Este documento describe el sistema circulatorio humano. Explica que está compuesto por el sistema cardiovascular y el sistema linfático. El sistema cardiovascular incluye el corazón, la sangre y los vasos sanguíneos, y es responsable de bombear la sangre rica en oxígeno a los tejidos y recoger los desechos. El sistema linfático drena el exceso de plasma de los tejidos y funciona como un filtro para atrapar bacterias.
2. Sistema Circulatorio.
El aparato circulatorio tiene varias
funciones: sirve para llevar los
alimentos y el oxígeno a las células, y
para recoger los desechos
metabólicos que se han de eliminar
después por los riñones, en la orina,
y por el aire exhalado en los
pulmones, rico en dióxido de
carbono (CO2). De toda esta labor se
encarga la sangre, que está
circulando constantemente.
Además, el aparato circulatorio tiene
otras destacadas funciones:
interviene en las defensas del
organismo, regula la temperatura
corporal, transporta hormonas, etc.
3. Sistema Circulatorio.
El sistema circulatorio es
la suma del sistema
cardiovascular y el
linfático.
SISTEMA CARDIOVASCULAR:
En conjunto, el corazón, la
sangre y los vasos sanguíneos
conforman el sistema
cardiovascular.
SISTEMA LINFÁTICO:
Es una red de órganos, ganglios
linfáticos, conductos y vasos
linfáticos que producen y
transportan linfa desde los
tejidos hasta el torrente
sanguíneo. El sistema linfático es
una parte principal del sistema
inmunitario del cuerpo.
4. Sistema Circulatorio.
(Sistema Cardiovascular).
Distribución: Transporta desde los
pulmones hacia las células
corporales, oxígeno y nutrientes.
Además, conduce los residuos a
puntos de eliminación (riñones) y
traslada hormonas desde las
glándulas a los tejidos diana o blanco
(contienen receptores específicos
para las hormonas).
Protección: Defiende el cuerpo de
infecciones e impide la pérdida de
sangre (coagulación).
Regulación: Distribuye el calor para
mantener la temperatura corporal
(37ºC). También, conserva el pH
normal de los tejidos y regula la
cantidad de fluido en el sistema
circulatorio.
5. Corazón.
Es un órgano muscular hueco,
ubicado en la zona conocida
como mediastino, espacio que
se encuentra en el centro de la
caja torácica hacia el lado
izquierdo, por detrás del
esternón, entre las costillas y los
pulmones. Su función principal
es impulsar sangre a todo el
cuerpo, además de llevar
oxígeno y nutrientes a órganos y
tejidos.
El latido del corazón garantiza
que todas las células del
organismo reciban un suministro
continuo de esos elementos
vitales.
6. Corazón.
Histológicamente en el corazón
se distinguen tres capas de
diferentes tejidos que, del
interior al exterior se denominan
endocardio, miocardio y
pericardio. El endocardio está
formado por un tejido epitelial
de revestimiento que se
continúa con el endotelio del
interior de los vasos sanguíneos.
El miocardio es la capa más
voluminosa, estando constituido
por tejido muscular de un tipo
especial llamado tejido muscular
cardíaco. El pericardio envuelve
al corazón completamente.
7. Corazón.
Como una bomba, el corazón
impulsa la sangre por todo el
organismo, realizando su trabajo en
fases sucesivas. Primero se llenan las
cámaras superiores o aurículas,
luego se contraen, se abren las
válvulas y la sangre entra en las
cavidades inferiores o ventrículos.
Cuando están llenos, los ventrículos
se contraen e impulsan la sangre
hacia las arterias. El corazón late
unas setenta veces por minuto
gracias a su marcapasos natural .
Al final de una vida larga, el corazón
de una persona puede haber latido
más de 3.500 millones de veces.
Cada día, el corazón medio late
100.000 veces, bombeando
aproximadamente 2.000 galones
(7.571 litros) de sangre.
8. Vasos Sanguíneos.
El sistema de canalizaciones
de nuestro cuerpo está
constituido por los vasos
sanguíneos, que según su
diámetro se clasifican en:
arterias, venas y capilares.
Por esta estructura de
conductos grandes y
pequeños, circula la
totalidad de nuestra sangre
una y otra vez.
9. Arterias.
Son tubos que parten del
corazón y se ramifican como lo
hace el tronco de un árbol.
Tienen paredes gruesas y
resistentes formadas por tres
capas: una interna o endotelial,
una media con fibras
musculares y elásticas, y una
externa de fibras conjuntivas.
Llevan sangre rica en oxígeno,
y según la forma que adopten,
o hueso y órgano junto al cual
corran, reciben diferentes
denominaciones, tales como
humeral, renal o coronaria,
entre otras.
10. Venas.
Una vez que la sangre ha
descargado el oxígeno y
recogido el anhídrido carbónico,
este fluido emprende el viaje de
regreso hacia el corazón y los
pulmones a través de las venas.
Estos conductos constan de dos
capas, una endotelial y otra
formada por fibras elásticas,
musculares y conjuntivas. A
diferencia de las arterias, sus
paredes son menos elásticas, y
cada cierta distancia poseen
válvulas que impiden que la
sangre descienda por su propio
peso.
11. Capilares.
Los vasos sanguíneos se hacen cada
vez más finos a medida que se van
ramificando en el cuerpo. Formados
por una sola capa de células, la
endotelial, esta red, por su extrema
delgadez, facilita su función de
intercambio gaseoso entre la sangre y
los tejidos o entre la sangre y el aire
que ha penetrado en los pulmones.
En la entrada de estos pequeños
tejidos hay unas franjas que se
distienden o contraen para permitir o
impedir el paso de la sangre. En todo
el cuerpo se estima que hay más de 60
mil kilómetros de ellos, siendo el
punto más lejano del viaje que hace la
sangre, y el lugar de
aprovisionamiento de todos los
tejidos y órganos, porque cada una de
las células del cuerpo está a menos de
0,2 milímetro de un capilar.
12. Sangre.
La sangre es tejido vivo
formado por líquidos y
sólidos. La parte líquida,
llamada plasma, contiene
agua, sales y proteínas. Más
de la mitad de la sangre es
plasma. La parte sólida de la
sangre contiene glóbulos
rojos, glóbulos blancos y
plaquetas.
13. Sangre.
Los glóbulos rojos transportan el
oxígeno desde los pulmones
hasta los tejidos y órganos. Los
glóbulos blancos combaten las
infecciones y forman parte del
sistema inmunológico que actúa
como defensa del cuerpo. Las
plaquetas ayudan a que la
sangre coagule cuando usted se
lastima. La médula ósea, el
material esponjoso dentro de los
huesos, produce las células
sanguíneas nuevas. Estas
mueren constantemente y el
organismo desarrolla otras
nuevas. Los glóbulos rojos viven
aproximadamente 120 días, las
plaquetas 6 días y los glóbulos
blancos menos de un día.
14. Sangre.
Reparte a todo el cuerpo los
nutrientes necesarios para el
desarrollo de la vida.
Transporta miles de moléculas
de hormonas y proteínas,
esenciales para que el
organismo funcione bien.
Retira de los tejidos los
desechos compuestos por
dióxido de carbono y restos de
nitrógeno.
Capta moléculas de oxígeno
enlos pulmones y las conduce a
cada célula del cuerpo.
15. Sangre.
Regula la temperatura corporal,
pues distribuye calor, logrando
mantener un promedio de 37 ºC.
Cuando se presenta un cambio
brusco de temperatura, los
capilares (vasos sanguíneos que
unen las arterias con las venas),
actúan de inmediato para
regularla.
Protege al organismo de agentes
patógenos y enfermedades. La
sangre también tiene una
función inmunitaria o defensiva;
los glóbulos blancos o leucocitos
atacan cualquier elemento
extraño que ingrese al cuerpo.
16. Linfa.
Existe un tejido, cuya función
tiene directa relación con el
torrente sanguíneo, denominado
linfa; es más abundante que la
sangre y también recorre el
cuerpo humano transportando
moléculas. Contiene gran
cantidad de leucocitos (glóbulos
blancos) y es el mayor conducto
de transporte de estas células,
las que poseen la función de
defender al organismo ante
cualquier agente patógeno.
17. Linfa.
La linfa se compone de un
líquido claro, pobre en
proteínas y muy rico en
lípidos. Es considerada
como un fluido
complementario a la
sangre y, además, es el
principal componente del
sistema linfático.
18. Linfa.
Sus funciones más importantes
son: recolectar y retornar el
líquido intersticial (líquido
contenido entre las células) a
la sangre, defender al
organismo de las infecciones y
absorber los nutrientes de los
alimentos, para luego
trasladarlos con oxígeno a los
sectores donde no existen
vasos capilares.
19. Sistema Circulatorio.
(Sistema Linfático)
Es el encargado de drenar
el plasma excedente
generado a partir de los
procesos de intercambio
celular. Del mismo modo
este sistema funciona
como un verdadero filtro
para atrapar bacterias y
residuos del organismo.
20. Sistema Circulatorio.
(Sistema Linfático)
La sangre transporta oxígeno y
sustancias nutritivas a las células y
recoge los productos de desecho,
como el dióxido de carbono. Pero
como no todo el plasma (la parte
líquida de la sangre) involucrado en
estos intercambios se reabsorbe por
la circulación general, el que queda
en los espacios existentes entre las
células es drenado por el sistema
linfático junto con otros elementos,
como residuos celulares, grasas y
proteínas. Por esta razón, se dice
que el sistema linfático es la segunda
máquina de transporte y drenaje de
los sistemas celulares, participando
también de una parte del sistema de
defensa del organismo.
21. Sistema Circulatorio.
(Sistema Linfático)
Los vasos linfáticos pequeños se
unen entre sí para formar canales
mayores que van al cuello y
desembocan en las venas grandes.
Los nódulos linfáticos se hallan en
lugares estratégicos a lo largo de los
vasos linfáticos de tamaño medio, y
se encuentran en la rodilla, el codo,
la axila, la ingle, el cuello, el
abdomen y el pecho. Su función es la
de actuar como filtros para atrapar a
las bacterias y otros residuos.
Parte importante del sistema
linfático lo constituyen el bazo, el
timo y los ganglios linfáticos. El
primero de ellos está implicado en la
eliminación de células, y el segundo
es necesario para obtener una
inmunidad normal.
22. Tipos de Circulación.
El lado derecho del corazón
bombea sangre carente de
oxígeno, procedente de los
tejidos, hacia los pulmones,
donde se oxigena. El lado
izquierdo, en tanto, recibe la
sangre oxigenada desde los
pulmones y la impulsa a través
de las arterias a todos los tejidos
del organismo. Es por ello que se
habla de dos tipos de circulación:
la menor o pulmonar, y la
sistemática o mayor.
23. Tipos de Circulación.
(Circulación Menor).
En la circulación menor o
pulmonar, la sangre procedente
de todo el organismo llega a la
aurícula derecha a través de dos
venas principales: la cava
superior y la cava inferior.
Cuando la aurícula se contrae,
impulsa la sangre a través de un
orificio hacia el ventrículo
derecho. La contracción de este
ventrículo conduce la sangre
hacia los pulmones. En esta
etapa, una válvula denominada
tricúspide evita el reflujo de
sangre hacia la aurícula, ya que
se cierra por completo durante
la contracción del ventrículo
derecho.
24. Tipos de Circulación.
(Circulación Mayor).
En su recorrido por los pulmones, la
sangre se satura de oxígeno -el que
se obtiene cuando inhalamos al
respirar-, para regresar luego al
corazón por medio de las cuatro
venas pulmonares, que desembocan
en la aurícula izquierda. Es aquí
cuando se inicia lo que se denomina
circulación mayor, mediante la cual
la sangre oxigenada proveniente de
los pulmones pasa a la aurícula
izquierda (como dijimos, a través de
las venas pulmonares), desde allí,
pasando por la válvula mitral, al
ventrículo izquierdo y luego a la
aorta, desde donde, a partir de
sucesivas ramificaciones, llega a
cada uno de los rincones de nuestro
organismo.
26. Hipertensión.
La hipertensión, también conocida
como tensión arterial alta o elevada,
es un trastorno en que los vasos
sanguíneos tienen una tensión
persistentemente alta. Los vasos
sanguíneos llevan la sangre desde el
corazón a todas las partes del
cuerpo. Cada vez que el corazón
late, bombea sangre a los vasos. La
tensión arterial es la fuerza que
ejerce la sangre contra las paredes
de los vasos (arterias) al ser
bombeada por el corazón. Cuanto
más alta es la tensión, más esfuerzo
tiene que realizar el corazón para
bombear.
27. Hipertensión.
La tensión arterial normal en
adultos es de 120 mm Hg1
cuando el corazón late
(tensión sistólica) y de 80
mm Hg cuando el corazón
se relaja (tensión diastólica).
Cuando la tensión sistólica
es igual o superior a 140 mm
Hg y/o la tensión diastólica
es igual o superior a 90 mm
Hg, la tensión arterial se
considera alta o elevada.
28. Hipertensión.
En ocasiones, la
hipertensión causa síntomas
como dolor de cabeza,
dificultad respiratoria,
vértigos, dolor torácico,
palpitaciones del corazón y
hemorragias nasales. Con
todo, la mayoría de los
hipertensos no presentan
síntoma alguno.
29. Hipertensión.
A nivel mundial, uno de cada tres
adultos tiene la tensión arterial
elevada, a trastorno que causa
aproximadamente la mitad de todas
las defunciones por accidente
cerebrovascular o cardiopatía. Se
considera que ese problema fue la
causa directa de 7,5 millones de
defunciones en 2004, lo que
representa casi el 13% de la
mortalidad mundial.
En casi todos los países de ingresos
altos, el diagnóstico y tratamiento
generalizado de esas personas con
medicamentos de bajo costo ha
propiciado una extraordinaria
reducción de la tensión arterial
media en todas las poblaciones, lo
que ha contribuido a reducir la
mortalidad por enfermedades del
corazón.
30. Hipertensión.
Cuanto más alta es la tensión
arterial, mayor es el riego de daño al
corazón y a los vasos sanguíneos de
órganos principales como el cerebro
y los riñones.
Si no se controla, la hipertensión
puede provocar un infarto de
miocardio, un ensanchamiento del
corazón y, a la larga, una
insuficiencia cardiaca. Los vasos
sanguíneos pueden desarrollar
protuberancias (aneurismas) y zonas
débiles que los hacen más
susceptibles de obstruirse y
romperse. La tensión arterial puede
ocasionar que la sangre se filtre en el
cerebro y provocar un accidente
cerebrovascular. La hipertensión
también puede provocar deficiencia
renal, ceguera y deterioro cognitivo.
31. Hipertensión.
Las consecuencias de la
hipertensión para la salud se
pueden agravar por otros
factores que aumentan las
probabilidades de sufrir un
infarto de miocardio, un
accidente cerebrovascular o
insuficiencia renal. Entre ellos
cabe citar el consumo de tabaco,
una dieta poco saludable, el uso
nocivo del alcohol, la inactividad
física y la exposición a un estrés
permanente, así como la
obesidad, el colesterol alto y la
diabetes mellitus.
32. Síntomas.
La mayor parte del tiempo, no hay
síntomas. En la mayoría de los
pacientes, la hipertensión arterial se
detecta cuando van al médico o se la
hacen medir en otra parte.
Debido a que no hay ningún
síntoma, las personas pueden sufrir
cardiopatía y problemas renales sin
saber que tienen hipertensión
arterial.
La hipertensión maligna es una
forma peligrosa de presión arterial
muy alta. Los síntomas abarcan:
Dolor de cabeza fuerte
Náuseas o vómitos
Confusión
Cambios en la visión
Sangrado nasal
33. ¿Cómo afecta al cerebro?
Cuando las arterias se vuelven
rígidas y estrechas, el riego
sanguíneo resulta insuficiente
y provoca la aparición de
infartos cerebrales (ictus o
accidente vascular cerebral
isquémico). La elevación de la
presión arterial también puede
causar la rotura de una arteria
y ocasionar una hemorragia
cerebral (ictus o accidente
vascular cerebral
hemorrágico).
34. ¿Cómo afecta a los riñones?
La hipertensión causa
rigidez en las arterias que
suministran la sangre a los
riñones. Pero también
perjudica al propio riñón, lo
que puede desembocar en
una insuficiencia renal que
incluso requiera diálisis. Por
otro lado, si el riñón resulta
dañado se puede producir
un aumento de la presión
arterial.
35. ¿Cómo afecta a otros órganos?
Si afecta a las arterias de
las piernas causa dolor al
caminar.
Si daña las arterias de la
retina provoca
alteraciones en la visión.
En los hombres puede ser
causa de impotencia.
36. Riesgos en caso de no controlarla.
Sangrado de la aorta, el
vaso sanguíneo grande que
irriga el abdomen, la pelvis y
las piernas.
Enfermedad renal crónica.
Ataque al corazón e
insuficiencia cardíaca.
Riego sanguíneo deficiente
a las piernas
Problemas con la visión
Accidente cerebrovascular
37. Hipertensión en niños.
En los últimos años se ha
producido un incremento de la
obesidad infantil y un aumento
alarmante del numero de niños
hipertensos. De allí que se
extreme el cuidado de los hijos
para evitar su aparición. Dieta
equilibrada, ejercicio y control de
la presión arterial son vitales.
Para realizar una medición
correcta de la presión arterial en
la edad pediátrica, es necesario
utilizar manguitos de un tamaño
adecuado al brazo del niño. Por
ese motivo existen modelos
apropiados para medirla a
cualquier edad.
38. Hipertensión en mujeres.
Las mujeres habitualmente
presentan valores de presión arterial
sistólica inferiores a los de los
hombres. Sin embargo, la presión
arterial sistólica aumenta con la
edad de una forma mas pronunciada
en la mujer: por encima de 60 años
las mujeres presentan cifras de
presión arterial superiores,
incrementando la frecuencia de
hipertensión es estas edades.
Además los anticonceptivos orales
producen una elevación leve de la
presión arterial en la mayor parte de
las mujeres y pueden ser causa de
hipertensión en una proporción
pequeña. Lo mismo sucede con el
tratamiento hormonal sustitutivo.
39. Hipertensión y embarazo.
Los trastornos hipertensivos del
embarazo continúan siendo una
causa importante de problemas
durante la gestación que ocasionan
enfermedades en el feto y durante el
periodo neonatal. Normalmente, la
presión arterial disminuye en el
segundo trimestre y en el tercer
trimestre, las cifras suelen volver a
los valores previos al embarazo.
Estas modificaciones pueden
aumentar en algunos caso y ser
causas de complicaciones, por lo que
resulta de extraordinaria
importancia el control de las cifras
de presión arterial durante esta
etapa.
40. Hipertensión en ancianos.
Como la presión arterial sistólica
se eleva con la edad, se ha
considerado durante mucho
tiempo que es normal que en
edades avanzadas se tenga la
presión elevada. Actualmente se
conoce que las cifras de presión
arterial se recomienda que
deben de mantenerse dentro de
rangos normales a todas las
edades para disminuir el riesgo
de complicaciones
cardiovasculares, sin embargo
en pacientes más ancianos
podemos tener una presión
hasta 150 mmHg, valorándose
individualmente.
41. Tratamiento.
Consumir una alimentación
cardiosaludable, que incluya potasio y
fibra.
Tomar mucha agua.
Hacer ejercicio con regularidad, al menos
30 minutos de ejercicio aeróbico por día.
Si fuma, dejar de hacerlo. Reducir la
cantidad de alcohol que toma a 1 trago al
día para las mujeres y 2 para los
hombres.
Reducir la cantidad de sodio (sal) que
consume; procure consumir menos de
1,500 mg por día.
Reducir el estrés. Trate de evitar factores
que le causen estrés y pruebe con
meditación o yoga para des estresarse.
Mantener un peso corporal saludable.
Tratamiento farmacológico
42. Prevención.
A algunas personas les basta con
modificar su modo de vida para
controlar la tensión arterial, como
abandonar el consumo de tabaco,
adoptar una dieta saludable, hacer
ejercicio con asiduidad y evitar el uso
nocivo del alcohol. La reducción de
la ingesta de sal también puede
ayudar. A otras personas, estos
cambios les resultan insuficientes y
necesitan tomar medicamentos con
prescripción médica.
Todos podemos adoptar cinco
medidas para minimizar las
probabilidades de padecer
hipertensión y sus consecuencias
adversas.
43. Prevención.
Dieta saludable.
Evitar el uso nocivo del alcohol,
esto es, limitar su ingesta a no
más de una bebida estándar al
día.
Actividad física.
Abandonar el consumo de
tabaco y la exposición a los
productos de tabaco.
Gestionar el estrés de una forma
saludable, por ejemplo mediante
meditación, ejercicio físico
adecuado y relaciones sociales
positivas.
44. ¿Cómo se mide?
La presión arterial se mide mediante
unos aparatos llamados
esfigmomanómetros, popularmente
conocidos como tensiómetros, que
deben someterse a las validaciones y
homologaciones reglamentarias.
Para que la medida obtenida sea
correcta debes seguir una serie de
indicaciones:
Como la presión arterial cambia a lo
largo del día y de la noche, haz la
medición siempre a la misma hora.
Busca una habitación tranquila, sin
ruidos ni interrupciones, con una
temperatura de 20-25º C.
Debes estar relajado. No beber,
comer, fumar ni hacer ejercicio físico
la media hora anterior.
45. ¿Cómo se mide?
Reposa 5 minutos antes de la toma.
Siéntate cómodamente con la
espalda apoyada en el respaldo de la
silla, no cruces las piernas y quítate
la ropa que pueda oprimirte el
brazo.
Si el tensiómetro es de brazo, coloca
el manguito dos o tres centímetros
por encima del codo. Deja la palma
de la mano boca arriba y el codo
ligeramente flexionado a la altura
del corazón.
Si el tensiómetro es de muñeca, pon
la muñequera a la altura del corazón.
No hables durante la medición.
Realiza dos mediciones separadas al
menos dos minutos y quédate con el
resultado de la media de ambas.
Apunta los valores obtenidos para
informar a tu médico.
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Hipertensión Arterial. MedlinePlus. Recuperado el 08/06/15 desde:
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Referencias.