El documento describe el sistema inmunitario. Resume que el sistema inmunitario defiende al organismo de sustancias extrañas como microorganismos, células cancerosas y órganos trasplantados. Describe los componentes del sistema inmunitario incluyendo glóbulos blancos como macrófagos, neutrófilos, eosinófilos y basófilos; así como órganos linfáticos, anticuerpos y moléculas como las citocinas. Explica que la inmunidad innata proporciona la primera línea de
Los linfocitos son un tipo de leucocitos o glóbulos blancos que se originan en la medula ósea y están presentes en la sangre y los vasos linfáticos tomando un papel muy importante en la resistencia y defensa inmunitaria del organismo contra enfermedades infecciosas causadas por agentes extraños (patógenos) externos, responsables de la destrucción y eliminación de microorganismos infecciosos como bacterias y virus.
RESUMEN
El cuerpo humano a lo largo de la vida está expuesto a un sinnúmero de agentes patógenos, por lo que el organismo debe actuar de manera cautelosa en contra de estos microorganismos. El encargado de velar la seguridad y mantener el equilibro en el individuo se lo denomina sistema inmunológico, este es una red de células, tejidos y órganos que se encargan de la protección y la homeostasis del individuo.
Este sistema trabaja dando respuestas ya sean innatas o adquiridas dentro un tiempo establecido, y entre las principales células que pertenecen a este sistema se encuentra los linfocitos, los cuales son células específicas que corresponden a la inmunidad adaptativa y pueden destruir tanto microbios intracelulares gracias a las células T y extracelulares gracias a las células B.
Las células T originarias de la medula ósea como la mayoría de las células inmunitarias se encargan de la destrucción de las células infectadas y de la producción de mediadores solubles denominada citocinas que se van a encargar de activar a otras células del sistema inmune, como los linfocitos B y a los macrófagos para que cooperen en la ejecución de agentes patógenos.
Los linfocitos T se subdividen en linfocitos cooperadores y citotóxicos, los cuales cumplen funciones específicas en la respuesta inmunitarias las cuales se tratarán en el presente artículo. La carencia y deficiencia de las células T provoca que el cuerpo humano se encuentre desprotegido y este expuesto a cualquier patología, sin embargo existen inmunodeficiencias las cuales están ligadas a la deficiencia de esta células ,las cuales generalmente son genéticas y al no ser detectadas a tiempo pueden causar la muerte.
Los linfocitos son un tipo de leucocitos o glóbulos blancos que se originan en la medula ósea y están presentes en la sangre y los vasos linfáticos tomando un papel muy importante en la resistencia y defensa inmunitaria del organismo contra enfermedades infecciosas causadas por agentes extraños (patógenos) externos, responsables de la destrucción y eliminación de microorganismos infecciosos como bacterias y virus.
RESUMEN
El cuerpo humano a lo largo de la vida está expuesto a un sinnúmero de agentes patógenos, por lo que el organismo debe actuar de manera cautelosa en contra de estos microorganismos. El encargado de velar la seguridad y mantener el equilibro en el individuo se lo denomina sistema inmunológico, este es una red de células, tejidos y órganos que se encargan de la protección y la homeostasis del individuo.
Este sistema trabaja dando respuestas ya sean innatas o adquiridas dentro un tiempo establecido, y entre las principales células que pertenecen a este sistema se encuentra los linfocitos, los cuales son células específicas que corresponden a la inmunidad adaptativa y pueden destruir tanto microbios intracelulares gracias a las células T y extracelulares gracias a las células B.
Las células T originarias de la medula ósea como la mayoría de las células inmunitarias se encargan de la destrucción de las células infectadas y de la producción de mediadores solubles denominada citocinas que se van a encargar de activar a otras células del sistema inmune, como los linfocitos B y a los macrófagos para que cooperen en la ejecución de agentes patógenos.
Los linfocitos T se subdividen en linfocitos cooperadores y citotóxicos, los cuales cumplen funciones específicas en la respuesta inmunitarias las cuales se tratarán en el presente artículo. La carencia y deficiencia de las células T provoca que el cuerpo humano se encuentre desprotegido y este expuesto a cualquier patología, sin embargo existen inmunodeficiencias las cuales están ligadas a la deficiencia de esta células ,las cuales generalmente son genéticas y al no ser detectadas a tiempo pueden causar la muerte.
La Estrategia de Atención Integrada a las Enfermedades Prevalentes de la Infancia (AIEPI) ha tenido como objetivo central, tratar la salud del niño y niña de una manera integral, sin olvidarse de todas las necesidades alrededor de su familia y su comunidad, y no solo enfocarse en las enfermedades que padecen. Ha sido una herramienta dirigida al personal del primer nivel de atención para el logro de una salud más equitativa entre los niños de las Américas.
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descripción detallada sobre ureteroscopio la historia mas relevannte , el avance tecnológico , el tipo de técnicas , el manejo , tipo de complicaciones Procedimiento durante el cual se usa un ureteroscopio para observar el interior del uréter (tubo que conecta la vejiga con el riñón) y la pelvis renal (parte del riñón donde se acumula la orina y se dirige hacia el uréter). El ureteroscopio es un instrumento delgado en forma de tubo con una luz y una lente para observar. En ocasiones también tiene una herramienta para extraer tejido que se observa al microscopio para determinar si hay signos de enfermedad. Durante el procedimiento, se hace pasar el ureteroscopio a través de la uretra hacia la vejiga, y luego por el uréter hasta la pelvis renal. La uroteroscopia se usa para encontrar cáncer o bultos anormales en el uréter o la pelvis renal, y para tratar cálculos en los riñones o en el uréter.Una ureteroscopia es un procedimiento en el que se usa un ureteroscopio (instrumento delgado en forma de tubo con una luz y una lente para observar) para ver el interior del uréter y la pelvis renal, y verificar si hay áreas anormales. El ureteroscopio se inserta a través de la uretra hacia la vejiga, el uréter y la pelvis renal.Una vez que esté bajo los efectos de la anestesia, el médico introduce un instrumento similar a un telescopio, llamado ureteroscopio, a través de la abertura de las vías urinarias y hacia la vejiga; esto significa que no se realizan cortes quirúrgicos ni incisiones. El médico usa el endoscopio para analizar las vías urinarias, incluidos los riñones, los uréteres y la vejiga, y luego localiza el cálculo renal y lo rompe usando energía láser o retira el cálculo con un dispositivo similar a una cesta.Náuseas y vómitos ocasionales.
Dolor en los riñones, el abdomen, la espalda y a los lados del cuerpo en las primeras 24 a 48 horas. Pain may increase when you urinate. Tome los medicamentos según lo prescriba el médico.
Sangre en la orina. El color puede variar de rosa claro a rojizo y, a veces incluso puede tener un tono marrón, pero usted debería ser capaz de ver a través de ella
. (Los medicamentos que alivian la sensación de ardor durante la orina a veces pueden hacer que su color cambie a naranja o azul). Si el sangrado aumenta considerablemente, llame a su médico de inmediato o acuda al servicio de urgencias para que lo examinen.
Una sensación de saciedad y una constante necesidad de orinar (tenesmo vesical y polaquiuria).
Una sensación de quemazón al orinar o moverse.
Espasmos musculares en la vejiga.Desde la aplicación del primer cistoscopio
en 1876 por Max Nitze hasta la actualidad, los
avances en la tecnología óptica, las mejoras técnicas
y los nuevos diseños de endoscopios han permitido
la visualización completa del árbol urinario. Aunque
se atribuye a Young en 1912 la primera exploración
endoscópica del uréter (2), esta no fue realizada ru-
tinariamente hasta 1977-79 por Goodman (3) y por
Lyon (4). Las técnicas iniciales de Lyon
En el marco de la Sexta Cumbre Ministerial Mundial sobre Seguridad del Paciente celebrada en Santiago de Chile en el mes de abril de 2024 se ha dado a conocer la primera Carta de Derechos de Seguridad de Paciente, a nivel mundial, a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los objetivos del nuevo documento pasan por los siguientes aspectos clave: afirmar la seguridad del paciente como un derecho fundamental del paciente, para todos, en todas partes; identificar los derechos clave de seguridad del paciente que los trabajadores de salud y los líderes sanitarios deben defender para planificar, diseñar y prestar servicios de salud seguros; promover una cultura de seguridad, equidad, transparencia y rendición de cuentas dentro de los sistemas de salud; empoderar a los pacientes para que participen activamente en su propia atención como socios y para hacer valer su derecho a una atención segura; apoyar el desarrollo e implementación de políticas, procedimientos y mejores prácticas que fortalezcan la seguridad del paciente; y reconocer la seguridad del paciente como un componente integral del derecho a la salud; proporcionar orientación sobre la interacción entre el paciente y el sistema de salud en todo el espectro de servicios de salud, incluidos los cuidados de promoción, protección, prevención, curación, rehabilitación y paliativos; reconocer la importancia de involucrar y empoderar a las familias y los cuidadores en los procesos de atención médica y los sistemas de salud a nivel nacional, subnacional y comunitario.
Y ello porque la seguridad del paciente responde al primer principio fundamental de la atención sanitaria: “No hacer daño” (Primum non nocere). Y esto enlaza con la importancia de la prevención cuaternaria, pues cabe no olvidar que uno de los principales agentes de daño somos los propios profesionales sanitarios, por lo que hay que prevenirse del exceso de diagnóstico, tratamiento y prevención sanitaria.
Compartimos el documento abajo, estos son los 10 derechos fundamentales de seguridad del paciente descritos en la Carta:
1. Atención oportuna, eficaz y adecuada
2. Procesos y prácticas seguras de atención de salud
3. Trabajadores de salud calificados y competentes
4. Productos médicos seguros y su uso seguro y racional
5. Instalaciones de atención médica seguras y protegidas
6. Dignidad, respeto, no discriminación, privacidad y confidencialidad
7. Información, educación y toma de decisiones apoyada
8. Acceder a registros médicos
9. Ser escuchado y resolución justa
10. Compromiso del paciente y la familia
Que así sea. Y el compromiso pase del escrito a la realidad.
2. Introducción
El sistema inmunitario defiende al
organismo frente a la invasión de
sustancias extrañas o peligrosas. Tales
invasores pueden ser:
• Microorganismos (comúnmente
llamados gérmenes, como las bacterias,
los virus y los hongos).
• Parásitos (como los gusanos).
• Células cancerosas.
• Órganos y tejidos trasplantados.
4. Son cualquier sustancias que el sistema
inmunitario pueda detectar y que induce
una respuesta inmunitaria. Si los antígenos
se perciben como peligrosos (por ejemplo,
si pueden causar una enfermedad), pueden
estimular una respuesta inmunitaria del
organismo. Los antígenos pueden ser
partes del interior o del exterior de
bacterias, virus, otros microorganismos,
parásitos o de células cancerosas.
6. Una respuesta inmunitaria normal consiste en:
• Reconocimiento de un antígeno extraño al
organismo potencialmente dañino.
• Activación y movilización de fuerzas para
defenderse de él.
• Atacarlo.
• Controlar y finalizar el ataque.
Cuando el sistema inmunitario no funciona de forma adecuada, de
modo que confunde lo propio con lo extraño, puede atacar a tejidos
del propio organismo y causar algún trastorno autoinmunitario.
8. El organismo genera una
respuesta inmunitaria
contra sí mismo (trastorno
autoinmunitario).
El organismo no puede
generar una respuesta
inmunitaria apropiada contra
los microorganismos que lo
invaden (inmunodeficiencia).
El organismo genera una respuesta
inmunitaria excesiva contra antígenos
extraños generalmente inofensivos y
daña los tejidos sanos (una reacción
alérgica).
10. Los anticuerpos
Son proteínas producidas por los glóbulos blancos denominados células B (un tipo de
linfocitos) que se unen con firmeza al antígeno de un invasor, al que marcan para atacarlo o
neutralizarlo directamente.
11. Son cualquier sustancia que el sistema inmunitario pueda detectar y que induce una respuesta
inmunitaria.
Los antígenos
12. Los basófilos
Son glóbulos blancos que liberan histamina (una sustancia involucrada en las reacciones
alérgicas) y que producen sustancias que atraen a otros glóbulos blancos (neutrófilos y
eosinófilos) a la zona conflictiva.
13. La quimiotaxis
Es el proceso mediante el cual una sustancia química atrae a las células hacia un lugar
determinado.
14. Derivan de los glóbulos blancos. Residen en los tejidos y ayudan a los linfocitos T a detectar
antígenos extraños.
Las células
dendríticas
15. Los linfocitos T
cooperadores (colaboradores)
Son glóbulos blancos que ayudan a los linfocitos B a producir anticuerpos contra los
antígenos extraños, ayudan a activar los linfocitos T citotóxicos y estimulan a los macrófagos,
de modo que puedan ingerir las células infectadas o anómalas con más eficacia.
16. Los antígenos leucocitarios
humanos (HLA)
Son un grupo de moléculas de identificación situados en la superficie de todas las células de
una persona, combinadas de forma única en cada individuo, de modo que el organismo pueda
diferenciar lo propio de lo ajeno. Este grupo de moléculas de identificación también se
denomina complejo principal de histocompatibilidad
17. El sistema linfático
Es una red de ganglios linfáticos conectados por vasos linfáticos que ayuda al cuerpo a
transportar los microorganismos y las células muertas o dañadas para ser filtradas y
destruidas. Las respuestas inmunitarias adquiridas se inician en los ganglios linfáticos.
18. Los linfocitos
Son un tipo de glóbulos blancos (leucocitos) responsable de la inmunidad adquirida
(específica), lo que incluye la producción de anticuerpos (por los linfocitos B), la
diferenciación entre lo propio y lo ajeno (por los linfocitos T) y la destrucción de las células
infectadas y de las cancerosas (linfocitos T citotóxicos).
20. La primera línea de defensa frente a los invasores son las barreras mecánicas o físicas:
• Piel
• Córnea ocular
• Membranas que recubren las vías respiratorias, digestivas, urinarias y reproductoras
Mientras estas barreras permanezcan intactas, pocos invasores pueden penetrar en el organismo.
Si se rompe una de estas barreras, por ejemplo, porque una quemadura extensa daña la piel, el
riesgo de infección aumenta.
Barreras físicas
21. La siguiente línea de defensa está formada por glóbulos blancos (leucocitos) que se desplazan por
el torrente circulatorio y penetran en los tejidos con el objetivo de detectar y atacar a
microorganismos y a otros invasores.
• Inmunidad innata (natural)
• Inmunidad adquirida (adaptativa o específica)
Glóbulos blancos
(leucocitos)
22. La inmunidad innata y la inmunidad adquirida interaccionan entre sí, influyendo la una en la otra
directamente o mediante moléculas que atraen o que activan a otras células del sistema
inmunitario, dentro de la fase de movilización de las defensas. Estas moléculas son
• Las citocinas (que son las mensajeras del sistema inmunitario).
• Anticuerpos
• Las proteínas del complemento (que forman el sistema del complemento)
• Estas sustancias no están contenidas en células, sino disueltas en un líquido orgánico, como el
plasma (la parte líquida de la sangre).
Algunas de estas moléculas, incluidas ciertas citocinas, promueven la inflamación.
Los anticuerpos y proteínas
del complemento
23. Los órganos linfáticos primarios son aquellos en los que se producen y/o multiplican los glóbulos
blancos:
• La médula ósea produce todos los tipos de glóbulos blancos (leucocitos), incluidos los neutrófilos, los
eosinófilos, los basófilos, los monocitos, los linfocitos B y las células que se convierten en linfocitos T
(precursoras de linfocitos T).
• En el timo, los linfocitos T se multiplican y se preparan para detectar antígenos extraños y dejar de
lado los antígenos propios del organismo Los linfocitos T son fundamentales en la inmunidad
adquirida.
Cuando son necesarios para defender al organismo, los glóbulos blancos se movilizan, sobre todo, desde
la médula ósea.
Los órganos linfáticos secundarios son
• Bazo
• Ganglios linfáticos
• Amígdalas
• Apéndice
• Placas de Peyer en el intestino delgado
Estos órganos atrapan los microorganismos y otras sustancias extrañas y ofrecen un lugar para que las
células maduras del sistema inmunitario se acumulen, interaccionen entre sí y con sustancias extrañas y
generen una respuesta inmunitaria específica.
Órganos linfáticos
25. Para ser capaz de destruir a los invasores, el sistema inmunitario primero debe reconocerlos. Es
decir, el sistema inmunitario debe poder distinguir lo que no es propio (extraño) de lo que es
propio. Esta distinción es posible gracias a las moléculas de identificación presentes (antígenos)
en la superficie de todas las células. Se reconoce a los microrganismos porque las moléculas de
identificación de su superficie son extrañas.
• En los seres humanos, las moléculas de autoidentificación más importantes se denominan
Antígenos leucocitarios humanos o complejo principal de histocompatibilidad.
Reconocimiento
Los antígenos HLA se denominan antígenos porque,
cuando se trasplantan, como en un injerto de riñón o de
piel, pueden provocar una respuesta inmunitaria en otra
persona (normalmente, estas moléculas no provocan
respuestas inmunitarias en las personas que las tienen)
26. Algunos glóbulos blancos (leucocitos), los linfocitos B (células B), reconocen a los invasores
directamente. Pero otros, los linfocitos T (células T), necesitan la ayuda de unas células denominadas
células presentadoras de antígenos:
•las células presentadoras de antígenos ingieren a un invasor y lo dividen en fragmentos.
•A continuación la célula presentadora de antígenos combina fragmentos de antígeno del invasor con
las propias moléculas HLA de la célula.
•Esta combinación de fragmentos de antígeno y de antígenos HLA se desplaza a la superficie celular.
•Una célula T con su receptor correspondiente en la superficie se puede unir a una parte de la
molécula HLA que presenta el fragmento de antígeno, como una llave que encaja en una cerradura.
•Posteriormente, el linfocito T se activa y puede comenzar a combatir a los invasores que poseen ese
antígeno.
27. Los glóbulos blancos (leucocitos) se activan cuando detectan a los invasores. Por ejemplo, cuando
la célula presentadora de antígenos presenta a un linfocito T fragmentos de antígeno unidos al
HLA, este linfocito T se une a los fragmentos y se activa. Los linfocitos B pueden ser activados
directamente por los invasores. Una vez activados, los glóbulos blancos ingieren a los invasores,
los destruyen o ambas cosas. Por lo general, para destruir a un invasor se necesita más de un tipo
de glóbulos blancos.
Activación y movilización
28. La respuesta inmunitaria debe estar regulada para evitar que dañe al organismo, como ocurre en
los trastornos autoinmunitarios. Los linfocitos T reguladores (linfocitos T supresores) ayudan a
controlar la respuesta inmunitaria segregando citocinas (mensajeras químicas del sistema
inmunitario) que inhiben la respuesta inmunitaria. Estas células evitan que la respuesta
inmunitaria continúe de forma indefinida.
Regulación
29. La resolución comprende el confinamiento del invasor y su eliminación del organismo. Después de
que los invasores han sido eliminados, la mayoría de los glóbulos blancos se autodestruyen y son
digeridos; los que se salvan se denominan células de memoria (linfocitos de memoria). El
organismo retiene las células de memoria, que forman parte de la inmunidad adquirida, para
reconocer a invasores específicos y responder a ellos con mayor energía en el próximo encuentro.
Resolución
31. La inmunidad innata (natural) se denomina así porque es congénita y no necesita del aprendizaje
que se obtiene tras entrar en contacto con un invasor. Por lo tanto, proporciona una respuesta
inmediata a los invasores. Sin embargo, los componentes de este tipo de inmunidad tratan a todos
los invasores de la misma forma. Reconocen solo un número limitado de moléculas de
identificación (antígenos) en los invasores, aunque estos antígenos están presentes en muchos
invasores diferentes.
Los glóbulos blancos que intervienen en la inmunidad innata son
• Monocitos (que se desarrollan en macrófagos)
• Neutrófilos
• Eosinófilos
• Basófilos
• Células NK (linfocitos citolíticos naturales)
Otros participantes que intervienen en la inmunidad innata son
• Mastocitos
• Sistema del complemento
• Citocinas
32. Son células grandes que se desarrollan a partir de unos glóbulos blancos denominados monocitos.
Ingieren bacterias y otras células extrañas al organismo y ayudan a las células T a identificar
microorganismos y otras sustancias extrañas. Los macrófagos suelen estar presentes en los
pulmones, la piel, el hígado y otros tejidos.
Los macrófagos
33. Los neutrófilos, la clase de glóbulos blancos (leucocitos) más abundante en el torrente sanguíneo,
se encuentran entre las primeras células inmunitarias que participan en la defensa frente a la
infección. Son fagocitos, que ingieren bacterias y otras células extrañas. Contienen gránulos que
liberan enzimas, las cuales ayudan a destruir y a digerir estas células y circulan en el torrente
sanguíneo y deben recibir señales para salir de él y entrar en los tejidos. A menudo, la señal
proviene de las propias bacterias, de las proteínas del sistema del complemento o de los tejidos
dañados, todos los cuales producen sustancias que atraen a los neutrófilos a la zona conflictiva.
Neutrófilos
34. Los eosinófilos
Son glóbulos blancos que destruyen bacterias y otras células extrañas demasiado grandes
para ser ingeridas; además, pueden ayudar a inmovilizar y destruir los parásitos y contribuir a
destruir células cancerosas. Los eosinófilos también participan en las reacciones alérgicas.
35. Los basófilos no ingieren células extrañas. Contienen gránulos llenos de histamina, una sustancia
que participa en las reacciones alérgicas. Cuando los basófilos encuentran alérgenos (antígenos
que causan reacciones alérgicas), liberan histamina. La histamina aumenta el aporte de sangre a
los tejidos dañados, lo que da lugar a hinchazón e inflamación.
Los basófilos también producen sustancias que atraen a los neutrófilos y a los eosinófilos a la
zona conflictiva.
Basófilos
36. Las células NK (linfocitos citolíticos naturales) se suelen denominar células asesinas naturales
porque están listas para destruir en cuanto se forman. Estos linfocitos reconocen las células
infectadas o cancerosas, se adhieren a ellas, y después liberan enzimas y otras sustancias que
dañan las membranas externas celulares de esas células. Son importantes en la defensa inicial
frente a las infecciones víricas.
Células NK (linfocitos
citolíticos naturales)
37. Los mastocitos están presentes en los tejidos. Su función se asemeja a la de los basófilos en la
sangre. Cuando detectan un alergeno, liberan histamina, además de otras sustancias implicadas
en las reacciones inflamatorias y alérgicas.
Mastocitos
38. Consiste en un grupo de proteínas que participan en una serie de reacciones (denominadas
cascada del complemento) destinadas a defender el organismo.
Las proteínas del complemento tienen varias funciones, tanto en la inmunidad adquirida como en
la innata:
• Destruir las bacterias directamente
• Ayudar a destruir las bacterias adhiriéndose a ellas y facilitando de ese modo su identificación
e ingestión por parte de los neutrófilos y de los macrófagos
• Atraer macrófagos y neutrófilos a la zona conflictiva
• Neutralizar los virus
• Ayudar a las células inmunitarias a recordar a invasores específicos
• Promover la formación de anticuerpos
• Aumentar la efectividad de los anticuerpos
• Ayudar al organismo a eliminar las células muertas y los complejos inmunitarios, que constan
de un anticuerpo adherido a un antígeno.
• Citocinas
El sistema del
complemento
39. Las citocinas son las mensajeras del sistema inmunitario. La detección de un antígeno activa la
producción de citocinas por los glóbulos blancos (leucocitos) y por otras células del sistema
inmunitario.
Existen muchas citocinas diferentes, que afectan a distintas partes del sistema inmunitario:
• Ciertas citocinas estimulan la actividad; actúan sobre ciertos tipos de glóbulos blancos
(leucocitos) para que sean más eficaces en su acción destructiva y atraigan a otros glóbulos
blancos a la zona conflictiva.
• Otras citocinas inhiben la actividad, lo que permite poner fin a una respuesta inmunitaria.
• Algunas citocinas, denominadas interferones, interfieren en la reproducción (replicación) de los
virus.
Citocinas
41. La inmunidad adquirida (adaptativa o específica) no es congénita; se aprende. El proceso de
aprendizaje comienza cuando el sistema inmunológico de la persona encuentra a invasores
extranjeros y reconoce sustancias no naturales (antígenos). Seguidamente, los componentes de la
inmunidad adquirida aprenden la mejor forma de atacar a cada antígeno y comienzan a
desarrollar una memoria respecto a ese antígeno. La inmunidad adquirida se denomina también
inmunidad específica porque dirige su ataque a un antígeno específico que se ha encontrado con
anterioridad. Sus rasgos característicos son la capacidad para aprender, adaptarse y recordar.
La inmunidad adquirida necesita tiempo para desarrollarse tras entrar en contacto con un
antígeno nuevo.
Los glóbulos blancos (leucocitos) responsables de la inmunidad adquirida son
• Linfocitos (células T y células B)
Otros participantes en la inmunidad adquirida son
• Células dendríticas
• Citocinas
• El sistema del complemento (que mejora la efectividad de los anticuerpos)
42. Los linfocitos permiten al organismo recordar los antígenos y diferenciar lo propio de lo extraño y
peligroso, incluidos virus y bacterias. Los linfocitos circulan por el torrente sanguíneo y por el
sistema linfático y entran en los tejidos cuando es necesario.
El sistema inmunitario puede recordar cada antígeno con el que se encuentra dado que, después
del encuentro, algunos linfocitos se transforman en células de memoria. Estas células viven
durante largo tiempo, años o incluso décadas. Cuando las células de memoria encuentran un
antígeno por segunda vez, lo reconocen de inmediato y responden a él de forma rápida, enérgica y
específica. Esta respuesta inmunitaria específica a un antígeno conocido es la razón por la cual no
se padece varicela ni sarampión más de una vez y la vacunación puede prevenir ciertas
enfermedades.
Linfocitos
43. Las células T se desarrollan a partir de células madre en la médula ósea, y a continuación se
dirigen a un órgano situado en el tórax, denominado timo. Allí, aprenden a distinguir los antígenos
propios de los ajenos, para no atacar los propios tejidos del cuerpo. Por lo general, solo los
linfocitos T que aprenden a ignorar a los antígenos del propio organismo (autoantígenos) pueden
madurar y abandonar el timo.
Potencialmente, las células T pueden reconocer un número casi ilimitado de diferentes antígenos.
Los linfocitos T maduros se almacenan en los órganos linfáticos secundarios, como los ganglios
linfáticos, el bazo, las amígdalas, el apéndice y las placas de Peyer en el intestino delgado. Estas
células circulan en el torrente sanguíneo y en el sistema linfático. Después de su primer encuentro
con una célula infectada o anómala, se activan y comienzan a buscar ese tipo particular de células.
Linfocitos T (células T)
44. • Los linfocitos T citotóxicos se adhieren a los antígenos presentes en las células infectadas o
anómalas (por ejemplo, las malignas). A continuación, los linfocitos T citotóxicos destruyen
esas células perforando su membrana e inyectando enzimas en el interior.
• Los linfocitos T cooperadores (colaboradores) ayudan a otras células inmunitarias. Algunos
linfocitos T colaboradores ayudan a los linfocitos B a producir anticuerpos frente a antígenos
extraños. Otros ayudan a activar los linfocitos T citotóxicos, para que destruyan las células
infectadas o anómalas, o los macrófagos, de modo que estos puedan ingerir las células
infectadas o anómalas con más eficacia.
• Los linfocitos T reguladores (supresores) producen sustancias que ayudan a poner fin a la
respuesta inmunitaria o, en algunos casos, a evitar que se produzcan ciertas respuestas
nocivas.
Tipos de Linfocitos T
(células T)
45. • Se forman en la médula ósea. Su superficie presenta lugares específicos (receptores) a los que
los antígenos se pueden adherir. Pueden aprender a reconocer un número casi ilimitado de
diferentes antígenos.
• El objetivo principal de las células B es producir anticuerpos, que marcan un antígeno para que
reciba un ataque o lo neutralizan directamente. Las células B también pueden presentar
antígeno a las células T, que a continuación se activan.
Linfocitos B (células B)
46. • Respuesta inmunitaria primaria: cuando los linfocitos B encuentran un determinado antígeno
por primera vez, el antígeno se adhiere a un receptor, lo que estimula a los linfocitos B.
Algunos linfocitos B se transforman en células de memoria, que recuerdan a ese antígeno
específico, mientras que otros se convierten en células plasmáticas.
• Respuesta inmunitaria secundaria: pero, a partir de entonces, cada vez que un linfocito B se
vuelve a encontrar con un antígeno determinado, los linfocitos B de memoria lo reconocen de
inmediato, se multiplican, se transforman en células plasmáticas y producen anticuerpos.
Etapas
48. Este tipo de anticuerpo se produce cuando se encuentra un antígeno determinado por
primera vez (como un antígeno de un microorganismo infeccioso).
Es el tipo de anticuerpo más frecuente y se produce al volverse a encontrar
un antígeno particular. Se producen más anticuerpos en esta respuesta,
llamada respuesta inmunitaria secundaria, que en la respuesta inmunitaria
primaria.
Estos anticuerpos colaboran en la defensa frente a la invasión de
microorganismos a través de las superficies corporales recubiertas por una
membrana mucosa, como la nariz, los ojos, los pulmones y el tubo
digestivo. Está presente:
• Torrente sanguíneo
• Secreciones producidas por las membranas mucosas (como lágrimas y
saliva)
• Calostro (el líquido producido por las mamas durante los primeros días
tras el parto, antes de la leche)
IgM
IgG
IgA
49. Estos anticuerpos desencadenan reacciones alérgicas inmediatas. El anticuerpo IgE se
une a los basófilos (un tipo de glóbulo blanco) en el torrente sanguíneo y a los
mastocitos en los tejidos.
El anticuerpo IgD está presente, sobre todo, en la superficie de los
linfocitos B inmaduros y contribuye a su maduración.
IgE
IgD