España tiene una singularidad geográfica debido a su posición en la península ibérica, que la caracteriza casi como una isla, y su posición de encrucijada entre Europa y África. El territorio español incluye la península ibérica, las islas Canarias y Baleares, y las ciudades de Ceuta y Melilla. España tiene una gran diversidad de paisajes, climas y economías regionales debido a factores como su relieve, litología y posición entre los trópicos y Europa.