) se hará presente en el, es El
Templo de mayor valor (Cf. Mat 12, 6). Es una gloria
diferente porque el Verdadero Dios que se encarna
viene a hacer morada entre nosotros en la persona de
Jesús, esta es la mayor gloria, gloria que no tuvo el
templo de Salomón. El pasaje que hemos analizado es
un pasaje netamente mesiánico que, aunque tenía una
realidad histórica en el pueblo post-exílico, tenía una
realidad figurativa del futuro y esta realidad mesiánica
ya se ha hecho presente en Jesús.
e. Sobre la realidad escatológica
También los versículos de este texto tienen un paralelo
en la realidad de Timoteo. Este buen discípulo de
Cristo se encontraba a punto de perder el ánimo y de
dejarse intimidar por el mal que había a su alrededor
El Templo
de Israel en
tiempos de
Jesús
14. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página14
pero el Apóstol le exhorta a avivar el don de la gracia
de Dios que estaba en él. Es que no se hace nada al
quedarnos paralizados, es necesario actuar para
construir el Reino de Dios que no nos da un espíritu de
cobardía sino del poder que brota del amor y del
domino de uno mismo (cf. 2 Tim 1,7) por ello es
urgente el esforzarnos en la gracia de Cristo Jesús (cf.
2 Tim 2, 1) y cobrar el ánimo para trabajar sin temor
(cf. Ag 2, 4-5). Desde estas perspectivas podríamos
preguntarnos ¿Cuál es la verdadera respuesta del
cristiano ante la situación actual? Y nos percataremos
que esta profecía sigue siendo actual, la seguridad de
nuestra fe está en la confianza en estas promesas de que
Dios está realmente presente en medio de nosotros.
Pero ahora que estamos ante una realidad que nos
confirma su presencia, el acontecimiento mesiánico, el
«yo estoy con ustedes todos los días hasta que termine
este mundo» (cf. Mat 28, 16-20) ¿de dónde brota
nuestro desánimo? ¿De dónde brotan las crisis y las
angustias de la humanidad? ¿Por qué se da la sequía y
muchas veces no hay frutos en nuestro trabajo pastoral?
Es ahora más urgente el mensaje de Ageo, es
tiempo de volver la mirada hacia el horizonte definitivo
y, sin perder de vista nuestra meta definitiva, construir
ahora la realidad mesiánica.
Esto implica salir de nuestro yo, de nuestro
egoísmo y entrar en los intereses de la Casa de Dios,
del reino de Jesús, es el momento de despertar del
sueño que nos paraliza, más específicamente, es
urgente encontrarnos con Dios y su Palabra y dejarles
que tomen la iniciativa para que, nosotros, seamos
transformados y animados por el Espíritu santo y así
trabajar con fuerza mientras esperamos la venida
gloriosa de nuestro salvador.
Es la actitud orante y confiada de quien se cree
misionero del Reino del Padre. La súplica de quien
espera que su esperanza se haga realidad en el ya
actuante. El «venga a nosotros tu reino» (Mat 6, 10)
que ha comenzado con la plenitud del segundo templo
en la venida de Jesús de Nazaret y su anuncio del
mismo Reino (Mc 1,15) que llega a su culminación en
el momento de la resurrección gloriosa de la pascua y
que alcanza su plenitud cuando nosotros estemos
resucitados con Él en el universo que le reconoce como
Señor y Salvador.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Artículo: Las Sagradas Escrituras entre la Revelación y la
Memoria Histórica de un Pueblo
Junco Garza, C. (2008). La biblia, Libro Sagrado:
Biblioteca Bíblica básica 2. Estella, Navarra: Verbo
Divino.
De la Potterie, I (1967). La verdad de la Sagrada
Escritura y la Historia de la Salvación según la
Constitución Dogmática “Dei Verbum”. Selecciones
de Teología 6 (22). PDF sin numeración de páginas.
Constitución Dogmática Dei Verbum en AAVV.
(1985). Documentos del Vaticano II. Madrid: BAC
DV (Dei Verbum)
Artículo: La profesía de Amós y Ageo
Schokel , L. A. (1980). Amós . En Biblia del
peregrino II (págs. 415-429). Madrid : Cristiandad .
Schokel , L. A. (1980). Amós . En Biblia del
peregrino II (págs. 951ss). Madrid : Cristiandad .
Schokel , L. A. (1980). Ageo . En Profetas II (págs.
460-471). Madrid : Cristiandad .
Schokel , L. A. (1997). Ageo. En Biblia del
peregrino II (págs. 467-471). Madrid: Verbo
Divino.
Haroldo Reimer, “Agentes y mecanismos de
opresión y explotación en Amós”, en RIBLA 12
(1992) 69-81
APRENDES A TENER MISERICORDIA
La misericordia es la cosa más
bella que un hombre puede
ofrecer a otro. ¡Cuánto más
cuando esta actitud proviene de
un servidordeDios!El tiempo en
el seminario es un tiempo
esencialmente de prueba. Cada
dificultad, cada reto, cada
tristeza debe servir de lección
para que un día el sacerdote
también se identifique con la
miseria de los demás. En la
memoria del seminarista
siempre quedará el abrazo de
misericordia que Dios le dio en
una situación difícil. Este es el
abrazo que el sacerdote tendrá
que ofrecer al mundo.
15. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página15
CARLOS EDUARDO GARCÍA GONZÁLEZ
SEMINARIUM 03 (2016) 15
Caliz
Recipiente en forma de copa con apertura
ancha utilizada para beber. En la Liturgia
cristiana, el cáliz es el vaso sagrado por
excelencia, indispensable para el sacrificio
de la Santa Misa ya que debe contener el
vino que se convierte en la Sangre preciosísima de
Cristo.
Copón
Vaso con tapa en el que se conservan la
Sagradas Hostias para poder llevarlas a
los enfermos y emplearlas en las
ceremonias de culto. En la actualidad
los copones suelen ser de menos
estatura que los cálices para distinguirlos de estos.
Custodia
Recipiente sagrado donde se pone la Eucaristía
de manera que se pueda ver para la adoración.
Hay gran variedad de tamaños y estilos.
Generalmente alrededor de la Eucaristía se
representan rayos que simbolizan las gracias
conferidas a los que adoran.
Acetre
Caldero de agua bendita que se usa para
las aspersiones litúrgicas. El agua se
recoge del acetre y se dispersa con el
hisopo.
Hisopo
Utensilio con que se esparce el agua bendita,
consistente en un mango que lleva en su extremo un
manojo de cerdas o una bola metálica hueca y
agujereada para sostener el agua. Se usa con el Acetre.
Corporal
Es el lienzo sobre el que se coloca el Cáliz y
la patena durante la celebración eucarística.
Palia
Es utilizada para cubrir el cáliz, puede
ser del color litúrgico correspondiente al
tiempo litúrgico.
Purificador
Paño blanco que utiliza el sacerdote
para secarse los labios después de
comulgar y para limpiar (purificar) los vasos sagrados.
Cubre Cáliz
El cubrecáliz se debe utilizar en la
Misa. La tela y el color hacen juego
habitualmente con los ornamentos,
aunque puede ser siempre blanco.
Cuando se pone debajo una palia, cae
con elegancia. Elliot afirma que el
uso de la carpeta de corporales tiene ventajas, ya que
mantiene limpio el corporal que es usado
frecuentemente por los ayudantes y otros ministros.
Vinajeras
Son dos pequeñas jarritas en las que se pone el vino y
el agua necesarios para la Misa. El sacerdote mezcla
con el vino unas gotas de agua. Puede usarse para ello
una cucharilla. Las vinajeras
son de cristal o vidrio, por razón
de limpieza y para que el
sacerdote pueda identificar el
agua y el vino. Pueden ser de
plata, bronce o estaño.
Lavabo o Aguamanil
El celebrante utiliza para el lavabo
una jarra con agua y un aguamanil,
que pueden ser de cristal, de cerámica
o de metal. Para el Lavabo se necesita: una jarrita con
agua; un recipiente o aguamanil para recogerla; y un
Manutergio, para que el sacerdote se seque las manos.
16. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página16
SANTOS NOLBIN ALTAMIRANO PALACIO
SEMINARIUM03 (2016) 16-17
Dios y el ateísmo
e la evidencia inmediata
para el hombre de la
existencia de Dios junto
con la fabilidad del conocimiento y
la influencia de la libertad se deriva
la posibilidad real de que el hombre
niegue a Dios. Es ateo quien afirma
la no existencia de Dios; el ateísmo
puede ser práctico o teórico. ¿Cuál
es el ateísmo practico? es aquel que
se comporta como si Dios no
existiese como nos dice Fabro. C.,
en “el drama del hombre y misterio
de Dios”, sin preocuparse para nada
de su existencia y organizando su
propia vida privada y pública
prescindiendo de cualquier principio absoluto
trascendente a los valores del individuo y de la especie
humana.
Por ejemplo, se da el caso de que los problemas
concretos de la vida, las pasiones, el ambiente familiar
indiferente, incluso una educación laica pueden en
algún momento desviar el interés del hombre del
problema de Dios aunque, no siempre, al menos para
cuantos viven o vivimos en contacto con la sociedad, si
bien es cierto nos parece inevitable el planteamiento del
problema sobre todo por las exigencias, lucha religiosa
y política.
El ateísmo práctico se confunde con el
indiferentismo por el tipo de elaboración intelectual que
conduce precisamente que el hombre no tiene
necesidad de Dios o que no hay que preocuparse, sin
embargo, el indiferentismo viene a ser un tipo de
ateísmo teórico que es negativo, es decir, viene a negar
la existencia de Dios.
El ateísmo teórico positivo, niega y expresa
directamente a Dios intentando probar la no existencia
de Dios, sin embargo Lagneau en “el ateísmo
moderno” considera que la negación
motivada de Dios únicame nte
alcanza a las concepciones
inadecuadas del absoluto como un
juicio sobre la insatisfacción que
produce la idea habitual de Dios.
En todas las épocas han
existido ateos tanto prácticos como
teóricos, entre ellos algunos sofistas,
epicúreos, estoicos, ilustrados,
idealistas, entre otros. El ateísmo
según Fabro no puede constituir una
actitud inicial natural, no puede ser
una situación natural porque en el
está implícito un cierto conocimiento
de lo que se niega y desde su
“doctrina de la religión”, Zubiri,
señala que el ateísmo no es posible sin un Dios, sino
que se explica como un fenómeno reflejo.
Entonces consiste en entender el poder de lo
real, es decir la fundamentalidad de la vida como pura
facticidad.
El Dios de la fe y el Dios de los filósofos
La religión es vivencia; filosofía es teoría, por ende el
Dios de la religión es vivo y personal y el de los
filósofos es vacío y rígido. Esta distinción ha llegado a
ser una frase y en cualquier caso un lugar común, es
decir detrás del cual pueden ocultarse representaciones
muy diversas y frecuentemente una falta de verdadero
conocimiento.
El alcance extraordinario de semejante
constatación ilumina, porque, si es acertado, significa
entonces que la síntesis realizada por los padres de la
Iglesia entre la fe bíblica y el espíritu heleno como
representante en aquel tiempo del espíritu filosófico en
general, no sólo era legítima, sino necesaria, para traer
a expresión la exigencia plena y la seriedad completa
de la fe bíblica.
D
EL DIOS DE LA FE Y
EL DIOS DE LOS
FILÓSOFOS
17. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página17
La verdad filosófica pertenece, en un cierto
sentido, constitutivamente a la fe cristiana, y esto indica
a su vez una dimensión necesaria de la realidad
cristiana.
Hay conceptos como eternidad, omnipotencia,
unidad, verdad, bondad y santidad de Dios que no
indican, desde luego lo mismo en Biblia y en filosofía,
pero no pueden ignorarse aproximaciones
considerables.
El elemento filosófico se suministró al
concepto Bíblico de Dios en la medida en que este se
encontraba forzado a pronunciar lo suyo propio y
especial frente al mundo de los pueblos, se hizo
necesario en la medida en que, visto negativamente,
surgió la indigencia apologética; visto positivamente, la
indigencia misionera. Lo filosófico designa, por tanto,
ni más ni menos, la dimensión misionera del concepto
de Dios, ese momento con el que se hace comprensible
hacia fuera.
El guion entre Dios de la fe y Dios de los
filósofos es, fundamentalmente y en cuanto tal,
legítimo. La fe capta el concepto filosófico de Dios y
decimos que lo absoluto, del que nosotros sabemos de
alguna manera, es el absoluto
que se habla en Jesucristo (que
es “palabra”) y que puede ser
apelado, con ello, no se
suprime sin más la diferencia
de fe y filosofía.
Las declaraciones
filosóficas fueron con
frecuencia adoptadas sin el
menor reparo y sin someterlas a
los necesarios acrisolamientos
y transformaciones críticas. El
conocimiento de que Dios es un Dios referido al mundo
y al hombre, que opera dentro de la historia, o dicho de
otra manera, el conocimiento de que Dios es persona,
Yo que sale al encuentro del Tú, este conocimiento
exige un examen en toda la línea de las declaraciones
filosóficas, un repensarlas como si todavía no se ha
ejecutado suficientemente.
Nosotros no veneramos a ninguno de los
dioses; cuando hablamos de Dios nos referimos al ser
mismo, a lo que los filósofos consideran como el
fundamento de todo ser, al que han ensalzado como
Dios sobre todos los poderes; ese es nuestro único
Dios.
En la carta a los romanos (Rom 1,18-31) lo ha
descrito Pablo maravillosamente en un lenguaje
profético comentando un texto de la literatura
sapiencial.
La fe cristiana se decidió solamente en favor
del Dios de los filósofos; en consecuencia este Dios es
el Dios a quien se dirige el hombre en sus oraciones y
el Dios que habla al hombre. Pero al tiempo la fe
cristiana dio a este Dios una significación nueva, lo
sacó del terreno de lo puramente académico y lo
transformó profundamente. Este Dios que antes
aparecía como algo neutro, como un concepto supremo
y definitivo, este Dios que se concibió como puro ser o
puro pensar, eternamente cerrado en sí mismo, sin
proyección alguna hacia el hombre y hacia su pequeño
mundo; este Dios de los filósofos, cuya pura eternidad
e inmutabilidad excluye toda relación a lo mutable y
contingente, es para la fe el hombre Dios, que no sólo
es pensar del pensar, eterna matemática del universo,
sino, potencia de amor creador.
Si queremos deducir de
este texto quién es Dios,
diremos que es el Dios que nos
sale al encuentro, el Dios
antropomórfico y filosófico.
Como en muchos otros textos
del Antiguo Testamento,
padece y se alegra con los
hombres, busca y sale al
encuentro.
Dios de la fe es, en cuanto
pensar, amor. La idea de
que el amor es divino domina toda su concepción.
El Logos de todo el mundo, la idea original de la
verdad y el amor; allí donde se realiza no hay dos
realidades yuxtapuestas o contrarias, sino una, el
único Absoluto. Este es el punto de partida de la
confesión de fe en el Dios Uno y Trino.
18. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página18
JOSÉ REYNALDOARTOLASUAZO
SEMINARIUM03 (2016) 18
ací en los llanos del Municipio de
Prinzapolka, Alamikangbam,
Región Autónoma del Atlántico
Norte. El 22 de mayo de 1975, a las dos de
la tarde de un día de sol radiante, día de
Sta. Rita. Siendo mis Padres Victorino
Maxy Artola Lazo, de oficio Profesor y
Marva Mevis Suazo Lira, de oficio ama de
casa.
Fui bautizado en la Iglesia de San
José Alamikangbam a los cuarenta y siete
días de haber nacido por Pbro. Nilo
Kauffman. Siendo mis padrinos el Señor Manuel
Tenorio y la Señora Petrona de Tenorio.
En el año de 1982 mis padres tuvieron que
trasladarse a vivir en la ciudad de Rosita ya que su
situación de vida no era estable producto de los brotes
de la violencia y rumores de guerra. Posteriormente en
el año 1983 mis padres se trasladan hacia la ciudad de
Siuna.
Soy el tercero de cuatro hermanos, a la edad de
nueve años fui diagnosticado con síntomas de
epilepsia, enfermedad que dificulto mi proceso de
aprendizaje escolar. Con muchas dificultades logre
terminar mis estudios de primaria en el colegio Maura
Clarke, Siuna. Y en el año de 1992 a 1993 comencé
mis estudios de secundaria en el instituto Juan
Francisco Onsang, en la ciudad de Siuna, terminando
mi secundaria en la ciudad de Bluefields en el colegio
Madre del Divino Pastor en 1996. En 1997 decidí
estudiar para sacerdote en el Seminario Interdiocesano
Nacional, en Managua Nicaragua, culminando mis
primeros estudios de filosofía. Y después de haber
realizado dos años de Teología me retiré del seminario
en el 2002. Del 2005 al 2010 decidí estudiar derecho
en la Universidad de Occidente, (UDO)
graduándome como licenciado en
derecho, profesión que desempeñé con
mucha responsabilidad. Fue un período de
redescubrimiento del proyecto de Dios en
mi vida, en la que pude ver la gran
necesidad que tiene el pueblo de Dios por
una verdadera justicia social.
Fui reflexionando y orando, porque sentía
que Jesucristo me seguía llamando, a la
cual resistía, porque creía que la dignidad
del ministerio sacerdotal no era para mí.
No quería renunciar a mi novia ni a los bienes que Dios
me había regalado. Después de un retiro espiritual
pensé en casarme tener hijos y servirle a la Iglesia
como un laico comprometido, pero Cristo para mí fue,
es y seguirá siendo desafiante, me convenció, renuncié
a muchas cosas bonitas como otras no tanto, porque he
decidido desde mi libertad servirle a Dios y a la iglesia
como ministro de la Palabra, orar por la santificación
del pueblo de Dios y el mío propio, como servir en el
altar y poderles dar a mis hermanos el Cuerpo y Sangre
de nuestro Señor Jesucristo, para honra y gloria suya,
fuente y culmen de la vida de la Iglesia. La vocación es
un misterio de fe, y es por eso que vivo día a día abierto
a la gracia de Dios, escuchándolo en cada
acontecimiento de mi vida para responderle
generosamente y con gratitud. Quiero decirles que en
este proyecto de amor tengo dos cómplices, la
maravillosa presencia materna de nuestra Madre
Santísima la Siempre Virgen María, y san José a quien
le tengo gran devoción, quien es el gran inspirador de la
castidad sacerdotal. Hoy estoy ya casi en la recta final,
contento, entusiasmado y echándole ganas por que esto
no termina aquí, sino en la casa de Papa Dios.
N
19. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página19
RAÚL ANTONIOVEGAGONZÁLEZ
SEMINARIUM 03 (2016) 19
i nombre es Raúl Antonio
Vega González, tengo 21
años de edad, soy de
Ciudad-Darío, Matagalpa. Quiero
iniciar este pequeño escrito haciendo
mía la frase que dice: “Cristo no se fijó
en mis cualidades para elegirme,
Cristo se fijó en mi miseria”, estoy
muy claro que no soy digno de la
vocación a la que el Señor me ha
convocado y de la que yo estoy muy
agradecido con Él por haberme
llamado.
Hablar acerca de mi historia
vocacional me hace recordar tantos
detalles que el Señor ha tenido
conmigo, tantas gracias que me ha
regalado en la vida. Desde mi niñez
visitaba la Iglesia católica, pero, nunca
pensé en ser sacerdote, si me gustaba
como los sacerdotes celebraban la
Misa. Agradezco a mis padres que con
gran amor siempre me han inculcado
los buenos caminos que debo tomar,
sin duda alguna son grandes consejos
los que recibo de parte de ellos. He
sido valiente en preguntar a Jesús:
¿Qué quiere de mí?, como diría San
Juan Pablo II: “no tengáis miedo de
entregarte a Él. Bien se sabe que nunca se llega tan
lejos como cuando no sabes hacia donde te diriges y
sólo sabrás lo que quieres después de hacer tu
elección, nada tarda tanto en llegar como lo que nunca
se empieza”.
La idea de la vocación durante mi niñez quizás pudo
ser pequeña, minúscula, ínfima, pero, estoy convencido
que Dios a medida que el tiempo ha
avanzado, la idea ha crecido y ha sido
fortalecida por aquel que me llamó y
también por mi oración y entrega, digo
esto porque le he dedicado tiempo a
esta idea. Fui avanzando poco a poco
en los estudios de primaria y
secundaria, luego que finalicé dichos
estudios quería estudiar medicina o
enfermería, me matriculé en la
universidad UNAN-León, pero,
faltando casi un mes antes de hacer el
examen de admisión, sentí que Dios
me pedía otra cosa, no es que haya
tenido miedo al examen de admisión,
creo que aún no estaba muy claro de lo
que Dios me pedía.
Estuve trabajando en mi comunidad
en la pastoral juvenil, lector de la
palabra y acólito en mi parroquia,
atendí la inquietud que tenía de entrar
al seminario, fui a los encuentros
vocacionales que por un año se hacen
en mi diócesis. Entré al seminario
menor San Luis Gonzaga, el 01de
febrero del 2013, luego pasé a
Managua al año propedéutico y
actualmente curso el segundo año de
filosofía en el Seminario
Interdiocesano Nacional Nuestra Señora de Fátima.
Este año ha sido una experiencia dura, perdí a mi papá
el 20 de mayo. Dedico este pequeño escrito a mi madre
y hermano la razón de mis esfuerzos y a la eterna
memoria de mi padre, muchísimas gracias por todo y a
todos, oren siempre por mi vocación.
M
20. r e v i s t a . s e m i n a r i u m @ g m a i l . c o m Página20
HERNALDO JOSÉ MIRANDA DÍAZ
SEMINARIUM 03(2016)20
Si ustedes (y lo digo de corazón,sin ofendera
nadie) no están dispuestos a seguir esta vía,
con estas actitudes y estas experiencias, es
mejor que tengan la valentía de buscar otro camino»
Fueron las palabras del Papa Francisco a los
seminaristas del colegio Pontificio Leoniano de
Anagni. Pidiendo a los seminarios formar a sus futuros
sacerdotes más que como rector como hermano mayor
en el camino vocacional.
En el transcurso de este semestre y en estos dos
últimos meses para ser más específico, el seminario ha
dispuesto hacer una liga de futbol sala en la que se
enfrentaron seis equipos todos contra todos, para
motivar la convivencia interdisciplinaria en la que
participaron las dos facultades: Filosofía y Teología.
Clasificando dos equipos para la final, quedando como
campeones “Los Indestructibles”, nombre del que hizo
uso este equipo.
Como es tradición de todos los años en el
seminario se realiza una noche cultural por cada
diócesis, han compartido y hecho derroche de cultura
las diócesis de Matagalpa, Jinotega y Juigalpa. En
Agosto tendremos el derroche cultural por arte de los
seminaristas de la diócesis de León que con mucho
ahínco se preparan para ese gran día, su tema versará
sobre “La muerte de Rubén Darío”.
El presbítero Eduardo Carrillo, párroco de
Corinto, compartió con nosotros una tarde de retiro en
la que tomo como base y centro de la charla, la
identidad personal. “la idea de esto es captar la
identidad, saberlo que soy,reconocer quién soy yo, y
que necesito de Dios”.
Es tradición del seminario que en la fiesta de
San Pedro y San Pablo, se ofrezca un paseo a los
seminaristas. Este año se ha tenido a bien visitar unas
de las parroquias de Juigalpa y por petición del
Presbítero César León, párroco de la parroquia San
Carlos Borromeo, ubicada en la cabecera departamental
de Río San Juan fue la primera en esperarnos. Al llegar
nos recibieron de una manera efusiva en la entrada del
pueblo, de donde salimos en procesión hacia la sede
parroquial y seguidamente la santa misa, presidida por
el rector del seminario. Al terminar la santa Misa
salimos en peregrinación sobre el Rio San juan, hasta el
puente Santa Fe acompañados con la imagen de
Nuestra Señora del Carmen.
En horas de la tarde proseguimos nuestro
camino hacia la parroquia San Miguel Arcángel en el
municipio de San Miguelito, en el mismo departamento
de Río San Juan, donde nos esperaba junto con el
pueblo su párroco, el presbítero Aníbal Pérez. Con
mucho amor y cariño prepararon, aparte de la deliciosa
cena, una pequeña y representativa noche cultural en la
que el seminario también presentó un derroche de
cultura.
Después de habernos relajado un poco,
regresamos al seminario y nos enfrentamos como todo
buen estudiante a los exámenes semestrales. Los cuales
terminamos el día 14 de julio para así salir con mucha
alegría a las vacaciones del primer semestre y disfrutar
con nuestras familias una semana de grato compartir.
El regreso de las vacaciones lo hicimos con un
pequeño retiro que impartió Mons. Ismael Serrano. El
tema central fue la recta intención del vacacionado en
el camino formativo hacia el sacerdocio. “La
evangelización, antes de ser anunciación es
irradiación”. “¿Cuándo se sabe que es una recta
intención? Cuando apunto el fin de ser feliz y servir a
los hermanos; el presbiterado es un medio para
alcanzar el fin, no es un fin en sí mismo.”
El día 4 de agosto, fiesta de San Juan María
Vianney, patrono de los sacerdotes, los seminaristas
presentamos un número cultural, por cada curso y un
presente a cada uno de los sacerdotes que en esta casa
nos ayudan en el proceso formativo.
En la segunda semana del mes de agosto
Monseñor Silvio, responsable de los seminarios, estuvo
en nuestro recinto, con el fin de evaluar un poco la
formación que se nos brinda en el seminario y el
trabajo que los formadores están realizando en nuestro
proceso formativo.
«